jueves 25 abril 2024
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El ‘gran capitán’ Andrés Kogovsek: «Daría la vida por volver a vestir los colores del Antequera»

En tan sólo 5 años, supo ganarse el cariño de la afición del Fernando Argüelles, ascendiendo a Asobal y siendo capitán en la Copa del Rey de Zaragoza. Su nombre luce en la grada.

Para ser un referente, no sólo bastan los títulos y resultados; hay que ser además buena persona. La sencillez y humildad del argentino Andrés Kogovsek caló en la grada del Argüelles, donde hoy mantiene buenos amigos. Su amor por esta tierra es tanto que fue nombrado Hijo Adoptivo en 2013.

Ante el mes previo del inicio de la liga atípica por la pandemia y por la fase de grupos, entrevistamos al que fuera capitán del entonces Balonmano Antequera, Andrés Kogovsek, quien fue presentado el 25 de noviembre de 2004 y se despidió el 16 de mayo de 2009. Hoy, sigue jugando en su país, Argentina, la Sociedad Alemana de Gimnasia de Villa Ballester en División de Honor A. Vive confinado como todo su país, acompañado de su mujer Ileana Spittle, y sus dos hijos que vivieron en nuestra ciudad: Ian y Mirko.

Fue capitán de la Selección Argentina con más de 200 partidos internacionales, siendo uno de sus máximos goleadores. Participó en 7 mundiales absolutos y 2 júnior. Con Argentina, consiguió cuatro Campeonatos Panamericanos, un Juego Panamericano, un juego ODESUR y dos Campeonatos Sudamericanos. Participó en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 donde se retiró de la selección nacional. En sus equipos, quince títulos con la Sociedad Alemana de Gimnasia de Villa Ballester.

Comenzó su carrera deportiva en el club actual hasta que fue fichado por el Club Balonmano Antequera, que estaba en División de Honor B, ascendiendo a la Liga Asobal. En su despedida, el club retiró su camiseta con el número 7 que se colocó con una lona con su fotografía en las paredes del Pabellón. Cuando fue nombrado Hijo Adoptivo, nuestro recordado y amigo suyo que fue, Ángel Guerrero, respaldó y promovió previamente la propuesta: “Fue el estandarte de la recuperación de la furia que Fernando Argüelles y la generación de mejores deportistas antequeranos plasmaron en nuestra ciudad. Con su fuerza y talento, el capitán argentino lideró un equipo que ascendió a ASOBAL, la mejor categoría de Balonmano en nuestro país, entonces también en Europa”.

Tras ser aprobada por el Ayuntamiento, presidido por el alcalde Manuel Barón, Andrés se emocionó: “Antequera forma parte de los mejores años de mi vida, una tierra donde jugué maravillosos años con los mejores compañeros que pude tener. Y además, Antequera me dio un hijo, por lo que la llevo siempre en mi corazón”.

Un Kogovsek que se implicó con las tradiciones antequeranas, compartiendo ratos con las peñas de balonmano, participando de las tradiciones como la Semana Santa, y siendo siempre caballero y noble persona. “En nuestra edición digital abrimos una noticia para que te unas a la petición”, siendo respaldada por aficionados, amigos y compañeros.

 

https://www.youtube.com/watch?v=i-3G1dpfdbc

La entrevista por vídeollamada con el recordado capitán con corazón antequerano

Tras la introducción, la entrevista pura y dura. Empezamos preguntándole si añora Antequera: “Aquí siempre llevamos a Antequera en el corazón y la portada que sacaste la tengo en mi casa enmarcada como muchas otros cuadros de Antequera que me han obsequiado. En cada rincón encuentras algo de la ciudad porque somos parte de la ciudad. Tengo un hijo antequerano de 11 años y le inculcamos sus raíces y su tradición. Lo tiene incorporado porque vivió ahí muchos años y fue al colegio. Aunque es argentino también es antequerano. Mi mujer y yo lo llevamos en la sangre. Es una alegría volver a encontrarlos y en breve cuando todo esto pase ir a la ciudad y volver. Lo teníamos planificado antes de todo esto, pero tendremos que esperar a que la pandemia acabe para ir y ver a los amigos. La verdad es que se extraña mucho y ojalá el día de mañana nunca se sabe si acabaremos viviendo allí”.

