El Día Mundial del Cáncer de mama de 2020, el de la pandemia, tuvo presente a Conchi Pérez Arcas, cuyo homenaje sirvió como recuerdo y reconocimiento a todas las mujeres que se fueron, las que batallan y a las que les tocará.
La Asociación Antequera por las Mujeres Mastectomizadas (AAMM) organizó un homenaje y una lectura por el Día Mundial del Cáncer de mama, este lunes 19 a las 12 del mediodía en el Patio del Ayuntamiento. En primer lugar, homenaje a Conchi Pérez Arcas, presidenta que fue de la AAMM, que falleció el 18 de diciembre de 2019 con 58 años en su segunda batalla contra el cáncer. Y para finalizar, lectura de un manifiesto por el día en sí.
No hubo suelta de globos rosas por el coronavirus, o quizá, todas las mujeres que han fallecido por cáncer de mama, querían que con el fuerte viento que hizo, nos quedáramos los mismos para llevarlos a casa y tenerlas más presentes en su día mundial. Un homenaje que fue para Conchi Pérez Arcas, pero que se sintió como para cada persona que nos deja por el cáncer de mama.
A las 12 del mediodía, la Asociación Antequera por las Mujeres Mastectomizadas (AAMM) comenzó con el homenaje, en acto conducido por su coordinador Antonio Domínguez. En el corredor del patio claustral, un atril con un paño rosa con un retrato de la recordada Conchita.
Para empezar, sus inseparables amigas Remedios Valencia y Reina la recordaron, emocionadas: “Nuestra Conchita nos dejaba tras una dura lucha contra el cáncer, a la temprana edad de 58 años. Pero a pesar de no estar aquí físicamente la sentimos entre nosotros. No de la manera que nos gustaría, ya que nos encantaría poder seguir contando con su compañía y disfrutando de su desparpajo, pero sí que sentimos fuertemente su presencia, porque nos ha dejado impregnados a todos de su fortaleza, su carisma, su nervio, su forma de ser”.
Recordaron cómo fue su sentida pérdida: “Conchi ha sido ejemplo a seguir, imagen de lo que debe ser la lucha contra el cáncer y el afrontamiento de la enfermedad, alfa y omega de cómo plantarle cara al cáncer. Y su forma de vivir la vida ha sido maravillosa, anteponiendo siempre el bienestar de los demás al suyo propio y velando por todas y cada una de las personas que siempre han estado a su lado, por sus seres queridos, sus familiares, sus amigos y en particular por su Paco, su Rocío, su Hugo y ahora su India, un regalo mandado desde allí arriba por ella y desde donde seguirá velando por todos y cuidando de todos”.
Luego, turno para el rapsoda Rafael Ladrón de Guevara, quien le dedicó unas palabras en forma de sentido verso como acostumbra que terminó declamando:
“Y ya para terminar
os hago una petición
que brote del corazón
con un sureño tronar
y sirva como oración
para Conchi de verdad
démosle una ovación
que es otro modo de rezar”.
Luego le dedicó el cantante Julio Orellana unas palabras tras muchas conversaciones que tuvo con ella y una canción que le gustaba de Manuel Carrasco, “Qué bonito es querer”, levantando los brazos y aplausos en recuerdo de su vida y lucha.
Fue cuando se acercaron su viudo, Francisco Padilla, y su hija, Rocío, quienes agradecieron todas las muestras de apoyo durante su enfermedad, su fallecimiento, las peticiones que le concedieron “El Efebo de Antequera” y este homenaje que sigue mostrando lo que la ciudad y sus vecinos la querían.
Para terminar, se leyó el manifiesto por parte del teniente de alcalde Alberto Arana, Remedios Valencia y la sobrina de Conchi, Ana Arcas Bueno. Para terminar, se alzaron los globos al cielo, sin soltarlos, moviéndolos como homenaje. Entre tanto, el retrato se le obsequió a la familia, abrumada por las repetidas muestras de cariño a su Conchita.