Tiene 52 años y forma parte de esa generación de jóvenes profesores que irrumpieron en los colegios de nuestra ciudad en los años 90. Desde niño, el Balonmano forma de su vida y así sigue siendo tras ser jugador y actualmente entrenador.
Es el responsable de la sección femenina de Los Dólmenes-Tierra de Maestros y confía en tener pronto a alguna antequerana en primera línea de este deporte. Forma parte de unas de las familias más arraigadas en el Balonmano en Antequera: los Soto.
Tras ser jugador y promover el Balonmano en las aulas, es el coordinador del área femenina del club Los Dólmenes-Tierra de Maestros. Defendió en el campo la camiseta de su equipo hasta los 33 años, empezando a ser segundo entrenador de equipos de la base. Lleva seis años como primer espada y asume la coordinación del empuje femenino en la tierra del Balonmano: Antequera.
Tras una temporada donde el cadete de segundo año, quedó sexto en el CADEBA (Campeonatos de Andalucía de Deporte Base), lo que fue un éxito para Antequera y espera seguir sumando.
Su primer recuerdo de este deporte: “De mi hermano Paco, pero no es en mi casa, sino en la pista de Pacheco, la exterior junto a la Piscina Municipal”.
El balonmano femenino surgió en esta etapa a finales de los 90 cuando “mis hermanos Ángel y Paco estuvieron trabajando con niñas en el Infante don Fernando y yo en mi colegio de La Victoria, como una actividad extraescolar, para ofrecerles algo más que el baloncesto que promovía tan bien nuestro querido amigo Agustín a lo que estaba volcado”.
Destaca que “las niñas normalmente son mucho más entregadas, ellas ven que tú sabes de balonmano, a los niños hay que demostrárselo”.
Actualmente son siete equipos, dos alevines, dos infantiles, dos cadetes y uno juvenil. Junto a la escuela en el Infante “que la lleva mi hermano Ángel, habrá sobre 120 niñas”.
Comparando, “hay muchas más niñas que niños, me encanta como coordinador femenino, pero tenemos que volver a tirar de niños” para un club en el que la base siempre ha sido su prioridad.
A sus alumnas les pide: “Que hagan deporte y si es Balonmano, mejor. Siempre me encanta que hagan deporte en su tiempo libre”.
Como profesor, destaca que “los valores que transmite un deporte de equipo, es más satisfactorio que uno individual, pero al final lo importante es que practiquen alguno”.
Tras el juvenil, “el problema es que cuando terminan, la mayoría siguen estudiando fuera y lo dejan. Es algo que tenemos que retomar, que sigan vinculadas al deporte aquí, compaginando los estudios con el deporte”.
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Un equipo sénior “sería uno de nuestros objetivos, hay que proponernos conseguirlo”. De las once niñas que terminaron el año pasado, “diez, todas han tenido ofertas”. Para conseguirlo, “hay gente dispuesta, el problema es que del deporte femenino, no se puedo vivir hoy, tiene que ser como un hobby” y superar la inquietud del primer año de carrera universitaria.
A los padres les recomienda: “El Balonmano además de invertir en salud, te garantiza hacer amistades que te van a durar toda la vida. Lorenzo y yo nos conocimos con 6 años y seguimos… como con Emiliano, Joaquín, Ontiveros, Linde…”.
Y como recomendación: “Cuando vuestra hija meta el primer gol, es una sensación que no se olvida en la vida” y lo dice ante un gran futuro en este deporte donde “hay una jugadora que le tengo hecho una apuesta, que cuando juegue con un equipo importante, ésa primera camiseta es mía”, augurando un gran porvenir.
