Una veintena de amigos han preparado su “Mamma Mía” propio y lo pondrán en escena a favor de la asociación local de Autismo de Antequera para que puedan desarrollar programas de ayuda y actividades. A una semana “la gente tiene mucha expectación y nosotros estamos ahora con un ataque de responsabilidad en el sentido de que somos totalmente amateur, realmente somos muchos músicos, pero somos gente de la calle”.
Están a punto de superar a Juan Manuel Cotelo y Javier Vallespín y Manolo Medina, que llegaron a completar dos y tres sesiones del Teatro Torcal ante la demanda del público. Llevan tres entre el sábado 14 y domingo 15 de noviembre, y anuncian una cuarta para el siguiente fin de semana, esta vez para CASIAC, colectivo por la integración.
Los ensayos de dos años van llegando a su final. En una semana, “Mamma Mía”, versión antequerana, subirá el telón del Teatro Torcal y las más de mil personas que ya tienen su entrada, disfrutarán de un acontecimiento excepcional, solidario, ensayado, ilusionante y que hará valer la originalidad antequerana, el poder de convocatoria (cuando las cosas se anuncian con tiempo) con el colectivo de Autismo.
Esta semana, conversamos con Javier Sillero y Vicente de la Aceña, dos de los promotores e integrantes del grupo. A una semana están: “Asustados porque no sólo están las tres sesiones completas sino que ya hay lista de espera para la siguiente”, barajando una cuarta función a la hora de la entrevista que luego confirmaron.
¿Asombrados por vender dos sesiones en una semana y una tercera en un día?: “Nosotros empezamos pensando no en dos, sino en una, lo que pasa es que a medida que íbamos avanzando y comentándolo con amigos, veíamos que había mucha expectación. Cuál fue nuestra sorpresa cuando las dos primeras sesiones se agotaron prácticamente en una semana y un mes antes. Eso nos llevó a pensar en una tercera”.
Todo empezó hace cuatro años
La idea surgió de Javier Sillero cuando “hace cuatro años. se lo comenté a Vicente, en su casa, pero lo vi muy liado y estaba la parte musical, pero necesitaba un manitas y la fuerza de tirar para delante de un proyecto ‘loco’. En aquel momento lo dejamos correr y un día de Navidad, hace un par de años, estábamos con nuestras mujeres viendo un teatro para la asociación de autismo y ellas dijeron ‘oye por qué no hacemos un teatrillo’ y fue cuando se lo recordé”.
Ante ello, Vicente recuerda que “él me propuso el tema de hacer un musical, lo que más me preocupaba a mí al principio de esta historia eran los aspectos técnicos porque el musical a la gente le puede parecer que es un teatro de segunda clase y, sin embargo, tiene unas dificultades técnicas muy altas y una exigencia muy alta, porque la gente no sólo tiene que actuar, sino que tiene que actuar, cantar, bailar y entonces ahí es donde venían nuestros principales problemas”. Fue cuando Javier tomó las riendas de la parte artística y Vicente las de la parte técnica.
Por qué “Mamma Mía”
Sillero destaca que siempre le ha gustado la música, una música alegre. Así, tras estar convencidos del proyecto “lo primero que hicimos esa noche cuando ya les veía las caras ilusionadas tomando cuerpo, cuando la idea loca se va… fue un casting, éste es el personaje tal, ése… Y todos dijeron sí desde el primer momento al proponerles el Musical”.
Así, el grupo se formó “desde el primer momento, con una ilusión tremenda y no dejamos de sumar gente y todos están aportando un grano de arena que está enriqueciendo la obra”. El Ayuntamiento les dejó ensayar en la Casa de la Juventud donde prepararon unas medidas aproximadas de lo que era el escenario del Teatro para traspasarlo a los ensayos.
Ensayos todo el año
No han parado: “En verano hemos estado ensayando a las cinco de la tarde incluso, donde también hemos contado con la colaboración del párroco de Santiago, el de antes y el actual, porque la parte coral la hemos montado allí en los salones parroquiales”.
Unas citas que cuestan su trabajo “porque cuando a veces nos hemos venido un poco abajo él ha estado al pie del cañón, ha sido el organizador de los ensayos, que es la parte más complicada. Ya decidimos poner una fecha por no dilatarlo más en el tiempo”, señala De la Aceña.
Con la recaudación, el colectivo de autismo quiere “principalmente, contribuir con un programa de actividades en marcha, que esas actividades se puedan llevar a cabo mientras para más niños mejor. Y para llevarlas a cabo necesitamos la ayuda de los profesionales con los que se podrán contratar”, destaca Vicente.
Ya quedan los últimos ensayos; el éxito está asegurado por la entrega, compañerismo y solidaridad. Y… ¿prepararán otro musical, tendrán que hacer alguna gira tras el estreno en Antequera?
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