Javier Solana Madariaga presidía junto a más autoridades, entre las que se encontraba el alcalde Ricardo Millán, el acto de reconstitución de la Real Academia de las Nobles Artes de Antequera, este viernes 11 de junio.
En este acto, se encargó de presentar el libro «Cultura sin libertad», pero especialmente se recodó quién fue José Antonio Muñoz Rojas, para él y para nuestro país, sus grandes aportaciones al mundo de la economía a través de su trabajo en el Banco Urquijo, labor que fue primordial para establecer las buena relaciones existentes con la Universidad de Oxford –»aquella relación fue fundamental para entender la historia de nuestro país, lo que fue, lo que no es y lo que será»–, así como su apoyo a la Fundación del Colegio de Brujas –de la que es presidente Javier Solana– donde se educaron los primeros funcionarios de la Unión Europea.
De sus palabras destacamos especialmente su relación personal con el autor y la forma más entrañable de recordarlo: «Yo tuve una relación entrañable con Muñoz Rojas, era un poquito mayor que yo, mayor en sabiduría y mayor en edad, pero un gran compañero y un gran amigo. Para mí desde los 17 años fue una parte importante de mi vida, mi padre murió cuando yo tenía 19 años, yo lo conocí cuando tenía 17. A la muerte de mi padre me acompañó siempre con una de las grandes virtudes que él tenía, y tenía muchas, pero si tuviéramos que elegir una, era el gran don de consejo que tenía. Hizo mucho por España, fue una de las personas que silenciosamente trabajó por nuestro país, mucho más que las personas que hicieron, posterior y anteriormente, mucho ruido; él lo hizo de forma silenciosa utilizando la palabra, el cariño, utilizando lo que he dicho antes y repito, el don de consejo».
«Recordarle en esta casa, en compañía de los miembros de la Academia, es un enorme motivo de emoción, a veces a uno se le olvida que ha sido ciudadano del mundo, que he vivido 15 años fuera de España; pero en ningún momento he dejado de estar en España, en ningún momento he dejado de estar cerca de la mejor España, y la mejor España no está muy lejos de Antequera, de los hombres y mujeres que siguen viviendo en Antequera, representadas quizá para mí en un amigo, en alguien muy especial, en un gran hombre que tenía ese don de consejo, un don que es tan difícil de tener, que fue José Antonio Muñoz Rojas.
Gracias por haberme invitado a un acto al que no esperaba ser invitado; me han dado ustedes una gran alegría a mi regreso a España, poder volver también a Antequera».