sábado 4 mayo 2024
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Salvador Cruzado emociona al presentar el Cartel de la Semana Santa de Antequera de 2024, pintura de Ángel Calle

La Semana Santa de Antequera de 2024 ya tiene Cartel. Se trata de una pintura que recoge a la Virgen de la Soledad en su capilla ante la presencia del Santo Entierro.

Salvador Cruzado pregonó cómo un artista que creció fuera de su tierra, Ángel Calle, regresa por la puerta grande para plasmar a su Virgen de la Soledad, que tanta pasión despierta entre sus vecinos, devotos y el propio presentador.

Justo el día que se presentó el Cartel de Sevilla con la polémica que ha suscitado, en Antequera se sigue a lo suyo: Barroco y un cofrade que desvela el sentimiento de un artista de la tierra. Además, se entregó a la pregonera, Elena Melero, las pastas para su Pregón que tendrá lugar el próximo 16 de marzo en Los Remedios.

El Carmen citó al mundo cofrade de la ciudad y al de Málaga, entre los invitados, el esperado pregonero de la Semana Santa de 2024, Augusto Pansard, que maravillara a la ciudad con el Pregón del Lunes Santo del pasado año. Y en presidencia, el alcalde-pregonero Manuel Barón.

El acto fue conducido por la secretaria de la Agrupación, Purificación Pérez, fiel a su forma de presentar, sabiendo llevar el hilo conductor. Describió el acto que iban a vivir con la Virgen del Carmen presidiendo el altar mayor.

Dio pasó a la Coral Ciudad de Antequera, que abriría el acto con un concierto. Dirigida por Manuel Ruiz, contando con el pianista Antonio José Henares, quienes compartían el «sueño de convertirse en una nueva coral» tras fusionar a la de La Salle y San Sebastián.

Entraron y salieron como un desfile de la armadilla, por el pasillo de la nave central el templo barroco. Interpretaron «Benigne fac domine» de Eduardo Ocón, «Libérame» del Réquiem de Fauré, el Ave Verum Corpus de Gounod, el «Signore delle Cime de Giuseppe de Marzi y la Sangre y la Gloria, marcha de Alonso Lozano. Fueron muy aplaudidos.

Siguió la secretaria del órgano cofrade para ser quien presente a Cruzado. De él dijo que era una persona muy querida por su barrio, pro su cofradía y por los devotos de la Virgen de la Soledad.

Hermano mayor de la Cofradía de la Soledad, licenciado en Derecho, ejerce en la actualidad como jefe de negociado en el Área de Contratación Pública Estratégica en el Ayuntamiento de Málaga. Vinculado a la Cofradía de la Soledad desde hace 30 años, ha sido fiscal, mayordomo, teniente de hermano mayor y hermano mayor entre 2017 y 2021.

Será quien desvele el cartel, encargado al artista Ángel Calle Matas (Antequera, 1935). Quien en Madrid, cursó en el Centro Politécnico Superior de Fomento de las Artes y de la Estética (FAE) en Arquitectura interior e Historia del Arte.

Ha pintado varias obras en Málaga y Antequera, como el Cartel del Rosario en el año 2020 o el de la Cofradía de los Estudiantes en 2022. Además, es académico de honor de la Real Academia de Nobles Artes de Antequera.

La Presentación de Salvador Cruzado

El inicio fue espectacular. Fue cuando compartió: «Hoy, con el permiso de Puri, de José Manuel Cantos, de Trinidad Calvo y su junta permanente, y de mi mujer y mis padres, esta presentación la dedico a la memoria de mi suegro, Pepe Jiménez».

Cruzado expuso que cuando terminaba esta presentación, falleció el conocido taxista Pepe Jiménez, padre de su mujer y abuelo de sus hijos, por lo que con el permiso de las autoridades, quiso dedicárselo.

Salvador empezó pregonando a la Semana Santa de Antequera: «Veo recuerdos de niñez en balcón o citarilla, esperando ver llegar a la bella Dolorcilla. Con el pecho atravesado va por una daga de amargura pero no por ello pierde su incomparable dulzura.