Argentina, como todo el mundo, padece la pandemia, ¿cómo lo llevan por allí?: “Nosotros empezamos el 20 de marzo el confinamiento y seguimos todo lo que es Buenos Aires, en la parte capital, y estamos en un pico alto. En las zonas menos pobladas las restricciones son más leves. No sabemos realmente hasta cuándo porque no sabemos si es el pico, qué pasará cuando llegué el calor aquí”.

¿Y de España qué sabe?: “Me gusta mantenerme informado de lo que pasa en España de todo el camino que seguís ustedes ahora con la feria truncada. Luego, aquí, el verano y más libertades  y creo que un poco parecido va a ocurrir aquí. Pero bueno la verdad es que quedará en los libros de historia y hay que llevarlo de la mejor manera posible y los que somos creyentes, como yo, pedimos a Dios que esto acabe pronto”.

¿Cómo pueden llevar tanto tiempo encerrados en las casas?: “Es un momento de trabajar la cabeza positivamente por el tiempo que llevamos en casa y hay momentos de depresión. Pero siempre trato que los fines de semana, aunque no se puede jugar, poner un gol por las redes sociales porque eso tarde o temprano volverá y volverá siempre y a la larga todo volverá a la normalidad o a algo parecido. Hay que ser positivo y ayudar al negativo. Esto se saca adelante entre todos”.

¿Cree en la unidad de todo el planeta para superar la pandemia o habrá diferencia entre los continentes?: “Por supuesto. Es un gran desafío para el mundo que el mundo tiene que salir adelante. Debemos demostrar que estamos para grandes cosas y que estamos juntos y juntos saldremos de esto. Aquí no hay razas ni países hay que volver a la normalidad porque las secuelas a todos los niveles son importantes”.

Daría todo lo que fuera con volver a jugar en el Argüelles

Vamos a hablar de Balonmano. Lorenzo Ruiz y Quino Soler en el banquillo; Diego Moyano y Chispi en el equipo y este año el regreso de Rafa Baena. ¿Si le llamaran, volvería a jugar con el Antequera?: “Ojalá. Daría la vida por volver a vestir los colores de Antequera. Sé que están armando un gran equipo y que el cuerpo técnico con Lorenzo, Quino… está haciendo un gran trabajo y cuando puedo le mando algún mensaje. La presidenta también hace una gran labor. Cuando todas esas patas de la mesa están bien alineadas sale un gran resultado. En un año complicado como ese le tengo mucha fe e ilusión. No hay que anticiparse, pero está bien anticipado todo”.

Son muchos con los que compartió vestuario en su etapa en Antequera: “Con Quino he compartido entrenamiento, habitación de viajes… He aprendido mucho y es de los mejores jugadores con los que he compartido balonmano. Me enseñó mucho de juego, pero mucho más de la calidad humana. Es un amigo que me dio la vida y le tengo a su familia un cariño muy especial. Con Chispi, con Rafa Baena que ha vuelto ahora, Nacho Soto… muchos partidos y recuerdos. Había muchos chicos de la cantera que han crecido y me ha encantado verlos crecer y me pone muy contento que sigan defendiendo los colores del club y es lo más lindo que puede pasar que un chico de la ciudad juegue en el equipo”.

A pesar de la pandemia, viendo el juego de pasadas campañas, la injusticia de la última temporada y los fichajes de la nueva… ¿ha llegado el año de volver a Asobal?: “Va a suceder porque cuando las cosas se hacen bien a la larga salen las cosas. Como dice Lorenzo, partido a partido, y no hay que mirar más allá de septiembre, nunca se gana hasta que se llega al minuto sesenta, la liga es larga y hay que llegar bien hasta el final, no sólo al principio”.

