A pesar de sus 71 años continúa a diario al pie del cañón y dice que no piensa dejarlo. Antonio Carrasco Muñoz es un empresario antequerano que ha luchado toda su vida contra viento y marea por lo que siempre le ha apasionado, el sector de la construcción.
Con él hablamos de aquellos inicios con tan solo 13 años: “Recuerdo todavía una frase de mi padre, Francisco Carrasco, me dijo cuando yo tenía 13 años: ‘Antonio, mañana te vienes a trabajar’… Me vine del colegio y ya con 16 años me llené de valor y orgullo y estuve haciendo tres años de bachiller nocturno porque vi que me hacía falta formación para iniciarme como empresario… Tras la mili junté dinero para comprar una hormigonera y después me lancé y aquí estoy todavía”.
Antonio se resiste a dejar el gremio que tanto le ha dado: “Yo tengo una gran suerte que es que trabajo en lo que me gusta y eso todo el mundo no lo puede decir… He sido un enamorado de este gremio”.
Tras vivir crisis y malos momentos en el sector, Carrasco opina sobre la situación actual: “Antes las crisis no duraban 10 años como ahora. Recuerdo que en 1981 hubo una, pero duró 2 o 3 años… La verdad es que esta crisis desde 2008 no me ha afectado mucho porque por mi forma de ser he andado siempre con paso firme”.
Las viviendas de nueva construcción
Sobre las viviendas de nueva construcción, Carrasco explica: “Aquí existe el problema de que le está costando salir adelante con las construcciones. Las obras que hay son reformas de pisos que necesitan una remodelación. En Antequera no se pueden hacer viviendas para su venta porque no se pueden vender por 60.000 euros”.
“Un empleado vale 2.500 euros netos, con lo cual no se puede vender un piso por 60.000 euros y los promotores no hacemos viviendas precisamente por eso”, añade Antonio Carrasco. Un empresario consolidado a lo largo de sus más de 40 años de trayectoria profesional que se resiste a la palabra jubilación.