El mundo del dinero anda revuelto, y no es bueno para la situación de España, ni mucho menos. Los bancos, por las hipotecas que no se pagan y hacen que dejen de ser bancos, para ser, sin quererlo, las mayores inmobiliarias pues la gente no puede cumplir los compromisos. Bastaba que trabajaran los dos miembros de un matrimonio, como para que se decidieran a tener, aparte la vivienda familiar, el apartamento en la costa que correspondiera, y esa demanda daba pie a que se implantara la economía llamada «del ladrillo», que se ha visto que no tenía cimientos lo suficientemente fuertes: la crisis afectó a muchos hogares, que no podían ya cumplir sus compromisos y ya se sabe, hipoteca que no se paga, piso que va al banco, o caja, que concedía la hipoteca. El resultado, el comentado: dicen que, al día, los bancos se quedan con cuatro pisos o viviendas…
Así, los bancos atraviesan una situación que les lleva a lo contrario de la que se su misión y razón de ser: «cerrar el grifo», y no le dan un duro a nadie. El resultado, que la economía se paraliza y que ni las buenas empresas encuentran financiación para su marcha normal. No habrá que decir que al paralizarse las empresas, sobrevienen los despidos y paros, y todo confluye en la situación que vivimos. El Estado, que acude al «rescate» de los bancos afectados, muchas veces con la crítica de los ciudadanos que ven que destinan «su» dinero a que los bancos ganen más, aunque es claro que el motivo de las ayudas o compensaciones era animar a los bancos a seguir funcionando, pero éstos, en muchos casos, lo que han hecho es cubrir las pérdidas que se les producían y esperar tiempos mejores…
En el caso de las Cajas, el que superaran ya a los bancos en porcentaje del dinero de los españoles, demostraba que estaban bien gestionadas. Pero surgen los deseos de politización en algunas comunidades, y cuando dejan de ser manejadas y dirigidas por los expertos que las llevan a superar a la banca, vienen los problemas de los créditos mal concedidos, de las financiaciones inexplicables, con lo que ha habido muchas que se han visto «con la soga al cuello» y han precisado del apoyo de otras Cajas, de las ayudas estatales… Cajasur, que era una Caja fortísima en Andalucía, gracias a su buena dirección y al trabajo a tope de sus empleados, ha terminando siendo noticia negativa, hasta caer en manos que mucha gente no se explica…
La gente se pregunta, cuándo volverán a cumplir su papel, sin ingerencias «externas»; cuándo los bancos van a ganar dinero a base de lo que siempre fue normal, conceder créditos; cuándo van a dejar trabajar a los expertos en las cajas, sin mediatizarlas con objetivos políticos, como se palpa en algunos casos. En una palabra, cuándo van a ser noticia, por sus negocios normales. En una palabra, que les dejen trabajar como siempre lo han hecho; que los accionistas ganen dinero; que las Cajas sigan con sus obras sociales… Mientras esto no se cumpla, mal nos va.