¿Le gustaría volver a sentir la pasión de la grada del Fernando Argüelles?: “Ojalá que pueda suceder. De mis últimos vídeos hablo de esa Copa del Rey y de la gente que fue a Zaragoza, algo inolvidable. Venir al Fernando Argüelles se caracterizó por una gran presión al rival, no sólo con los grandes, la afición nos ayudó mucho en los partidos contra Pozoblanco, Logroño y aquellos equipos duros que cuando venían no era fácil. Jugábamos con 8: esa es la verdad”.

 

Fechas para no olvidar de su paso por Antequera

Llega el momento de la entrevista en el que le proponemos exponerle una fecha y le preguntamos si recuerda lo que pasó. Empezamos: 25 de noviembre de 2004: “El inicio de la mejor etapa de mi vida con esos años en Antequera y la decisión de lo más lindo que me pasó en la vida. Ahora que pasó el tiempo y uno mira hacia atrás agradezco a Dios haber fichado por Antequera en aquel momento en el que peleábamos por mantenernos en División de Plata y al año siguiente la tabla se invirtió, fuimos campeones y los años en Asobal. Yo soy un agradecido al club, a la ciudad y a lo que viví en Antequera”.

El 22 de abril de 2006: “Inolvidable… el ascenso a ASOBAL, todos mojados en la fuente, las fotos con la directiva, la afición, los compañeros, la vuelta en tren por la ciudad. Desde el principio de la pretemporada se vio que ese equipo tenía una mística diferente, podía ganar o perder, pero lo dejaba todo en la cancha”.

Continuamos, el 2 de junio de 2007: “El día que conseguimos la permanencia en Asobal contra Almería. Merecido porque lo merecíamos, hubiera sido una tristeza descender por el proyecto que la ciudad estaba formando para permanecer varios años la máxima competición. Lo  vivimos como un festejo, toda la gente que nos acompañó y los que nos esperaban a la vuelta tras lograr la permanencia”.

Una foto de dos capitanes el 18 de abril de 2008: “¡Hombrados y yo! Me acuerdo ese abrazo y ese apretón de manos. Fue muy especial porque eso lo había vivido con las selecciones jugando con Argentina, pero no me había pasado en una Copa del Rey aunque sí en Asobal. Lamentablemente nos tocó el mejor, pero nos dimos el gusto de hacerle partido al mejor. Quedó para la historia que jugamos contra el Ciudad Real porque tenía un equipazo, dos equipos en uno. El año anterior celebramos la permanencia y al siguiente disputamos la Copa del Rey”.

Terminamos este cuestionario: ¿Y el 16 de mayo de 2009?: “Mi último día, pero el más feliz de mi carrera, porque Antequera tuvo un detalle conmigo, me retiró la camiseta y esa despedida que tuve que te juro que cada vez que hablo de ello tengo que contenerme porque me emociona mucho. Fue muy fuerte no sólo para mí, sino para mi familia, cuando volvimos en el 2013 que mis hijos vean la foto de su padre en el estadio fue muy fuerte y queremos volver a hacerlo en breve. Y para mi familia en Argentina, que sabe que hay un cariño y un amor tan grande recíproco entre ambas partes. Fue el punto y final de mi experiencia en la mejor liga del mundo porque era la NBA del balonmano y poder haber jugado esos años en Antequera, puedo morirme feliz”.

Ante esta nueva temporada: la pandemia y el soñado ascenso

Vamos a terminar por la temporada que está por empezar. Pretemporada, incertidumbre de poder o no acudir a las gradas y sueño y deseo de ascender. “Obviamente del lado del jugador vamos a pensar en ascender, pero del lado del aficionado de Antequera uno quiere saltar etapas porque creo que si asciende se va a quedar por mucho tiempo”.

