Tras años soñando, prometiendo maneras, formándose, con carteles y trabajos a pequeña escala, este viernes 24 de marzo marca en su carrera su obra a gran escala. Ángel Sarmiento Burgos (Antequera, 1998) desvelaba en San Juan de Dios su obra “Cordero de Dios”, a venerar como Nuestro Padre Jesús Cautivo con la advocación del Amor en Villanueva de la Concepción que procesionará el Miércoles Santo.
En una ciudad donde parece que ya está todo inventado en el mundo artístico-religioso, el joven de 24 años irrumpe con fuerza desde su tierra al panorama de la escultura de la provincia de Málaga. Tras esta obra, ya prepara un crucificado para Casabermeja.
Filas para entrar y gente que se quedo fuera. El interior a contraluz y el Cristo bajo la cúpula. Juego de luces, palabras de los representantes de Villanueva, del alcalde de la ciudad Manuel Barón y del propio artista. Ángel emocionó con su agradecimiento y dedicatoria.
En una Cuaresma de 2023 tan barroca como sigue siendo Antequera, va Ángel Sarmiento Burgos y nos regala la presentación de su primera escultura a tamaño natural. Una imagen de la pasión del Señor de 1,80 metros de altura y realizada en cedro real. Modelada, tallada y policromada por él durante los últimos tres años. La presentó en la noche del viernes 24 en San Juan de Dios, bajo el título de “Cordero de Dios”, en lo que fue un acto para recordar.
Después de tres años, parece que es su propio hijo: “Es una pieza totalmente mía, desde los primeros bocetos hasta los últimos detalles. Es la primera imagen de este tamaño y es algo muy especial”, comparte con una sonrisa.
Casualidades de la vida, es para la cofradía de Villanueva de la Concepción que “de chiquitito yo le vestía la Virgen”. Ahora, por un amigo de Almogía, “me dijo que me iban a llamar y así lo hicieron. Aún no me lo creo”. La imagen hace referencia “al momento en el que tras azotarlo y coronarlo, presentan a Cristo al pueblo. Como cordero fue llevado al matadero…” recoge la Biblia. De ahí que “el Cordero es el título del proyecto artístico, inspirado en el cuadro de Zurbarán”.
Ahora, tras el acto en su tierra, se traslada a Villanueva de la Concepción para su bendición y primera procesión el Miércoles Santo como Nuestro Padre Jesús Cautivo con la advocación del Amor.
Al ser la primera obra, “quería buscar algo diferente, englobando una sensación, una trazar paralelo, una pieza devocional con producción artística mía”.
Ver su primer trabajo nos evoca al siglo XVII, al barroco español con reminiscencias italianas, donde une el arte con la devoción al pueblo. “Cuando afrontaba la pieza, tenía muchas referencias y quise ir a lo mejor que tiene la provincia, como Pedro de Mena, Fernando Ortiz o la Escuela Antequerana”. Aunque reconoce que de cara al futuro “no se sabe por dónde seguiré. Ahora mismo me representa esta corriente y es lo que quiero hacer”.
Contemplando la imagen, nos recuerdas sus facciones al Nazareno de la Sangre. “Para mí es importante que tenga algo que trascienda, con rasgos como parte del rostro, y es cierto que tiene sus semejanzas como la zona del bigote del Nazareno”.
Sarmiento Burgos huye del hiperrealismo y se centra más en un naturalismo idealizado. A pesar de lo que el rasgo de la sangre es espectacular, parece que acaba de manar de Él. “La sangre de Cristo es el alimento del cristiano y pintarla seca sería algo contrario al mensaje. Su sangre siempre está viva y eso es lo que he querido representar”.
Le preguntamos lo más complejo que ha tenido esta imagen. “Pasa desapercibido, pero es que parezca de pie. Para mí era fundamental que se apoyara sobre el pie derecho, tenía que ser todo naturista y creo que se ha conseguido”.
Le exponemos si ha tenido respeto a la hora de realizar la imagen por lo que representa. “Yo veo al Señor en Él. Yo soy muy creyente. Desde que lo esbozas, ya lo ves. No me puedo abstraer de lo que estoy haciendo”.
Una imagen que le marca a Sarmiento Burgos: “A mí lo que más me emociona es que detrás de la imagen esté el tratar a Cristo con referencia a la obra del Cordero de Zurbarán del Prado”.
Hablando de padre, ha querido que el suyo participe y le haga la corona de espinas. “Me emociona mucho porque mi padre ha trabajado con muchos escultores, realizando clavos, argollas y en este caso, le dije que me hiciera algo de hierro dulce, forjado… donde el Cristo no lleva espinas porque un hombre tan bueno como mi padre nunca le pondría espinas al Señor”.
Terminamos la entrevista y la pedimos nos aconseje desde dónde verlo: “Desde el frente, abajo, que se le busque la mirada”. Y ahora, a por el Cristo de Casabermeja y con el sueño de aportar una imagen a nuestra Semana Santa. “Para mí es fundamental que no esta imagen aparente ser de la época que es, y eso lo hago mirando a mi ciudad, que con lo que tenemos aquí, trabajar para Semana Santa está ya construida, son pocas oportunidades las que hay”, pero obviamente “para mi ciudad siempre estaré a su disposición para lo que necesite”. Seguiremos atentos.
