El reciente “cónclave” del PSOE, ha dado muchos temas que tratar a los medios informativos a lo largo de la semana. Es claro, que parece dar un giro a la izquierda, quizá sabedor de que es difícil quitarle votos al PP, y optando por intentarlo con IU; también, la inquina con la Iglesia, en la que algunos suelen “sacar los pies del tiesto”.
Ignoran inexplicablemente, el papel que la Iglesia juega en los servicios sociales a millones de personas que quedarían desatendidas por otras instancias para las que la Iglesia es el “clavo ardiendo” al que se agarran, en la oferta turístico-cultural para nuestros visitantes en las catedrales, museos y similares, en los colegios, hospitales y residencias que atienden y sobre todo en el hecho de que la mantiene los católicos, los creyentes.
Se aplaza, con la oposición de un sector importante, algo que podía ser ejemplar, como las “primarias” para elegir candidatos y parece quedar claro que, aunque haya quien se le oponga será Rubalcaba el próximo candidato en 2015.
Pero hay además un tema que afecta a un sector enorme de la organización político-ciudadana española: las Diputaciones. La Conferencia Política del PSOE incluía en su programa un diálogo sobre la reforma local que atrajo el interés de alcaldes y concejales socialistas de toda España. Algunos ponentes destacaron lo “inútiles”, “caducas”, “obsoletas” y “antidemocráticas” que son las diputaciones provinciales, mientras otros pedían que en la conferencia se clarificara si el PSOE quiere o no eliminar estas instituciones, como ya propuso Rubalcaba en la precampaña de 2011.
Gran parte de los asistentes aplaudió la iniciativa, pero entonces surgió –según recogen los medios informativos- el presidente de la Diputación de Jaén, para ponerse frontalmente en contra de esta propuesta, levantando murmullos entre la asistencia. Para el presidente jienense, “es falso que la reforma local potencie las diputaciones, recordando que éstas prestan servicios esenciales a los municipios”, aseveración que levantó también aplausos y algunas muestras en contra.
Hablamos desde una ciudad que en los últimos años, y antes también, está recibiendo beneficios de la labor de la Diputación, como la reciben muchos pueblos de la provincia, de los que dudamos se tenga conocimiento de su situación en Sevilla. Es la cercanía, la existencia de diputados de muchos pueblos y ciudades, la que permite ese conocimiento a fondo y el actuar en consecuencia.
Repetimos que Antequera puede dar buena cuenta de ello en los más diversos campos. Así que, nos unimos a quienes piensan que no son las Diputaciones las que sobran, y que en todo caso, mucho antes, son las Autonomías, que multiplican por 17 los ministerios, las direcciones generales, en muchos temas que deberían ser exclusivas del Gobierno Central: Educación, Política y Comercio Exterior, Sanidad y otros. Esa duplicidad, dicen los expertos, sí que sobra y encarece el presupuesto nacional; las de las Diputaciones, no.
