El próximo sábado 16 de septiembre Café Bar A la Fuerza recibirá el reconocimiento de la Jarra de Azucenas de Antequera por sus 100 años al servicio de nuestra ciudad y su comarca. Un siglo de historia que aún continúa viva gracias al esfuerzo de su gerente Juan Enrique García Sierras y todo el equipo que forma este señero establecimiento hostelero.
Sobre lo que supone este reconocimiento: “Es todo un honor. Cuando recibí la noticia se me iban pasando por mi cabeza todos los que formamos parte actualmente y los que lo hicieron en otras épocas, mi padre, mi madre ,mi hermana Vero, Juani al que queríamos mucho, mi cuñada María, Lourdes (mi mujer) y mis hijos”.
Enrique nos habla de los orígenes del Café Bar A la Fuerza: “Mi padres alquilaron el bar en 1955 cuando no habíamos nacido ninguno de sus tres hijos. Mi padre me decía que le había puesto Bar La Fuerza porque todo el mundo en Antequera lo conocía así…”.
“Años más tarde, un señor mayor, mirando una foto que cuelga en la pared, me preguntó si sabía porqué el nombre de ‘A La Fuerza’… Me contó que el señor de la foto se llamaba Pedro Soto “el Maera” y que era carpintero. Al parecer comenzó a vender vinos y licores sin tener licencia y el propietario de una tienda de ultramarinos cercana lo denunció. Poco después, ya con su licencia, nació A La Fuerza… Uno de los niños que salía en la foto era ese señor”, concluye.
El éxito de Café Bar A la Fuerza
Mucho ha sido el trabajo a lo largo de 100 años que son clave en su éxito: “Nos motiva hacer bien las cosas y ver que la gente lo agradece, también conservar nuestra gastronomía tradicional”.
“Además, ofrecer platos diferentes con materia prima de gran calidad. Contamos con muy buenos profesionales que forman la columna vertebral y que gracias a ellos mantenemos la calidad y el servicio que te llevan al éxito”, explica. Todo un referente en el sector hostelero de la ciudad. ¡Enhorabuena!
Las exposiciones y la música
“Habilitar un espacio en ‘A la Fuerza’ para artistas que quieran exponer, fue una buena idea y que nos da muchas alegrías… Desgraciadamente no tenemos el espacio adecuado para dar conciertos en directo, pero gracias al piano que siempre nos acompaña, de vez en cuando nos damos un homenaje, últimamente con más frecuencia gracias a los musicazos que forman la plantilla de profesores de la EMMA, la escuela de música que tan bien dirige Joaquín Castro”, asegura Enrique.
