La Hermandad del Rocío de Antequera culminaba el Solemne triduo oficiado en su sede canónica de la iglesia parroquia de San Miguel con el XXVII Pregón Rociero encomendado a su hermano Carlos Montes Corredera.
El vocal de protocolo de la corporación plasmaba en el transcurso de este emotivo acto sus vivencias rocieras en “una expresión profunda de fe, de devoción y de amor inquebrantable a nuestra Madre, la Virgen del Rocío”, tal y como se destaca desde la propia Hermandad.
Montes emocionaba a los asistentes por revivir momentos imborrables, por recordar la importancia de hacer Hermandad, y por hacer sentir el Rocío en cada palabra pronunciada.
Sus palabras estuvieron cargadas de un amor sincero y profundo hacia la Blanca Paloma. “Ese amor que es reflejo de lo que sienten cada uno de los hermanos que forman parte de esta Hermandad”, manifestaba la corporación como muestra de agradecimiento.
La iglesia de San Miguel lucía un altar de cultos extraordinario presidido por su Simpecado ante un gran dosel, y contaba con una nutrida presencia de fieles entre los que se encontraba el alcalde Manuel Barón y las concejales Elena Melero y María Enrile, el director espiritual P. Tomás Pérez Juncosa, o la viceconsejera de Justicia, Administración Local y Función Pública, Ana Corredera.
