Los próximos 29 y 30 son los días elegidos por el Banco de Alimentos para hacer la gran recogida a nivel nacional. 6.000 voluntarios de toda España participan en este acontecimiento y son muchas las toneladas de alimentos que se llegan a recoger en esas dos jornadas maratonianas.
Nuestra ciudad, solidaria y comprometida con todas las causas sociales, se prepara para cubrir los ocho supermercados asignados para este fin. Se necesitan voluntarios que estén convencidos de lo valioso que es el tiempo que emplea y de la necesidad que acucia a muchas familias e instituciones que son las beneficiarias de tanta generosidad como se manifiesta. Se vuelcan todos, incluso muchos teniendo lo justo, arañan en sus agotados monederos, para comprar ese producto que donan con la seguridad de saber que pensando en los demás alivian sus propias carencias.
Es una cadena preciosa donde cada eslabón se hace con amor, voluntad y solidaridad y se contagia de unos a otros con entrega y sencillez, dando las gracias a muchos voluntarios, por haberles llamado la atención para su colaboración.
Este país, por mucho que digan políticos y analistas, no se puede ir al traste, no sólo por los medios que pongan, sino por la buenas gentes que tiene. Por el afán de pensar en los demás y por la empatía que en la necesidad se hace virtud. Hemos sabido días atrás que el comedor social de Córdoba ha sufrido un robo en su despensa. Una llamada a través de los medios y toda la sociedad cordobesa, ricos y menos ricos, acudieron en masa a llenar los estantes de la misericordia y amor al prójimo.
Y aunque quedan muchos huecos insufribles e insalvables que con tanto acierto dijo Bill Gates de que el progreso de la humanidad no tendría verdadero fruto hasta que todos los países salieran de su pobreza. Ahora se nos exige salir un poco de la nuestra, de la que alrededor clama en silencio.
Para quienes estén dispuestos a entregarse un poco para hacer mucho bien, puede ser voluntario del Banco por unas horas. La experiencia merece la pena. Interesados llamar a los teléfonos 607 982 072 y 626 373 910 sólo es cuestión de estirar un poco más ese banco de tiempo que cada uno llevamos en nuestro interior.