Son científicos con sangre antequerana y ante la campaña de Patrimonio Mundial, Antonio Alcaide García es contundente: “Los Dólmenes, Menga, representa cómo el hombre busca un monumento que perdure, para hacer algo absolutamente increíble que se pueda admirar por el resto de siglos”.
Sus hijas María Luisa y Pilar se muestran impresionadas al volver a contemplarlos y van más allá: “Cuando nos enteramos de la candidatura, creemos que toda la ciudad merece ser Patrimonio Mundial por los vestigios de civilizaciones que cobija y mantiene con el paso de los tiempos”.
Cuando utilice Dalsy, Espidefen, Neobrufen o cualquiera de los 40 medicamentos con ibuprofeno, piense que en ellos hay materia antequerana, de un científico que en 1982 participó en el equipo de investigación del Grupo “Boots” en Inglaterra.
“El ibuprufeno es uno de los elementos mágicos junto a la aspirina”, destaca Antonio Alcaide García. “Cuando llegué a Nottingham, ya que era un invento anterior inglés, estaba poco desarrollado. Fue cuando empezó una masiva investigación del ibuprofeno, un grupo de antiinflamatorios no esteroideos. Fue el primero de esas estructuras de profeno”.
“Es un fármaco maravilloso, y ahora hay hasta 40 ibuprufenos diferentes en el mercado. Y como todos los medicamentos, se aplican para tratar una dolencia, con algunos efectos secundarios, según el paciente, que son los menos casos”, como ya desveló en unas jornadas en Antequera que recogió nuestro director Ángel Guerrero.
El phlebodium decumanum, una planta maya que mejora el sistema inmunológico
Aunque dejando el comercial ibuprofeno, su pasión investigadora se centra en una planta medicinal de la cultura maya: el phlebodium decumanum. “Los últimos 25 años han sido la etapa más ilusionante donde me ocupo de plantas medicinales de antiguas civilizaciones de los mayas”.
Uno de sus principios es el de investigar con los parámetros de la ciencia moderna, ante lo que se planteó profundizar en el phlebodium decumanum, donde “descubrí que había un efecto regulador del sistema inmune, con la que en estos 25 años, he aprendido mucho, pero queda mucho por aprender”.
Sus estudios y resultados llamaron la atención de la ONU (Organización de Naciones Unidas) que le pidieron ofreciera una conferencia sobre la biodiversidad. “En Malasia, hablaron de mí por esta planta que llegaba a una inminente extinción. Fue porque cuando iba en avión a Tegucigalpa, nos desviaron a Miami porque se quemaban los bosques en la estación seca, por lo que fui lo más rápido posible y cogí esporas de las plantas, las mandé a un centro de conservación de especies biológicas en Escocia y salvé la planta medicinal. Esto fue considerado como una cosa fantástica por la comunidad científica».
Bajo una experiencia de transferencias de ciencia, tecnología y recursos en Honduras: investigación social y asistencial, Alcaide expuso sus logros con esta planta. “Se crearon puestos de trabajos en la que investigué y conseguí que niños de SIDA hayan ido sobreviviendo y dejaban de fallecer tan drásticamente. Tenían fastidiado el sistema inmune y con esta planta lo recuperaron. Me dijeron en el congreso de la ONU que era un héroe por la biodiversidad, entiendo que exageraron, ya que soy como muchos investigadores que aportan su trabajo”, aunque no tienen tanta repercusión mediática como otros aspectos del día a día.
Hoy en día, “sigo investigando, intento buscar el mecanismo de acción íntimo para demostrar que se puede regular el sistema inmunológico como base a la regulación de muchas enfermedades como las cardíacas, oncología… y encontrar cómo la raíz de todas las enfermedades en este sistema y cómo influye en el desarrollo”. Tiene claro que con un buen sistema inmunológico, se puede frenar toda enfermedad.
