Todos tenemos un pasado, todos hemos sido niños, y aún lo seguimos siendo, cuando somos padres, tíos, abuelos… incluso cuando participamos de exposiciones como las de Playmobil o ayudamos a los Reyes Magos, o llegamos a desarrollar casos como el de alcalde de una ciudad.
Días previos al inicio de esta Navidad, entrevistamos al alcalde de Antequera, Manuel Jesús Barón Ríos, que se estrena en su cargo en esta Navidad, donde el espíritu de la ilusión, vence al materialismo. Y no porque los valores hayan recobrado su espacio, sino por la situación económica general.
Conversamos con él en la Alcaldía, junto al Pendón de Antequera, mostrándonos sus recuerdos de niño, en su casa, con sus padres y familia, luego de novio de la hoy su esposa, y ahora como padre de una familia cristiana antequerana.
La Navidad ha contado con un bando del Alcalde, y uno se pregunta: ¿Cómo surge esta idea?: «Una de las atribuciones que tienen los alcaldes por ley es dictar o emitir bandos. El bando es un recurso, creo que muy útil, para dirigirse a los ciudadanos, a todas las personas que viven y habitan esta ciudad para hacerles partícipes y comunicarles un aspecto importante y determinado. Yo creo que la fiesta de Navidad es una época muy importante para Antequera porque se aúnan ahí la fiesta, el comercio, la actividad económica, la familia, el recuerdo, el cuidado de la ciudad… en fin, son muchos aspectos que aglutinan estas fiestas que creo son merecedoras de un bando, y pedirle a los antequeranos que participen en su ciudad junto con todos los vecinos comprando en ella, disfrutando de ella, participando en las actividades que se han programado para que en definitiva, esta ciudad sea cada vez más viva, más abierta, sea cada vez más alegre, y qué mejor momento que las navidades».
El nuevo alcalde, Manuel Jesús Barón Ríos, también fue niño. Y… ¿cómo fueron sus Navidades de pequeño?: «Para mí las Navidades eran unas fiestas entrañables porque he tenido la suerte de tener unos padres y una familia muy cristiana y eso quieras que no, te impregna de valores, y la Navidad en este caso es una de las fiestas familiares principales; pero nosotros hemos vivido igual la Navidad, la Semana Santa y cualquier fiesta en Antequera, pero es verdad que mi primer recuerdo es de una casa de la calle Carreteros, una casa antigua con una sala baja enorme y un Nacimiento muy grande, con un paisaje fantástico, al que mi padre aportaba las cosas para hacerlo, y mi madre era la que lo hacía. Mi padre era más las luces, cómo se coloca el corcho, y mi madre le daba ese toque femenino para terminar; y luego mis hermanos y yo colocábamos las figuritas como nos apetecía y luego mi madre las recomponía. Pero sí, un nacimiento enorme y del olor a musgo, a serrín, cada vez que huelo eso me recuerda a la Navidad de la niñez».
(Vea en vídeo la entrevista al Alcalde)
Suele pasar, en las casas familiares, que en esos días, hay un menú especial, ¿cuál era el de su casa?: «El primer plato siempre en Nochebuena era una sopa que hacía mi madre de gallo, y después un segundo que era más apetecible, una carne guarnicionada de algo que nos gustaba más a los niños, y después mi madre hacía unos postres magníficos, una tradición que sigue conservando todavía, ella en Nochebuena y Nochevieja siempre hace tres platos para que sea una noche distinta, normalmente son dos, pues ella tres, una sopa, un segundo y un tercero, y le decimos que es mucho, pero dice que estamos en Nochebuena».
Ya, en Nochevieja, nos imaginamos la competición entre hermanos para ver quién se comía antes las uvas: «Mi padre para eso era muy estricto, nos las preparaba a todos y no podía empezar nadie sin que él diera el permiso, y decía… «¡ahora!» y entonces empezábamos todos; y la verdad que las uvas cada vez que nos las tomamos ahora nos acordamos de mi padre».
