En los tiempos que corren y donde las tecnologías avanzan a paso de gigante, todavía quedan costumbres y aficiones que perduran con el paso de los años en nuestra ciudad.
Labores como hacer punto es una de ellas donde personas como Ángeles Galán Jiménez lleva toda una vida dedicada a esta tarea que cada vez cuenta con más adeptos y que logra enganchar a gente de todas las edades, ya que aunque parezca que se haya perdido con el tiempo no es así, ya que según nos aclara Ángeles: “Ahora mismo no; ahora está empezando la gente a hacer punto. Hubo una época tranquilita, pero ahora no, ahora están interesándose incluso gente joven porque como en la actualidad ponen tantas cosas en internet que se entusiasman y claro, vienen por la lana”.
Sobre la complejidad de hacer punto, esta apasionada del ovillo nos dice: “Pues no, si le pone atención y ganas nada es difícil”.El punto es una labor a la que hay que dedicarle mucho tiempo y Ángeles lo sabe muy bien: “Llevo 26 años enseñando a todo aquél que quiere aprender aquí en mi tienda de calle Carrera número 20, pero haciendo punto puedo llevar 60 años, desde muy pequeña”.
Sobre cómo comenzó su afición por hacer punto Galán nos explica: “La comencé de niña, me gustaba, y claro, antes, la gente hacía muchas más cosas manuales, se cosía más en las casas, se hacía punto, y a mí como me gustaba… porque yo veía a mis tías, mis primas de hacer cosas así, y yo decía: ¿y yo porque no lo voy a hacer? Además, a mí siempre me ha gustado ser creativa y no copiar a nadie, me gusta hacer una prenda y decir bueno pues ahora le voy yo a poner esto de mi imaginación porque a mí siempre me ha gustado inventar”.
Para aprender a hacer punto hacen faltan muy pocas cosas y esta profesora de las agujas y la lana nos desvela: “Bueno; lo único que necesitaría es que le guste porque si pasa y piensas que no te entusiasma, pues nunca aprenderás. Hay que probar y empezar y si te gusta pues seguir. Hay personas que dicen que se ponen muy nerviosas, porque quieren terminar pronto y a esto hay que echarle paciencia y tiempo como a todo. Despacio, se aprende seguro”.
A día de hoy muchos son los interesados en aprender y muchos los que han recibido sus consejos, por ello, según Ángeles Galán es muy complicado determinar un número exacto: “Ufff… personas yo que sé, miles y miles habrán pasado, porque si contara en el mes las personas que vienen a preguntar, no sólo las que vienen y se sientan aquí a hacer punto sino las que vienen a preguntar, yo no me puedo acordar de la cantidad de gente que ha pasado por aquí”.
Debido a la crisis a cualquier persona le cuesta muchísimo poder salir adelante, pero Ángeles piensa que existe un concepto equivocado sobre el gasto que puede tener hacer punto: “Hombre, todo varía según los precios, la calidad; todo eso hay que tenerlo en cuenta; pero si una persona quiere hacer algo y ahora no dispone de ese dinero, pues sin problema: puede apartar su lana y venir cada vez que termine un ovillo y cuando pueda venir por otro y conseguir con ese sistema que no le cueste mucho hacer una prenda”.
También decir que ésta no es una labor reservada a mayores: “La gente joven incluso niñas hacen punto, aquí viene una que tiene 11 años con su abuela: es para verla hacer cómo lo hace, es una monería”. Ángeles Galán, una mujer que conserva las ganas, ilusión y entusiasmo de seguir muchos años más haciendo punto y enseñando a los demás.