Javier Subires, antequerano, cantante, periodista, apasionado en todo lo que hace y amante de su tierra. Este es el perfil de este artista que entrevistamos con motivo de su gran concierto ofrecido en el Teatro Lara de Madrid.
– Pregunta: Un antequerano actuando en Madrid en todo un Teatro Lara, no es frecuente y sabemos que es complicado ¿cómo ha sido tu camino hasta llegar allí?
– Respuesta: «El camino ha sido largo y lento, a veces lleno de incertidumbre, pero estábamos seguros de que queríamos presentar el concierto en Madrid, y eso significaba esfuerzo, pues estábamos apuntando alto. El tiempo fue pasando y poco a poco todo fue tomando forma. Finalmente, gracias a Dios, llegó el día y todo salió muy bien, estoy muy contento con el resultado».
– P.: ¿Cómo fue la actuación? ¿Qué sensaciones te ha dejado?
– R.:»Fue impresionante salir al escenario y ver que el patio de butacas estaba lleno de gente. No lo esperaba, sinceramente, y me llevé una alegría enorme. Fui desgranando canción tras canción a la vez que me daba cuenta de que el público estaba entregado. Eso sirvió para disfrutar al máximo del concierto y establecer una comunicación entre patio de butacas y escenario que creo que dejó a la gente con buen sabor de boca».
– P.: Javier Subires ha evolucionado mucho desde sus inicios en «Alcazaba» a ser un artista que crece en cada actuación. ¿Cómo es el artista actual que llevas dentro?
– R.: «Soy la misma persona, de eso estoy seguro. Tengo la suerte de ser bastante realista y afronto esto como un trabajo que me gusta muchísimo, pero como un trabajo al fin y al cabo. Sigo teniendo la misma ilusión que cuando me subía con mis amigos de Alcazaba a cantar a un escenario en la Feria de Agosto. Ahora me toca subirme solo, pero yo sé que los sigo teniendo ahí a mi lado, a Javi, Clara y Antonio, por lo que para mí esto supone más una evolución que una ruptura».
– P.: En este concierto, has estrenado temas nuevos ¿qué nos puedes decir de ellos?
– R.: «Pues son temas que al igual que los anteriores, he ido componiendo poco a poco. Entre ellos se encuentran «Cuento de luna», «Mentira», «Un retrato en la despensa» o «Esquinas de marzo». Siguen la misma línea de los anteriores, es decir, un sello personal mío en el que se encuentran ecos de diferentes estilos de música que me han influido a lo largo de mi vida. Ahí encontramos guiños al flamenco, a la copla, al pop o a la música popular sudamericana…»
– P.: Tocas numerosos estilos, flamenco, pop, copla… ¿con cuál te sientes más cómodo y con cuál te identificas más?
– R.: «Vengo de la música popular, por lo que actualmente, por ejemplo, enfrentarme a una copla es algo que me reconcilia conmigo mismo, a la vez que me permite poder navegar entre mi estilo y las bases de esos estilos que a veces pueden parecer inamovibles. Sin embargo, en cualquiera de esos estilos, lo primero que tengo que tener seguro antes de presentarlos a un público, es que hay que tocarlos desde el respeto, el estudio y la humildad. Para navegar en libertad absoluta ya tengo mis propias canciones».
– P.: ¿Cuál es tu proyecto más inminente, más cercano? Conciertos, grabaciones, promoción….
– R.: «Después del estreno en Madrid hay que centrarse en llevar el espectáculo a más sitios. Hoy día un artista vive básicamente de los directos y en eso me quiero centrar. Compaginar directos con promoción allá donde se pueda. A partir de ahí, ver la posibilidad de grabar mis temas en estudio, pero poco a poco, sin prisas. No te miento, estoy deseando presentar el espectáculo en Antequera, y espero que ese momento llegue muy pronto».
– P.: Después de este éxito, ¿para cuándo repetir en Antequera un espectáculo de este tipo?
– R.: «No depende de mí, pero como te digo, tengo todos mis deseos y energías volcados en que ese momento llegue en poco tiempo».