Un joven de 21 años, junto a dos centenares de personas, disfrutaban del “botellón” en la madrugada del sábado al domingo cuando en medio de la fiesta, los gritos hacen saltar las alarmas: un joven necesitaba auxilio, siendo atendidos por dos policías nacionales, quienes le salvaron la vida.
Sobre las 2 de la madrugada, el coche patrulla de la Policía Nacional pasaba por la zona del ocio nocturno junto al Mapa, donde se encontraron con un joven herido de 21 años, que precisó de sus primeros auxilios, que fueron vitales para seguir vivo, antes de ser trasladado al Hospital de Antequera.
El joven sufre epilepsia y padeció una caída que le destrozó la zona de la nariz, momento en el que llegaron Jesús (agente en prácticas con 25 años de Puente Genil)y Pablo –41 años de Granada–, llamados por la gente que se concentraba en el lugar .
Al llegar le apuntaron que tras beber con unos amigos se desplomó al suelo y que solía padecer ataques epilépticos. “El chico no tenía nariz; no sé cómo se lo hizo al caer, pero solo le quedaba el hueco ahí abierto. Sangraba muchísimo, así que decidimos avisar inmediatamente a una ambulancia”, poniendo en marcha el protocolo PAS: proteger, alertar y socorrer.
Le taponaron la herida con ayuda del botiquín que llevan mientras que el chaval les pedía “que lo dejáramos tranquilo, que lo único que quería era marcharse a su casa”. Fue cuando volvió a sufrir otro ataque, desplomándose sobre ellos. Lo tumbaron en el suelo para ponerle en posición de seguridad y le pinzaron la lengua para que no se la tragara. Entró en parada cardiorrespiratoria y comprobaron ue no tenía pulso y que había dejado de respirar, por lo que lo pusieron boca arriba y comenzaron a practicarle la reanimación cardiopulmonar (RCP). Les tocaba poner en práctica lo aprendido: la vida del joven estaba en peligro. “Teníamos a la gente encima y necesitábamos espacio. Incluso el hermano del joven y un amigo intentaron llevárselo cogiéndolo de los pies y tirando de él, ya que pensaban que lo mejor era llevarlo en coche al Hospital”.
Eran conscientes que de ellos dependía que pudiera llegar con vida antes de que llegaran los sanitarios. “Sabíamos que el chico estaba en nuestras manos, teníamos el empeño de salvarle la vida y no paramos hasta lograrlo”. Tras unos momentos de angustia, el joven comenzó a respirar de nuevo y a tener pulso.
Llegó la ambulancia y lo trasladaron al Hospital, de allí fue trasladado al Hospital Regional de la capital, donde finalmente se marchó de alta voluntaria tras pasar unas horas críticas. Los sanitarios fueron los primeros en darles la enhorabuena por su actuación.
La importancia de conocer primeros auxilios y la labor policial de ayuda
Tras esa madrugada, a Jesús y Pablo les cuesta conciliar el sueño, intentaron descansar y nada más despertarse, se llamaron para darse ánimos y seguir adelante en su misión como policías.
Lo que pasó en la zona de botellón el pasado fin de semana demuestra que las autoridades del orden no deben de considerarse como una autoridad que sanciona, sino un servicio público que gracias a intervenciones como ésta, muestran que son los primeros en llegar. Y cómo no, la necesidad y la importancia de estar constantemente en formación de primeros auxilios y la RCP que puede salvar vidas, como la del chaval de 21 años.
