Antequera vivió su Jueves Santo de 2018 con visitas matutinas a los templos, comidas familiares, asistencia a los cultos en el inicio del Triduo Pascual y procesiones de las cofradías del Consuelo y Dolores.
Desfiles de las armadillas a las 17,30 horas, saliendo en primer lugar la Cofradía de San Pedro a las 18,30 horas. Emotiva oración y «arribas» dedicados al joven Javier Carmona Ríos, emocionándose los directivos y familiares.
Cambios en el palio de la Virgen del Consuelo: la reforma que se fraguó entre los años 1947 y 1962 se le suma una nueva que empieza en 2018, sustituyendo la disposición de las andas tradicionales por las barras malagueñas sin la figura propia del puntal y contrapuntal, empezando la nueva canastilla y arbotantes, así como la peana y las nuevas bambalinas del palio, esta vez todas juntas sin estar separadas ni bordadas aún.
Mientras que en el Cristo de la Misericordia, se estrenaban las últimas cartelas de Juan Vega, así como en ambos tronos se introdujeron las figuras de los «submarinistas», bajo las canastillas y aprovechando el sitio de las andas por la parte interna.
Los de San Pedro en busca de los de Santiago
Comenzó la procesión calle San Pedro hacia abajo, rumbo a Santiago, donde la cruz guía y los maceros abrían la comitiva, seguida del guión presidencial, en el que la hermana mayor Macarena Mellado le acompañaba el alcalde Manuel Barón, entre otras representaciones.
Luego, el cuerpo del Cristo de la Misericordia, con un inicio de diez, aplaudido por el público que llenaba la plaza, donde empezaron meciendo al ritmo de las marchas interpretadas magníficamente por la Agrupación Musical “Nuestro Padre Jesús Nazareno” de La Roda de Andalucía, que no paró de interpretar piezas. Luego fueron al paso en vez de la carrerilla, aprovechando algo tener detrás a una de las mejores bandas que han pasado por Antequera en los últimos tiempos.
Y cerraba la Virgen del Consuelo, que se gustaba sobre su nuevo palio, donde los hermanacos también quisieron mecer lo mejor posible y aprovechar el buen hacer de la Banda Municipal de Música de Casabermeja, que ya es parte habitual de la mayoría de las imágenes marianas en la ciudad.
El sol dio la bienvenida a la Cofradía de los Servitas
En Belén, salida ordenada desde el interior del templo conventual de clarisas, donde salió ordenado el cuerpo procesional, iniciado por la cruz guía y el guión presidencial, donde al hermano mayor Julián Fernández le acompañó el primer teniente de alcalde José Ramón Carmona, así como otras autoridades y cofrades.
Abría el tramo del Señor Atado a la Columna, meciendo al ritmo de la Banda de Cornetas y Tambores “Santísimo Cristo de la Verónica” de Antequera, que lo volvió a dar todo.
Más penitentes y el Señor Caído, antes de dar paso a la Virgen de los Dolores Coronada, radiante en su museo andante con bordados, imágenes y riqueza cofrade de los siglos XVIII y XIX, siendo el más puro estilo antequerano que se conserva.
Y cerraba la Asociación Cultural-Musical “Manuel de Falla” de Hornachuelos, banda cordobesa que agradó por su buena interpretación musical.
Unidas desde Santa Eufemia
Y llegó el momento esperado, a las 19,30 horas comenzaba la espera de fusionar ambas cofradías en la calle, como así lo hicieron desde la Plaza de Santiago. Las bandas de La Roda y Antequera avivaron el momento, tan añorado cuando se abrazaban los hermanos mayores y se transmitía al entorno. Mejoró la calidez, sobre todo al llegar el Cristo de la Misericordia, pero aún se pide más entre las dos advocaciones marianas.
Pasada por la Carrera de Madre Carmen donde el frío se hizo presente tras una plácida tarde, lo que llevó a la merma de público en las calles del centro de la ciudad. Paso por el Ayuntamiento y saluda a la Patrona Virgen de los Remedios y discurrir por San Luis, calle Cantareros, Madre de Dios y subida por Lucena hasta la Cruz Blanca.
Despedida en la Cruz Blanca y «vegas» para terminar sus procesiones
A las 12 de la noche, las cofradías se despedían en la Cruz Blanca, momento en el que los de Servitas se dirigían por calle San Pedro hasta Belén y los del Consuelo bajaban por Cruz Blanca hasta La Trinidad para bendecir, primero los campos y luego «subir» las vegas» por una abarrotada avenida donde la prevención de Protección Civil y fuerzas de seguridad volvió a repetir el milagro de subir sin problema alguno.
Mientras que el Cristo de la Misericordia y la Virgen del Consuelo se «encontraban» en la Plaza del Triunfo, los de los Dolores llegaban a Santiago. Y tras encerrarse, «vegas» hasta los Cerretes con bajada posterior con el particular paso y vítores y petalada a la Virgen de los Dolores.
Y pasadas las 3 de la madrugada, los tres tronos se encerraban de nuevo en su templo. Culminaba un Jueves Santo en el que los Servitas siguen siendo custodios del estilo antequerano con tronos casi sin cambios desde siglos atrás y los de San Pedro, como ya realizaron a mediados del siglo XX, vuelven a aventurarse en cambiar su palio.
Ahora, ya en Viernes Santo, día grande por tener a tres cofradías previstas para salir por la tarde-noche, con 10 tronos y las «vegas» por las pinas cuestas, ante el fin de semana con la Vigilia Pascual y el Domingo de Resurrección como culmen de la Semana Santa de Antequera de 2018, la del Centenario de El Sol de Antequera y el 75 Aniversario de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa.
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