jueves 21 agosto 2025
InicioReportajesUna página de nuestra historia: Rafael de los Reyes Ortiz, un héroe...

Una página de nuestra historia: Rafael de los Reyes Ortiz, un héroe antequerano (y II)

Corta fue esta su primera estancia en el norte de África pues al iniciarse el 1894 llega a Córdoba en un destino de guarnición donde tampoco aguantaría mucho dado su espíritu militar, reclamando siempre servir en la primera línea y en los puestos de mayor riesgo y fatiga. Así, a finales de 1895 es destinado al batallón de Cazadores expedicionarios de Cataluña nº 1, embarcando rumbo a Cuba adonde llega el 7 de diciembre. 

 
Sólo un mes después, el 9 de enero de 1896, ya estaba de nuevo frente al enemigo. Estos lugares le vieron combatir (Minas Bajas, Las Lomas, El Callejón, Loma de la Cruz, Manajanava, Cascajar, el Farallón y el Callejón…) enfrentándose a rebeldes como Remo, Máximo Gómez, Antonio Macedo o Quintín Banderas. Por sus acciones en combate fue distinguido con la Cruz Roja al Mérito Militar.
 
No había finalizado el año cuando es ascendido al empleo de segundo Teniente y es destinado al Regimiento Almansa 18. En él, actúa a las órdenes del general D. Valeriano Weyler, el que fue Capitán General en todos los archipiélagos españoles. Combatió distinguiéndose por su valor en Tamapita y Vista hermosa y por sus méritos y el comportamiento observado durante el combate en las Lomas del Grillo, es de nuevo condecorado con otra Cruz Roja.
En julio de 1897 está al mando del destacamento de Río Seco, después marcha a Nueva Paz y más tarde, en febrero de 1898, participa en la defensa de Nuevitas, Puerto Príncipe, desde donde regresará a España.
 
Tres largos años en Cuba son recompensados con dos meses de permiso que pasa en su pueblo natal. Con los buenos aires de Antequera, y supongo que con buenos platos de migas y productos de la matanza, nuestro oficial se recupera y se incorpora al servicio en marzo de 1899 en el Regimiento de guarnición en Málaga donde conoce a doña Concepción Ruano Borrego con quien contrae matrimonio el 23 de octubre del año que inauguraba el siglo XX.
Parece que su matrimonio le da un poco de sosiego y se dedica a destinos burocráticos durante 5 años en Málaga y en Jaén, pero la escribanía no era lo suyo pues en septiembre de 1906 es destinado de nuevo al Regimiento de Melilla núm. 59.
 
Ya con el grado de primer Teniente de Infantería en la reserva, participa en todos los hechos de armas en que toma parte su Regimiento distinguiéndose especialmente en los combates de los días 9 y 23 de Julio de 1909. En este día con sólo 38 años de los que dedicó 21 a la milicia, alcanzó gloriosa muerte en el Monte Gurugú. Por los méritos observados y su heroico comportamiento ante el enemigo fue ascendido a Capitán y condecorado con la más alta distinción que pueda concederse en tiempos de Guerra, la Cruz Laureada de San Fernando.
Podría describir los detalles de su gesta, que está perfectamente documentada, pero prefiero transcribir, para gozo del lector, un documento que no admite interpretación, la copia del Diario Oficial del Ministerio de la Guerra del miércoles 31 de Agosto de 1910.
Con la emocionada evocación de los hechos protagonizados por este hombre que figura en la galería de los mejores y en los cuadros de honor de la historia militar española, este ya viejo soldado antequerano quiere rendir justo homenaje a su ilustre paisano, el Capitán de los Reyes que como el otro Capitán, Moreno, dieron su vida por España y elevaron el nombre de Antequera a la gloria reservada solo a los héroes.
 
 
Más información edición digital www.elsoldeantequera.com y de papel.
¡Suscríbase y recíbalo en casa o en su ordenador, antes que nadie (suscripción)
 
NOTICIAS RELACIONADAS

Más recientes