Faltan cinco partidos para terminar el calvario que está siendo el sueño de hace un año de ascender a Asobal. Nuevo partido en casa, nueva derrota, esta vez 22 a 34 ante el Helvetia Anaitasuna, que llevaba cuatro derrotas seguidas.
De un pabellón lleno hace un año para aupar al equipo a ascender, a quedar sólo un centenar en el ocaso en la primera división. Esta vez no hubo sangría en los primeros minutos, al menos se esperó al segundo tiempo.
Con la categoría perdida y el futuro en el aire, había que salir a jugar, pero de nuevo la defensa sigue desaparecida y al menos esta vez hubo ataque y goles con un Rafa Baena que pudo soltarse, Chispi y un Cristóbal que tuvo minutos y protagonismo.
Ahora dos partidos fuera, el aplazado del Valladolid y el Cangas. Luego visitas del Barcelona y el Puente Genil y se terminará fuera en la cancha del Sinfín. Cinco suplicios que marcarán los movimientos para pensar en el regreso a la Plata: hay que dar paso a la nueva generación de la cantera (Lorenzo, Isaac, Álex, Soto, Varo…) y recuperar a la afición perdida.
Sólo un centenar de personas respaldaron al equipo este sábado en un partido de Asobal. Animaron a los suyos y se les notó el apoyo a los de la casa. Habrá más cambios, pero estas dos premisas se auguran fundamentales.
El Anaitasuna esperó rematar al Iberoquinoa
Con la categoría perdida matemáticamente, sólo queda jugar lo que resta de calendario. Ambos equipos se presentaban muy tocados con necesidad de resultados. Hasta los de Lorenzo Ruiz tenían mejor promedio de puntos en las últimas cinco jornadas, pero el Helvetia Anaitasuna sabía que tener que llevarse los dos puntos porque la segunda plaza de descenso estará en vilo hasta el final.
Nada más empezar, falló el sistema defensivo que dejó pasillos al ataque visitante para batir una y otra vez a Moyano. Salvó el acierto y contundencia en ataque de las oportunidades de Baena, Chispi, incluso Cristóbal.
La igualdad se decantó para los visitantes desde el minuto 10 y fue abriendo distancia hasta el 13 a 17 del descanso. Pero esta vez fue en la segunda parte cuando el Iberoquinoa Antequera perdió en el marcador. Los del Anaitasuna siguieron siendo efectivos en ataque (a pesar de algunas buenas paradas de Alarcón que jugó los segundos treinta minutos) y mantuvieron sus 17 tantos.
Ambos conjuntos dieron algo más de intensidad, con la llegada de los contragolpes por parte visitante. Se utilizaron algo más los extremos por parte de los locales, pero fue un espejismo como se está desarrollando durante esta temporada.
En los últimos minutos, se movió banquillo y tuvieron su tiempo Lorenzo Ruiz e Isaac, con el apoyo del público, unidas a las paradas de Alarcón.
Pero nueva derrota, nuevo suplicio, esta vez toca descenso, saber quiénes se quedan y cómo se recupera la conexión perdida con la grada que se ha quedado en un sólo centenar en los últimos encuentros.
• Iberoquinoa Antequera 22 (13+9). Moyano (p), Del Castillo (1), Aymerich (2), Baena (6), Da Silva (1), Grandi (1), Moreno (1) – siete inicial – Alarcón (p), Morales, García, Vinicus (1), Ruiz, Chispi (6, 2p), Ortega (2), Pérez (1) y Castro.
• Helvetia Anaitasuna 34 (17+17). Bar (p), Gastón (3), García (5), Chocarro (4), Izquierdo (3), Del Arco (1), Bonano (2) – siete inicial – Cancio (p), Bazán (1), Fernández, Etxeberría (2), Meoki (1), De Souza (4), Bulkin (1), Ganuza (3) y Redondo (4).
Árbitros: Sebastián Fernández y Alberto Murillo, del colegio andaluz. Excluyeron por parte del equipo antequerano a Grandi y por parte del conjunto visitante a Bulkin.
Incidencias: Encuentro perteneciente a la vigesimosexta jornada de la Liga Asobal celebrado en el Pabellón Fernando Argüelles ante unos 120 espectadores.
Parciales cada 5 minutos: 1-1, 4-4, 4-7, 7-11, 11-13, 13-17, -descanso-; 13-19, 15-24, 17-27, 19-30, 22-32, 22-34, final.
