Uno de los siete “Efebos de Antequera” que se entregarán este jueves 28 de Febrero une juventud y superación en una persona: Sara Rodríguez Zurita, una joven quien desde los 8 meses combate la fibrosis quística y a los 19 años fue intervenida y le trasplantaron los dos pulmones.
Tiene 23 años, está terminando técnico de Farmacia y transmite muchas ganas de vivir. Agradece al Ayuntamiento que haya pensado en ella como ejemplo de superación, aunque remarca que el mérito no es suyo, sino de los donantes, que son quienes salvan vidas.
Se trata de una enfermedad degenerativa que afecta principalmente a los pulmones y al sistema digestivo, produciendo unas secreciones que obstruyen los canales de estos órganos y precisan tratamiento continuo.
A la joven Sara, tras acudir al médico en Antequera, le mandaron al Materno donde “me lo diagnosticaron con 8 meses, donde desde entonces tenía mi tratamiento y yo estaba bien, casi no recuerdo ninguna dificultad”.
Eran años en los que había poca esperanza de vida para su enfermedad: “A mis padres le dijeron que a los 8 años no llegaba, porque no había tratamientos y porque costaba mucho dinero. Pertenecíamos a la asociación de Málaga y mandamos un escrito a la Reina Sofía, quien accedió y consiguió que el tratamiento fuera integrado en la Seguridad Social, por lo que abrieron muchas esperanzas, entre ellas la mía”.
La niña crecía, pero los padres sabían que se complicaría de mayor: “Con el desarrollo, a los 13 años, empecé a fatigarme. Hacía deporte y terminaba la última. Fue cuando empecé a tener un ingreso fuerte en el Hospital cada 6 meses”.
Su salud se complicó y con 16 años eran “15 días en casa y 15 en el Hospital, ya el tratamiento no me hacía efecto. Con 17 años precisaba oxígeno las 24 horas, dejé de comer, me tuvieron que hacer una gastrotomía para alimentarme… y mi vida era de la cama al sofá, del sofá a la cama… y en brazos de mi madre para todos los sitios”.
Fue entonces cuando pidió a su neumóloga que estudiaran su caso para poder optar a un trasplante de los dos pulmones: “Fui a Córdoba para que me hicieran una valoración, me dijeron que sí, que podía ser candidata… y tuve suerte, por estar sólo 8 meses en lista de espera. Yo admiro a los donantes, el mérito lo tienen ellos, ellos son los que salvan un montón de vidas”.
Y un día, el 12 de marzo de 2009 “me llamaron y tras 12 horas de quirófano, salí de la operación y me trasplantaron los dos pulmones, estuve 12 días en la UCI y dos semanas en planta y 3 meses en Córdoba para rehabilitación diaria, y aquí estoy cuatro años después”.
Fe, medicina, médicos, el donante, pero… ¿qué fuerza de voluntad tuvo que tener?: “A mí me dicen que la cabeza me ha sacado para adelante. Hay que tener las ideas muy claras. Mucha paciencia y mucha fuerza de voluntad, saber lo que quieres para luchar por ello. Yo buscaba una calidad de vida que no tenía, y aquí estoy. Tengo mi tratamiento antirrechazo y mis revisiones, y voy por los 4 años”.
Y un día el Alcalde le llama y le pregunta: “Si estaba dispuesta a recibir el Efebo y le dije que sí, que estaba agradecida y que allí iría”.
Sara, un espejo para los niños, para los jóvenes que padecen desde críos o le surge una enfermedad en plena flor de la vida, con la esperanza e ilusión que con voluntad y fuerza… todo puede ser más llevadero. Sara, un espejo en el que mirarse ante las adversidades.
23 años de superación
Sara Rodríguez Zurita nació en Antequera el 2 de octubre de 1989. Hija de Isabel Zurita Balta y José Antonio Rodríguez Varo. Es la mayor de dos hermanas, la pequeña es Rocío, con 18 años.
Estudió en el Colegio María Inmaculada desde los 3 hasta los 17 años, concluyendo el graduado escolar, tuvo que repetir 3 y 4 de ESO, porque la enfermedad le obligaba a faltar meses y meses de clase.
A los 19 años comenzó a estudiar en Granada, técnico de farmacia, realizando sus prácticas actualmente en el Hospital de Antequera, a punto de terminarlas.
Más información edición impresa sábado 23 de febrero de 2013