Como quizás muchos de ustedes sabrán, una traqueostomía es una técnica quirúrgica mediante la cual se coloca un tubo por medio de una incisión en el cuello y que llega hasta la traquea. De esta manera, el aire entra directamente al aparato respiratorio, siendo también muy útil la traqueostomía en la limpieza de las secreciones pulmonares. No hay que confundirla con la traqueotomía, que sirve para extraer cuerpos extraños o realizar biopsias y aunque se realiza en el mismo sitio no introduce ningún tubo y se cierra de inmediato.
La traqueostomía puede utilizarse en casos de urgencia, como por ejemplo, cuando se ha inhalado un gas o un agente tóxico que hincha las vías respiratorias impidiendo la respiración. También puede realizarse una traqueostomía en patologías como el cáncer de cuello, en anomalías hereditarias de la traquea, o si se presenta una incapacidad para respirar por si solo. En cualquier caso, la traqueostomía puede ser temporal o definitiva, dependerá mucho de la situación concreta de cada paciente. Unos de los principales inconvenientes que presenta la traqueostomía es la dificultad que presentan estas personas para poder hablar o producir algun sonido entendible. Se necesita mucha práctica y algún entrenamiento para hablar con cierta normalidad.
Para la intervención en sí, normalmente se utiliza una anestesia general, salvo que el caso sea de extrema urgencia. Las complicaciones de esta pequeña intervención están relacionadas con el posible daño a la glándula tiroidea o al nervio laríngeo, las infecciones o bien con el sangrado excesivo de la zona. Para finalizar, felicito a aquéllos que hace unos días han tenido la suerte de disfrutar de una cena muy singular entre amigos: no había mejor forma de iniciar este nuevo año.
