Antequera va creciendo en jóvenes talentos de la moda que a pasos agigantados ofrecen nuevas vertientes que se afianzan con fuerza en un campo donde en es complicado entrar, pero más aún, mantenerse. María Molina González, antequerana de 26 años, es uno de esos ejemplos unidos a Antequera y la rama textil, y que este viernes 14 da un paso de gigante en su carrera como diseñadora.
El Hotel Vincci La Rábida de Sevilla acoge la presentación de su colección de moda flamenca “Flamencas de Santa Cruz” su primera puesta de largo después de varias temporadas trabajando en esta vertiente de forma particular. “Es la primera colección que voy a presentar, y no podría hacerlo en un marco más idóneo, es un lugar incomparable, lleno de historia y en el que se respira arte por cada rincón”.
Colección dedicada a su abuelo: “Mi abuelo, José María González, intentó durante muchos años recuperar nuestro apellido completo, González de Santa Cruz, que se perdió algunas generaciones atrás, y no pudo conseguirlo pese al interés que tenía en ello. Esta colección saca a la luz esta parte de nuestra familia y esa ilusión que él tenía porque volviera a escucharse nuestro nombre completo. Para mí, mi abuelo siempre ha sido una inspiración, un compañero de viaje en esto de la creación y el arte, me ha enseñado muchas de las cosas de las que hoy me siento muy orgullosa. El hecho de no tenerlo a mi lado en un momento tan bonito para mí, me ha condicionado mucho a la hora de crear esta colección y estoy segura de que él va a entender cada guiño y cada referencia que le hago en mis diseños”.
Tras formarse en el Centro Superior de Diseño de Moda de Madrid y trabajar a nivel internacional en empresas como Flamenco, Pepita Pérez o Charanga, diseñando y controlando la calidad de las producciones en la India, Bangladesh o Marruecos; María se encuentra en Antequera con su taller, donde demuestra que juventud y talento van cogidos de la mano: “Mi trayectoria hasta ahora no ha hecho más que confirmar la idea que siempre he tenido y que mi familia se ha encargado de inculcarme, el trabajo duro y el empeño es lo único que puede hacerte alcanzar tus objetivos”.
En sus diseños consigue “lo mejor de cada uno, ésa es la verdadera intención de la costura a medida, y la mía en particular. Tratan de realzar a cada cliente en todos sus aspectos, con un toque fresco y diferente. Un estilo sin artificios, fácil de llevar y que tiene como protagonista a la persona que va a llevar cada diseño. En nuestro taller damos mucha importancia a los detalles, a la buena confección y la costura bien terminada que, actualmente, es difícil de encontrar en prendas confeccionadas en serie”.
Además lo hace rompiendo el sambenito de que diseño original es igual a alto coste: “Es un tremendo error caer en generalizaciones de este tipo. Un diseño propio y a medida, fija su precio en función a muchos y muy diferentes factores, es mejor trabajar partiendo siempre de un presupuesto, para adaptar el trabajo que vamos a realizar a su coste final, exactamente igual que en cualquier otra profesión”. Estos modelos ahora sólo se pueden encontrar en su taller, pero pone la mirada hacia el futuro en una pequeña colección y “comenzar la venta on-line y en algunos puntos de venta de la geografía andaluza”.
