La Patrona de la Ciudad, la Virgen de Los Remedios, ha concluido sus cultos anuales con la misa celebrada en La Trinidad con procesión de regreso a su templo en la tarde-noche del lunes 8 de septiembre, fiesta local, con más gente en las aceras, y un ordenado cortejo que ha pasado por las calles del barrio trinitario y del centro de la ciudad. El aún arcipreste padre José Amalio González Ruiz ha presidido la Eucaristía, a cuyo término, ha salido la procesión pasadas las 20 horas de la iglesia trinitaria, a la que acude por el 50 Aniversario de la Virgen de La Piedad en la Cofradía del Rescate.
La procesión de regreso a su templo fue emotiva nada más salir, al tener un gesto y recuerdo a un hermanaco fallecido meses atrás y que llevó varios años a la Virgen de Los Remedios. Destacado número de gente por la Cruz Blanca y calle Lucena, con un cortejo que lo abría la Banda de Cornetas y Tambores de Los Amigos de la Música de Antequera que agradó por sus buenas interpretaciones, como tiene acostumbrado ya al público que la presencia. Seguían los guiones del Rescate y de la Esclavitud de Los Remedios, monaguillos, un gran grupo de acólitos con dalmáticas y el templete de la Patrona Mariana.
Este año ha estrenanado andas de aluminio reforzado rematadas en cantoneras en metal plateado, realizadas en los talleres lucentinos de Gradit, que sustituyen a las metálicas, así como una nueva marquilla en consonancia con el templete antiguo del siglo XVIII, y la renovación de toda la estructura interior, lo que reduce el peso. Las mejoras han sido sufragadas por el Grupo ASV Servicios Funerarios. Por otro lado, el doctor y bordador José Rafael Rodríguez García ha regalado en nombre de su familia, una saya bordada en oro fino sobre tela color blanco roto. Tras la Imagen, representación del clero local y del Ayuntamiento, presidido por el alcalde Manuel Barón y el Pendón de Antequera, portado por la concejal más joven presente, la edil Eugenia Acedo. Finalizaba la Asociación Musical José Antonio Galán y devotos.
Tras dejar la Cruz Blanca, bajada por el tramo de Lucena hasta Madre de Dios, entrada por Cantareros, San Luis e Infante don Fernando como culmen de sus fiestas anuales, pasadas las 22 horas. Antes de entrar, mecidas del templete al son de la banda de música, nuevo homenaje al hermanaco fallecido y entrada al templo, donde una Salve marcaba la finalización del día festivo. Más información y fotografías, edición impresa sábado 13 de septiembre (pinche aquí y conozca dónde puede adquirir el ejemplar) o suscríbase y recíbalo en casa o en su ordenador, antes que nadie (suscripción).
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