Veo un firmamento de terciopelo bordado de estrellas, y una luna posada a los pies de la que contemplo como la Dolorosa más bella.

Veo guerreros sin casco, que por la empinada cuesta se acercan y, levantando al cielo lanzas de amistad, gritan a una voz: ¡A la vega!

Veo notas musicales, lamentos de canción en las ventanas, nubes de incienso, y otras que flores descargan, que al suelo van parar, sobre una cola dorada que siempre un infante debe portar.

Veo promesas en forma de penitente que acompañando a la Madre van, que no se separan de su vera por más que cueste caminar.

Veo una oración compartida, cuando en la mañana se escuchan doce campanadas seguidas. La suave fragancia de las rosas y la cara de emoción de mis hermanos me anuncian que todo está consumado, que el Hijo ha muerto, que Ella sola está, y que otro Viernes Santo ha llegado.

Veo la ciudad por donde siempre sale el Sol. Veo el paraíso en la Tierra. Veo la cuna de generaciones perdidas.

Veo tulipas, faroles, bambalinas, cera derramada en las esquinas, ofrendas en altares, toques de campana y emocionados “arribas”.

Y estoy seguro que lo que veo en mi lienzo en blanco te encanta, pues todo esto, y mucho más, es mi Antequera, en Semana Santa».

Dejó su amplia pincelada que le lleva a ser candidato de todo lo que las cofradías y cofrades quieran ofrecerle para que vuelva a deleitar como lo hizo en su iglesia del Carmen.

Tras el saludo protocolario, hizo una pregunta que fue el eje de su intervención: «¿Se puede dibujar un sentimiento? Esto mismo preguntaba hace un momento nuestro inexperto aprendiz a su maestro. Y yo, ahora, convencido estoy de ello.

Pues esta obra, que celosamente ocultada ha sido hasta ahora, y que está llamada a convertirse en el Cartel oficial de la Semana Santa de Antequera de 2024, así lo corrobora».

Empezó viajando en el tiempo cuando Ángel Calle, autor del Cartel, «entre juegos en la calle con sus hermanos Pepe y Rosarito y sus amigos Enrique, Paco, Carmelita Medina …, entre otros, leyendo cómics de Roberto Alcázar y Pedrín, intercambiando cromos, fabricando improvisados balancines en el ático de su casa e, incluso, construyendo “tronos chicos” para portar a San Luis, aunque la fragilidad de la estructura y la trastada de algún chiquillo, hicieran, y lo digo textualmente, que el Santo acabara con la cabeza perdida.

Y es que, Ángel, pese a su edad, sintió desde bien temprano una predilección especial por el arte en su sentido más amplio: pintura, arquitectura, mobiliario interior…».

Tras recorrer su vida entre Madrid y Málaga y compartir todos los carteles que ha realizado, llegaba el momento de relacionarlo con el acto de hoy. «Ángel, sin conocernos de nada, la Virgen de la Soledad ha querido que nos encontremos hoy, y que vuelvan a tu mente los recuerdos de niñez entre juegos con tu amiga de la infancia, Carmen, de Martirio, que a la postre se convertiría, casualidad o no, en la abuela de mis hijos».

Momento en el que pidió a la presidenta de la Agrupación, Trinidad Calvo, y al autor del Cartel, Ángel Calle, para que subieran y desvelaran el Cartel. De grandes dimensiones, sorprendió por el detalle, por la figura de la Virgen y el gesto de repartir una postal por los bancos para que la gente pudiera verlo con detalle.

«A buen entendedor, pocas palabras bastan. Como ya dijera nuestro autor, hace un tiempo, “lo dicho con el color y la pintura no puede ser dicho con la palabra ni con ningún medio de expresión”, haciendo suyo el decir de Van Gogh.

