Es difícil ver ya un medio de comunicación que no haya magnificado el doloroso tema del desahucio a raíz de unos dramáticos acontecimientos que incluso han provocado un intento de ponerse de acuerdo a Gobierno y Oposición.
Pensar que esos dramáticos acontecimientos se manifiestan frecuentemente después de un aborto y nadie hace nada para remediarlo… por eso hoy quería reflexionar con la relación tan estrecha que hay entre el síndrome post-aborto y el suicidio o intento de ello.
Un estudio* incluyó a 173.279 pacientes entre un lapso de ocho años. A lo largo de esos años, la mortalidad por suicidio fue 3,1 veces más alta en mujeres que habían tenido un aborto inducido que en mujeres que dieron a luz al bebé.
Las conclusiones de otro estudio científico, publicado en el British Journal of Psychiatry, cuestionan el silencio del Colegio de Obstetras y Ginecólogos de EEUU sobre el síndrome post-aborto. Afirman que el aborto incrementa en un 155 por ciento el riesgo de suicidio en las mujeres. La investigación revela además que las mujeres que alguna vez se han sometido a un aborto, experimentan un 81 por ciento más probabilidades de sufrir problemas de salud mental. Además del suicidio, el riesgo de problemas de ansiedad crece en 34 por ciento, 37 por ciento para la depresión, 110 por ciento para el abuso de alcohol y 220 por ciento para el consumo de marihuana.
A veces un intento de suicidio post-aborto es un acto impulsivo de desesperación. Otras veces, los impulsos suicidas son el resultado de años de represión, depresión y pérdida de autoestima. Un estudio** de entre mujeres con trauma post-aborto halló que el 60 por ciento habían tenido ideas suicidas, el 28 por ciento habían intentado suicidarse, el 18 por ciento lo había intentado repetidamente, a menudo varios años después del aborto.
Para los que miran con atención y se preocupan por los demás, es evidente que quienes buscan el aborto o el suicidio están pidiendo ayuda para vivir. Están pidiendo a gritos una inyección de esperanza. Están pidiendo que alguien se interese por ellos y les ayude de verdad. Necesitan ver el valor de la vida, tanto la suya como la de su hijo, reflejado en el cariño de aquellos que quieren ayudarla a preservar esa vida. Necesitan oír que tienen la fuerza necesaria para triunfar en esa vida que es la suya, y que cuando les falten las fuerzas, estaremos allí para sujetarles y hasta llevarles en brazos.
*»Muertes Asociadas con el Resultado del Embarazo» Revista Médica del Sur, Volumen 95, No 8, 834-41 ( 2002)
**»A Survey of Psychological Reactions,» (Springfield, IL: Elliot Institute, 1987).