No sabemos lo que pasaría por la cabeza de José Muñoz Burgos si viera hoy nuestras páginas, y que esa cabecera que nació del sueño de su padre, Francisco Javier Muñoz Pérez sigue vivo hoy 106 años después de que los voceros lo vendieran por las calles de nuestra ciudad.
Probablemente se sorprendería, por eso hemos querido tenerlo presente con esta imagen sonriente en la cena homenaje que se celebró en las Bodas de Plata de este semanario donde recibió la Medalla de la Jarra de Azucenas.
¿Quién se puede imaginar que tantos años después este periódico siga vivo? Y se preguntaría, ¿y cómo lo hacéis? Eso mismo nos preguntamos semana a semana. La respuesta está clara, porque el amor a esta ciudad y al periodismo, están por encima de todo, y algo importantísimo: ¡Nuestros lectores nos quieren, Don José, nos quieren!