Carmen Rivas Resel (Almería, 29 de diciembre de 1941) recibe este sábado 16 de marzo a las 13 horas en el Ayuntamiento de Antequera el “León del año a los Valores Humanos”. La catedrática de Lengua y Literatura y Académica Numeraria de la Real Academia de Nobles Artes de Antequera, es presidenta local de la Asociación Española Contra el Cáncer.
Tenemos la oportunidad de hablar con ella, que llegó a Antequera en el 1967, “cuando saqué la Cátedra de Literatura en el Instituto Pedro Espinosa”. Del premio, “me ha dado mucha alegría y mucha emoción, porque no me podía imaginar una cosa semejante después de tantos años”. Recuerda que una amiga le dijo, “que cuando te quedas viuda nadie se acuerda de ti ni te llama. Pero yo, no me he quedado en mi casa ni cuando me he jubilado ni cuando me he quedado viuda. Me he lanzado a la calle a hacer cosas porque hay que estar en la calle”.
Tras saber lo del reconocimiento, “me emociono por una cosa tan bonita y entrañable, con ese León de Oro. Muchísima emoción, mucho agradecimiento a que se hayan acordado de mí. Me ha llegado al alma”.
Con ellos, su vinculación siempre ha sido “de amistad, porque en la calle, en el Casino, en la Academia, sí que he tenido lazos de amistad con su presidente, el anterior, algunos integrantes… Quizá alguna vez me han dicho de formar parte del Club, pero nunca he estado, por eso me hace muchísima ilusión”.
Profesora de vocación y amante de las Letras
Rivas estuvo dando clase “37 años y he tenido dos generaciones sucesivas, los padres y los hijos. Han sido muchos años y una época muy buena de mi vida porque tenía verdadera vocación y me gustaba mucho lo que enseñaba. He disfrutado mucho en clase con alumnos magníficos que querían aprender y que yo les enseñara. Acercar la Literatura a los lectores y crear el hábito de la lectura. Una profesión muy bonita que me inculcaron mis profesores y uno hace lo que aprende y se aprende viviendo”.
Con el paso de los años, se ha dado cuenta que se ha creado “una vinculación muy grande entre profesor y alumno. Ahora, voy por la calle y me encuentro a un señor mayor que me saluda y me dice que le di clase… Son recuerdos muy bonitos”.
También nos recalca su amor por el teatro “ayudaba a un lazo distinto que no era la pura clase”. Ya en sus últimos años como docente, “disfruté mucho con los alumnos de diversificación curricular, porque son los que no llegaron a sacarse el título de la ESO y tenían un curso como preparatorio. Era muy agradable trabajar con ese grupo”.
Actualmente, preside la AECC en Antequera
Desde hace casi una década, es presidenta de la AECC en Antequera. Sufrió la enfermedad en los años 90: “Cuando sales de eso, la vida te cambia y piensas en las tonterías en las que has desperdiciado el tiempo, los berrinches tontos”.
Se aprende “lo feliz que eras y no te enterabas y la poca importancia de muchas cosas frente a lo verdaderamente importante. Quieres ayudar a los demás que están pasando tu misma experiencia”, dice.
Con la Asociación, José María Jiménez Nieto “me animó a venirme. Durante algunos años fui la sucesora de Mari Chelo Ochotorena, que lo dio todo por el cáncer tras la enfermedad que pasó su marido. Me sumé a ese grupo y después pasé a ser la vicepresidenta. Cuando José María se jubiló, me quedé como presidenta”.
Forma parte como ‘Censor’ de la Real Academia de Nobles Artes de Antequera, como catedrática de Lengua y Literatura Española: “Trabajan todos muchísimo A mí… me ha cogido con 20 años de retraso y no tengo la fuerza de voluntad para investigar, pensar… Me gustaría poder hacerlo”. Más información, edición impresa sábado 23 de marzo de 2019 (pinche aquí y conozca dónde puede adquirir el ejemplar) o suscríbase y recíbalo en casa o en su ordenador, antes que nadie (suscripción).
