Con lo inevitable que resulta el paso del tiempo, nos vamos acercando a las Elecciones Municipales, quizás unas de las más reñidas de los últimos comicios para elegir al equipo de gobierno que regirá la ciudad en los próximos años. Y lo consideramos así, porque tanto PP como PSOE –citados alfabéticamente, expliquemos por si acaso–, han cambiado de candidato principal, presentando para tales a dos políticos jóvenes, con ambición e ideas de protagonizar el cambio por un lado, como de mantener lo que hay y tratar de mejorarlo por otro. Quede claro nuestro respeto a los otros grupos, IU-CA y PABA sobre todo, que pueden dar la sorpresa, recogiendo votos que otros años fueron a parar a los partidos mayoritarios, lo que podría darles un papel primordial en el caso probable de que ninguno de los «grandes» saque la mayoría absoluta para obtener la cual tendría que acudir a los restantes grupos, como ocurriera en las elecciones de 2007, en que IUCA dio la mayoría con su pacto al PSOE –que era lo lógico– lo que permitió «descubrir» alguno de esos valores políticos que el seguir votando listas cerradas nos impide tantas veces. Luego el pacto se rompió y cada cual fue por libre.
Y notamos que se repite lo que tantas veces, que ésas son las ventajas que da la veteranía: se empiezan a sacar datos antiguos que pueden hacer daño a alguno de los candidatos, se mira con lupa lo que se publica, acusando cada cual, según crea le beneficie o no, de que nos inclinamos por unos o por otros, cuando les garantizamos procuramos ser lo más independientes posible, publicando lo que es noticia. Citando el último caso, el del «anillo de ADIF», si dos ministros y el presidente de la Junta anuncian una inversión, no vamos a despreciarla, pero si repasan nuestro editorial de la semana pasada, destacábamos que ese anuncio es un arma de doble filo, porque si se produce, perfecto; si no, se le puede volver en contra al parecer una de esas promesas electorales que se hacen por las fechas en que se hacen, con tal de ilusionar a los posibles votantes, que piensan no ya en las inversiones, sino en los puestos de trabajo que supondrían.
Los dos «cabezas de lista» de esos grandes grupos, son gente válida, preparados, con conocimiento de cómo funciona el Ayuntamiento, y demuestran echarle valor a la cosa, cuando quieren entrar en la «Casa grande» en unas circunstancias económicas como las que vivimos. Nada más que por eso se merecen el elogio, ambos, y no ser objeto de denuncias «oportunas», algunas ya pasadas en el tiempo, y rebuscadas para hacer daño. Y lo curioso es que nos da la sensación de que alguna de esas «oportunas» denuncias no salen de la «competencia», sino incluso de gente afín que quiere hacer daño, quién sabe si porque no se contó con ellos, o por lo que sea.
En fin; pidamos limpieza y «deportividad»; que gane el mejor y no se dejen intoxicar unos y otros, por quienes ven en nuestras páginas los gigantes de Don Quijote, en lo que son simples molinos.