Y tras Año Nuevo, los Reyes Magos. ¿Cuál era su Rey Mago preferido?: «Yo no tenía preferido, yo tenía a los tres, Melchor, Gaspar y Baltasar, yo no me he decantado nunca por nadie, era una ilusión enorme. Yo cuando me acostaba la noche del 5 me palpitaba el corazón, yo recuerdo ese nerviosismo dentro de la cama temiendo no quedarme dormido».
Y… ¿qué ponía en el balcón para la visita de Sus Majestades, y cómo les escribía la carta?: «Yo siempre he puesto zapatos en el balcón, lo de los calcetines colgados no tenemos chimenea y poníamos zapatos en un cierro cerrado, imaginaros la ilusión, y la carta la hacíamos entre todos, era una carta única, no cada hermano tenía una carta, y se la dábamos a mi madre y ella se encargaba de enviarla».
Habrá algún regalo de los Reyes Magos, que le marcó su niñez, ¿cuál fue?: «El regalo que me hizo más ilusión fue unas zapatillas Adidas en Sexto de Primaria. Yo jugaba a balonmano en los Carmelitas y tenía unas zapatillas muy malas, muy feas, y entonces como íbamos a Málaga a jugar con el Sagrada Familia, con Maristas, pues el de los Carmelitas tenía que llegar bien vestido, bien equipado, y cuando yo vi las zapatillas Adidas blancas con las rayas negras y la punta de piel gris, que era la chulería del año 1972-1973, bueno, pues yo llegué allí al Colegio de Maristas como un antequerano digno de representar a su ciudad, a su equipo con unas buenas zapatillas».
Y, ya, a día de hoy, pasa su adolescencia, se enamora, se casa y tienen hijos, con la misión de transmitir la Navidad a sus hijos, como sus padres hicieron con usted: «Yo siempre he dicho que la Navidad es para los niños fundamentalmente, los mayores tenemos que perpetuar unos valores humanos, unos valores cristianos y eso lo tenemos que dar y dárselo a las generaciones que vienen, pero los niños son los protagonistas de la Navidad, ver la cara de mi hijo mayor, Manolo, o de mi pequeña María Victoria, cuando se despiertan el día de Reyes o el día de Navidad, eso es indescriptible, con eso ya están pagados todos los esfuerzos».
Y ya de casados, cómo se organizan para estas fiestas navideñas: «Lo que hacemos en Nochebuena es que los hermanos nos reunimos, lo que pasa es que como todos estamos casados, pues claro, hay que compartir, pero nos coordinamos muy bien y es mi hermana Mari Ángeles la que se encarga de hacerlo, para que mi madre esté lo mayor posible acompañada, si somos cinco hermanos pues que esté con tres, no la vamos a dejar sola, eso nunca sucederá; y si no es en Nochebuena es en Nochevieja».
Y… nuestro alcalde, ¿le da a la cocina navideña, porque usted muy cocinero antes que fraile?: «Yo cuando ha tocado hacerlo en mi casa soy de los que pone rodajas de piña con algunas gambas, es un plato que hacían en los Salones de Pura P. Valle, me encanta porque es un plato muy delicioso pero también muy ligero y muy apetecible, y después alguna sopa de verdura o alguna carne estofada».
(O si lo desea, escúchela en este enlace ATQ_23122011_Entrevista_Alcalde_Navidad.mp3 )
Para terminar, un mensaje a todos los antequeranos desde las páginas del Decano: «Que gastemos no más de lo que tenemos, que no gastemos por encima de nuestras posibilidades, que gastemos en Antequera, que en Antequera está todo al alcance de la mano, que seamos muy hospitalarios con todos los que vengan para que puedan hacer cómodamente las compras en nuestra ciudad, que los ayudemos, que los orientemos, si nos encontramos a alguien pues que participemos también en ello, que después de gastar siempre pensemos que debemos dejar una parte de nuestro ingreso para dedicarla a los que más lo necesitan, colaborar con las Cáritas de las parroquias, con las organizaciones no gubernamentales y con todas aquellas asociaciones que se preocupan de los más desprotegidos. Sumando muchas pequeñas cantidades seguro que hay para todos».
Ahí queda esta entrevista que nos descubre el espíritu navideño de nuestro alcalde Barón.
Más información edición impresa Especial de Navidad de El Sol de Antequera, viernes 23 de diciembre de 2011
