Desde días atrás se intensifican las visitas al campo santo de la ciudad, este año marcado por la pandemia, pero a diferencia de la de la Gripe Española de hace 100 años, las autoridades sanitarias no han tenido que prohibir su entrada. Así, el 20 de octubre de 1918, la Junta de Sanidad promueve que no se acuda al Cementerio por la epidemia de gripe.
Habrá que tener precaución por el estado en el que nos encontramos. Muchos serán los que no puedan venir de otras ciudades para rezar, poner unas flores, recordar y ver a la familia por esta época, una de las elegidas para regresar a los que tuvieron que hacer su vida fuera de su tierra natal.
Desde 1918 y más recientemente con la serie de artículos de Agustín Flores, ya hemos expuesto con todo detalle de la historia de la construcción del actual edificio del Cementerio Municipal, que tuvo que esperar desde 1787 a 1841 para poder concluirse.
Nos desplazamos entre semana para actualizar nuestras fotografías y recorrer su calles donde descansan los restos de muchos personajes conocidos. Recordando a José Muñoz Burgos nos apunta en uno de sus reportajes: “Así hasta el 17 de marzo de 1841 no se terminaron las obras del nuevo y actual Cementerio Municipal. Los maestros alarifes Francisco Díaz y Manuel de los Ríos dirigieron los cometidos”.
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Y desde entonces se han sucedido ampliaciones, entre el recinto antiguo que se accede con un pórtico presidido por un azulejo de la Virgen de los Remedios, cuyo patio principal se llama de Santa Eufemia, así como los otros tres están bajo las advocaciones de la Virgen de Los Remedios, Santa Teresa y San Francisco. Y el nuevo con la puerta final con la Peña de los Enamorados al fondo.
¿Y cuántas personas descansan en su interior? El máximo tiempo que se tiene contemplado es el de 100 años, a cuyo término, si no hay persona que renueve el alquiler o compra, pasan a un osario común.
El conjunto antiguo tiene 5.365 nichos para féretros, 917 para restos, 905 zanjas de enterramiento, 56 panteones y una fosa común. En cada enterramiento puedehaber más de un difunto, sobre todo en las zanjas y panteones, incluso en los nichos donde se suelen unir los restos de matrimonios o familias con el paso de los años.
En la ampliación de recinto actualmente hay 1.371 nichos para féretros y 144 para restos. Entre ellos están ocupados 1.313 y libres 39 a fecha 29 de octubre. Hay espacio y previsión de aumento de espacios para el futuro. El administrador del Cementerio es Antonio Espinosa Jiménez; y en el grupo de sepultureros o “portitores” se encuentran: JuanBautista Serrano Vegas, José Avilés García, Rafael del Pino Mateo y Francisco Ruiz Salas.
Un nicho de adulto cuesta 24,40 euros al año y 717,90 euros por 100 años. Uno de restos, 14,50 euros y 466,70 euros porperpetuidad. Una zanja 30 euros; y 7.185,80 euros por 100 años.
La inhumación, exhumación o traslado varía entre los 91,70 y 114,60 euros, dependiendo del tipo de enterramiento. Lacolocación de lápida 34,50 euros. Cuando se quiere abrir un enterramientopara colocar nuevos restos,se debe abonar entre 8,85 y 44,25 euros, dependiendo de los años que lleve cerrado.
Son las cifras de las personas que descansan en paz, donde este año reciben visitas distintas, con mascarilla, que tapan los rostros, las lágrimas, el dolor de los familiares y amigos que los visitan. Como nos dijo Rafael del Pino Mateo en la entrevista de la semana pasada, son muchos los que visitan para seguir hablándoles e intentar sentir lo que su corazón les dice.
Mientras tanto, sabemos cuando salimos tras nuestra visita, pero no sabemos cuál será y cómo será la próxima vez que entremos. ¡Recordemos a los que estuvieron y nos dieron todo y marcaron nuestra vida!