¿Y cómo hay que afrontarla?: “Primero que lo tengan como una ilusión cada vez que se vayan a dormir porque jugar en Asobal es el sueño más grande de un jugador de balonmano. Entonces que lo sueñen cada vez que se vayan a dormir. Los sueños a veces se hacen realidad”.

Muchos de los jugadores ya saben lo que es jugar en Asobal: “Pues a los que ya lo han vivido que guíen a esos chicos por el camino que deben hacerlo y que antes de cada partido, antes de jugar y se pongan la camiseta, sepan que hay que dar la vida contra cualquier equipo. Y con esa mentalidad jugar y entrenar porque yo siempre digo que se juega como se entrena, es importante entrenar como si fuera un partido porque después en el partido ahí estás tú para comértelo”.

¿Y cómo afectará el coronavirus?: “Va a ser una temporada con otro condimento externo y social que va a afectar porque es una experiencia nueva. Hay un cuerpo técnico excelente, un equipo maravilloso y una buena directiva. Siempre hay buena gente yo siempre digo que las cosas pasan cuando hay buena gente”.

¿Qué le dice a quienes le siguen manteniendo la amistad y cariño, a quienes le llevaron a nombrarle Hijo Adoptivo, a quienes le saludan por las redes sociales o a quienes le mandan un Especial de Semana Santa?: “Primero, gracias porque todo ese cariño y amistad que creamos en los años que estuve se mantienen con los años y eso no tiene precio. Los mensajes de cumpleaños, hablar por teléfono es algo que para mí, extraño muchísimo. Quiero ver al Antequera en la grada lo más pronto posible y agradecer lo que logramos porque no sólo fue nuestro, sino porque la afición y la ciudad nos dieron un apoyo, un ánimo increíble. Hemos vivido buenos y malos momentos y siempre han estado ahí y eso no tiene precio. Incluso en esos malos momentos tiene más valor porque es cuando más necesitas una palmada y ese año que nos salvamos contra Almería lo hicieron. Como ya he dicho antes, hay que tener todas las patas de una mesa, no solo jugadores, si que todo está alineado y algo bueno pasará seguro”.

Le volvemos a notar con ganas de regresar a vivir en Antequera: “Nosotros, con mi esposa, siempre hablamos y los chicos están creciendo y están en el colegio. Pero vivimos con la ilusión de volver porque es nuestra casa. ¿De qué manera? Pues el tiempo dirá. Yo soy una persona que se adapta a todo y hace lo que tenga que hacer para que mi familia esté bien. Si vuelvo, ayudaré y con alegría porque tengo amigos, mi hogar… Vivir allí sería magnífico. Buenos Aires es mi casa y Antequera es mi sitio en el mundo y volveremos, lo tengo claro”.

Terminamos con su agradecimiento por volver a llamarle desde Antequera. “Es la entrevista más linda de la pandemia, porque Antequera es todo, tengo aquí conmigo la camiseta. Somos agradecidos de por vida a la ciudad y al equipo le deseo lo mejor porque si a ellos les va bien, a nosotros también. Ojalá nos veamos pronto porque somos una familia”.

Hay personas que dejan huella. Fernando Argüelles pone nombre al pabellón con su leyenda de la garra que puso. Falta un gran homenaje al entrenador Manolo Porras, quien inculcó los valores y la pasión por el balonmano, dando la gran cantera de, jugadores, primero; y técnicos después. Y los hay como Andrés Kogovsek, que vivió los años grandes al ascender a Asobal. De nuevo nos deja con esa puerta abierta a volver para vivir aquí. Todo deporte, toda profesión, tiene que tener personas donde además de trabajar, tengan unos valores y dejen huella, como el caso de Andrés Kogovsek. Como titulamos en 2009: “¡Qué bueno que viniste!”.

 
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