“Hacer el camino de Santiago” se está convirtiendo en una experiencia por la que cuando se vive la primera vez, surge una necesidad de repetirlo siempre que se pueda. Así lo han vivido un grupo de catorce antequeranos que son uno de los muchos que lo han realizado ya desde que se promovió realizarlo.
Comparten que “ha sido la mejor experiencia de nuestra vida, cada uno ha ido a su ritmo, pero en ningún momento te sentías sola, pues son muchos los peregrinos que te encuentras en el camino, que te enamora, no te deja que lo abandones, te quita todo el dolor que lleves”.
Entre ellos, rezaron por él a Madre Carmen, a la Virgen del Socorro, a la Virgen de la Piedad, al Señor del Mayor Dolor… “Nos han acompañado a todos y cómo no a Santiago, sin ellos esto no hubiera sido posible”.
Una experiencia donde “hemos pasado frío, calor, nos ha diluviado, hemos reído, hemos llorado. Pero nos quedamos con la experiencia de meta superada. Como me dijo un buen amigo, vas a hacer el Camino no a ganarlo”.
Al llegar al Obradoiro “al son de una gaita, imposible no llorar y con el abrazo al Apóstol, tan deseado estos días, se cumplía un sueño”. “Damos mil gracias a todos por el apoyo recibido Y… ¡hasta la próxima!”. Y, cómo no, con una bandera de Antequera para presumir de tierra.
Lo que sintieron los Reme, Manolo, Yayo, Marines, Pepe, Cristóbal, Carmen, Antonio, Censi, Lolo, Lola, Ana, Juan, Rosi… es lo que viven quienes hacen este camino en busca de sentir el corazón y el alma en un peregrinar de santidad espiritual.