No obstante, intentaré poner voz a cuanto vemos en el lienzo, haciendo un alarde de valor y dejándome la piel en el intento. Antes que nada debo aclarar que, por expreso deseo y concepción del pintor, no es éste un cartel sino una obra, sin alusiones a la ciudad ni al motivo por el que se elabora. El artista regala a Antequera una obra, pues un cartel es una técnica publicitaria destinada a proporcionar una información que pueda ser rápidamente asimilada».

Profundidad que, «de forma clara se evidencia en esta obra, que muestra tres planos diferenciados, que van difuminando la imagen y hacen que la cercanía de Ella, la Virgen de la Soledad, dé paso al traslado angelical del Cristo Yacente, que va avanzando hacia el fondo muy lentamente, hasta que la vista del espectador se pierda en el altar de la Capilla de la Soledad, en su Iglesia del Carmen, finalmente».

«Un triángulo perfecto se dibuja en su silueta, cuyos tres vértices naturales: Encarnación, Pureza y Maternidad Divina, confluyen en Ella. Representarla ha querido el autor en todo su esplendor y, para ello no ha escatimado esfuerzos, convirtiéndose en orfebre, bordador y hasta vestidor».

Cruzado describió de todas las formas posibles el Cartel, pregonando a su Virgen e la Soledad. «Sentimiento es la palabra que define el resultado, porque sentimiento es lo que ha puesto el pintor al cumplir este encargo; sentimiento hacia una Madre que, rota de dolor, contempla a su Hijo muerto y sepultado; sentimiento el que ha volcado el artista para obsequiarnos con este regalo; y sentimiento por una ciudad que más temprano que tarde debe verlo recompensado».

Y volvió al principio cuando volvió a compartir un diálogo: «Querido discípulo, inquirió el maestro: ¿Sigues pensando que no es posible dibujar un sentimiento? Ni por un asomo, apreciado maestro, pues la pintura me dice que certera realidad ya se ha hecho. El oírlo celebro, y por ello el pincel yo te entrego: Ha llegado tu turno, amigo mío. Abre de par en par tu alma y dime qué sentimientos te despierta la pintura al mirarla. Y cuando lo hagas, y las lágrimas sin control sientas deslizar por tus mejillas, podremos gritar satisfechos al viento que esta obra, que era solamente mía, a partir de entonces será de propiedad compartida».

Para finalizar, piropeó al barrio del Carmen: «Barrio de mañanas al alba, de vivir en la plaza, de tardes de verano sin siesta, de meriendas de pan con alas, y a la calle a hacer trastadas, de noches de silla en la puerta hasta las tantas de la madrugada. Barrio de infinitos recuerdos de infancia, de amigos que, por suerte, aún hoy aquí me acompañan. De otros que muy jóvenes se fueron, y que a diario echaremos de menos».

No quiso dejar aprovechar la oportunidad para mostrar reivindicaciones: «Somos uno y eso es todo: yo te pido y tú me entregas; lo que necesites, te voy a dar. Un sentimiento fraterno convive en la Casa del Padre, dos advocaciones preciosas de la que ha de ser la única Madre, y es que en El Carmen todos caben, porque aquí nos da igual la edad, el estado civil y la orientación sexual. Y yo ahora lo miro de fuera y no puedo dejar de pensar, que millonario soy desde que llegué a la Tierra, porque Soledad del Carmen se llama, la madre perfecta».

Y terminó pidiendo a cada uno que pase lo que pase, pinte su propio cartel de sentimientos: «Y esta, queridos amigos, es la verdadera historia entre un humilde aprendiz de presentador, y el autor, que es un auténtico maestro.

Y con el permiso del maestro doy ya la última pincelada a esta obra, que desnuda se encontraba hace apenas unas horas … pidiéndoles que pinten, pinte cada cual la obra cumbre de su Cuaresma y la Pasión que a ésta le suceda, e impregnen su paleta con los colores que nos ofrece la Semana Mayor de Antequera».

El acto terminó con la entrega de agradecimientos a los protagonistas del acto, así como las pastas del Pregón a la pregonero Elena Melero, que exaltará la Semana Santa de Antequera de 2024 el próximo 16 de marzo.

 

 

 

 

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