Hace 14 años, Ángel Morales Almansa nunca hubiera imaginado que acabaría regentando uno de los establecimientos de venta de pintura decorativa más notorios de la ciudad de El Torcal: “Pinturas La Verónica”.
Este comercio, que abría sus puertas en el año 1998, es hoy por hoy uno de los más recurrentes por aquellos que buscar dar un nuevo color a su hogar, pero las cosas no siempre funcionaron igual de bien: “La idea de abrir Pinturas La Verónica surgió de forma peculiar, ni siquiera fue por el título que me saqué de técnico auxiliar en Pintura Decorativa, fue un día en un bar, conversando con un representante de pinturas. Ese invierno llovió mucho y de la noche a la mañana surgió la idea de montar la empresa. La verdad es que me costo mucho trabajo “despegar” e incluso la gente me aconsejaba que cerrara, pero empecé a salir a la calle haciendo trabajos de pintura para poder mantener el negocio, y bueno, hasta hoy, que la verdad, no me puedo quejar”, recuerda el empresario y sigue “la verdad es que la gente a veces no sabe lo duro que puede ser tener un negocio propio, porque ata mucho y no es muy agradecido. Pero bueno, al menos tengo la satisfacción de haber llegado hasta aquí y poder compararme con comercios históricos que llevan en Antequera 40 y 50 años”.
Sobre su negocio, Ángel destaca que “lo que más y mejor ofrecemos es la seriedad, si veo que algo no es correcto, no lo vendo y la tecnología, también. Además de pintura, tenemos papel pintado, vinilos, cenefas… siempre de primeras marcas del mercado”, concluye.
Por último, le pedimos un consejo para los empresarios antequeranos, a lo que responde: “Tener un remanente en dinero para sus proveedores y para su negocio, para prever una posible bajada en las ventas. De esta forma evitamos tener que depender de algún banco. Un negocio tiene que rendir y si no rinde, no es rentable. Dicho todo lo anterior no olvide que en Pinturas La Verónica damos colo a su vida”.