Una familia cosmopolita que sigue sus pasos
Con unos padres dedicados a la docencia e investigación, puede que sus hijos sigan sus pasos. Pero no es un condicional, es una realidad, ya que los tres aportan sus conocimientos en las diferentes ciudades.
Juan, que nació en París en 1970, es doctor ingeniero de Caminos, tras participar en los 50 kilómetros nuevos del Metro de Madrid y los túneles de la M-30, así como diseñar el trasvase del Ebro, actualmente trabaja en Colombia en la construcción de presas y puentes.
María Luisa vio la luz en Philadelphia en 1972, es médico, especialista en Medicina de Familia, Interna y Enfermedades Infecciosas. Profesora asociada de Medicina Interna y de Enfermedades Infecciosas en la Universidad de Miami.
Y Pilar, la única que nació en España, en Guadalajara en 1975. Estudió Biología en la Universidad Autónoma de Madrid, con especialidad de Bioquímica. Doctorada en Biología Molecular en Inmunología en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa. Es profesora e investigadora en la Universidad Tufts de Boston.
La moda de no vacunar y el avance del SIDA
María Luisa desarrolla una labor internacional del VIH del SIDA, con mujeres infectadas en EEUU y Zambia (África). “Estudiamos cómo disminuir la transmisión, que no infecten ni a sus parejas ni a su hijos”.
Por sus conocimientos en enfermedades infecciosas, le preguntamos por la tendencia de no vacunar a niños: “La gente joven ya no tiene miedo, y ello hacen que estén aumentando los casos”.
Mientras que Pilar investiga “los mecanismos que controlan que las células se infiltran en el corazón y no siguen por las venas”.
https://www.youtube.com/watch?v=eLeHd5eaJPc
Veranos en Antequera, una ciudad Patrimonio Mundial
Durante muchos años, siempre se trasladaban a Antequera en Semana Santa y verano, aunque llevaban tiempo sin poder desplazarse. “Veníamos de pequeñas y nos encantaba. Nuestros hijos querían venir, ya que les encanta, tras escuchar las historias que Antequera les cuenta su abuelo padre. Queríamos venir y este año ha podido ser”. Recuerdan sus paseos y amistades en esta ciudad.
María Luisa llegó a ser penitente con Los Estudiantes en Semana Santa. “De Antequera destaco la riqueza cultural. En cualquier esquina te encuentras un museo abierto a las 9 de la noche. Una ciudad accesible, con gente encantadora”.
María Luisa ha disfrutado “al encontrarse a gusto de nuevo, volver a ver los lugares que disfrutaste de niña y… la riquísima comida, ya que en cualquier momento tienes hambre y vas por la calle y tienes sitio para sentarte y todo está buenísimo en Antequera”.
“Nos gustaría volver, pero es muy difícil”
Las hijas de Antonio Alcaide viven y trabajan en Estados Unidos, y les gustaría volver, “pero es muy difícil”. El padre considera que en España se dedica bastante dinero a la investigación, “pero está muy mal utilizado”. “Ni todo el mundo tiene que ir a la universidad, ni se pueden crear en cualquier esquina. Otra cosa es que alguien no pueda ir, pero tenga capacidad, ahí es donde tienen que aparecer las ayudas”.
Pilar agradece que estudiara con dinero del Gobierno de España, que junto a ayudas por ser deportista, pudo ir a Harward en Estados Unidos, “pero no he tenido la posibilidad de volver; te vas fuera, pero luego no puedes volver para seguir creciendo investigando, como hacen en otros países”, apuntando que es lo que España debe buscar, que una vez becados fuera, puedan regresar a investigar en su país.
“Salen muchos investigadores fuera de España, te formas y luego quieres volver, pero no puedes porque en España no te ofrecen esa posibilidad de seguir avanzando, investigar en lo que te has formado”. Los Alcaide-Alonso, una familia científica que investiga por el bien de la salud de la humanidad, con sangre y procedencia antequerana, y que por supuesto apoya al Sitio de Los Dólmenes.
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