La recuperación de la Villa Romana de la Estación está más cerca que nunca, tras el inicio de las obras de uno de los principales vestigios de toda Andalucía y gracias a la subvención del 1,5 por ciento cultural por las obras de la línea de alta velocidad Antequera-Granada.
Hablamos con Manuel Campos Mira (Antequera, 21 de febrero de 1986), arquitecto del proyecto de su puesta en valor, que nos detalla la cronología y detalles de un sueño que comenzó hace diez años y que ahora está más cerca de convertirse en realidad.
Este proyecto nace “como mi proyecto de fin de carrera, en el curso 2009-2010. Quería hacer algo en mi ciudad y sabía del problema que había en la Villa Romana de la Estación y a la vez la oportunidad que era. Sabía que en ese momento no había nada estudiado para esa zona y me atraía mucho esta idea”.
Posteriormente a la finalización del proyecto final, en 2010, “Manolo Romero, el arqueólogo municipal, que conocía muy bien el proyecto porque estuvo dirigiéndolo durante la etapa de su redacción, me aconsejó presentárselo al alcalde de entonces por ser un proyecto muy viable de ejecutar. Muy real, muy cabal, nada utópico. Empezaron ahí los contactos con los políticos. Fue gustando, pero se fue alargando en el tiempo hasta que cambió el equipo de Gobierno. En el 2013, que ya se conocía el proyecto en el Área de Patrimonio y en Alcaldía, se decidió acometerlo como proyecto oficial”.
‘Hubo una serie de reuniones con los técnicos’
Un paso por el que se tuvo, evidentemente, que rehacerlo “porque ya era un proyecto oficial, que es otra cosa a un proyecto final de carrera. Así, este proyecto oficial se aportó al Ayuntamiento”, detalla.
Posteriormente, ese proyecto tuvo que pasar “por el trámite de tener un informe favorable de la Consejería de Cultura. Hubo una serie de reuniones con los técnicos de Cultura y subsanaciones en el proyecto hasta que al final se llegó a un acuerdo para obtener finalmente el informe favorable en cuanto a cumplir ciertos aspectos técnicos que ellos pedían”.
Una vez dado ese paso, el proyecto “ya podía utilizarse para el fin que se usa, que es para poder ejecutar una obra o para pedir subvenciones en su caso. Desde ese año se ha trabajado en intentar hacerlo una realidad. Hasta que por fin en el año 2017, en agosto, se solicitó al Ministerio de Fomento el 1,5 por ciento cultural y se concedió a finales de 2017”.
Una subvención que supone “el 75 por ciento del presupuesto de ejecución material”. Y es que, el presupuesto base de licitación del proyecto “se actualizó en 2017 a los precios de ese año e incluso se modificó el pasado año subsanando algunas cuestiones que indicó el Ministerio”. El importe del 25 por ciento restante se habilita con cargo a fondos propios del Ayuntamiento de Antequera.
Este 1,5 por ciento es destinado por los ministerios de Fomento y Cultura del Gobierno de España como compensación por las obras –en este caso– de la línea de alta velocidad ferroviaria Antequera-Granada.Ya en 2018, “también se ha seguido trabajando mucho con el Ministerio de Fomento, con ADIF, con diferentes organismos para atender sus requerimientos específicos, aclarar cuestiones de esa índole: técnica, constructiva, de la propia obra…”.
Pasarelas y cubiertas, partes clave del proyecto
Nos metemos de lleno en el proyecto en sí, los detalles, los materiales… “Hay dos partes fundamentales en la obra, una es la parte arqueológica con el desbroce y levantamiento de lo que hay allí y sacar a la luz los restos arqueológicos. Por otra parte, la más gruesa, que es la arquitectónica, que es toda la que se desarrolla, analiza y completan el proyecto”.
Desde el interesante proyecto que nos cuenta Manuel Campos, se proponen “una serie de pasarelas que van sobre los restos arqueológicos. Una adecuación de todos los senderos perimetrales a la Villa para permitir una visita de cualquier usuario. Es un recorrido totalmente adaptado a personas con discapacidad. Ya en 2010 se tuvo en cuenta eso”.
Dichas pasarelas cuentan con una altura “idónea para poder contemplar bien los restos arqueológicos. Son plataformas de un material acordado con la Consejería de Cultura, que tienen un mínimo mantenimiento. Es un ‘composite’ imitación a madera y las barandillas son de vidrio para poder permitir la máxima transparencia posible”.
De la misma manera, el arquitecto antequerano destaca que se minimizan “los puntos de apoyo de la pasarela. Intentamos que apoye en los mínimos sitios posibles, con un pilar central, para que tenga mínima afección al yacimiento”.
Además de las pasarelas, otra parte imprescindible del proyecto son las cubiertas: “Su función es la de protección de los mosaicos y restos arqueológicos. Aprovechando esa coyuntura, también sirven al visitante para hacerse una idea de cómo se configuraban las distintas estancias de la Villa Romana. Es darle volumetría a lo que ahora mismo es plano. Esa serie de cubiertas evocan lo que antiguamente era la Villa Romana para que la persona que visita por primera vez ese yacimiento, se pueda hacer imaginar cómo era y cómo se vivía allí”.
El material utilizado en este caso, con una estructura metálica, “es también ‘composite’ traslúcido, con unas condiciones técnicas muy especificas seleccionadas en el Proyecto, que deja pasar la luz. Por lo tanto, se pueden ver perfectamente los restos arqueológicos y no emite sombras. Además, no deja pasar los rayos ultravioleta del sol, que son dañinos, por lo que es idóneo. De la misma forma, es autolimpiable, tiene una alta durabilidad y no se desgasta con el paso del tiempo, algo que le gustó mucho a la Consejería de Cultura por el tema del mantenimiento, que fue uno de los puntos donde se centraron los debates”.
Las cubiertas irán “a diferente altura, porque además la propia Villa Romana se adapta a la topografía, no toda está al mismo nivel, esa es una de las particularidades que tiene. Las estancias se escalonan del sur al norte, es decir, hacia la vega. Hay un mosaico en rampa, que es único en Andalucía, que precisamente es para salvar esos desniveles. Entonces, las mismas estructuras resaltan esta característica”.
Además de cubiertas y pasarelas, “hay otra serie de actuaciones complementarias como son los vallados perimetrales, los senderos peatonales con tierra, instalación de saneamiento de todo el conjunto y una instalación eléctrica muy interesante, porque tiene una serie de proyectores y balizas que se van iluminando al paso del visitante mediante una serie de sensores. Entonces, permitiría las visitas nocturnas”.
El perímetro de la actuación limita actualmente “con las vías del tren casi obsoletas al norte y con las carreteras de alrededor, por eso, también se tuvieron que pedir autorizaciones específicas a carreteras y ADIF”.
‘Hay una serie de detalles más complejos que sí hay que resolver en obra y están previstos’
En la Villa Romana está “la parte de lo que es la propia Villa, que es una casa de un latifundista rico que tenía tierras en la vega y, por otro lado, también se encuentran la zona de las termas, que es la zona ubicada más al oeste, pegada a la carretera de Córdoba, que está en parte destruida por una excavación que se hizo al construir la vía de tren, pero eso queda separado de la Villa Romana y también se pone en valor. Las termas son bastante curiosas y van incluidas dentro del proyecto”.
Tras el desbroce, se comenzarían las obras y, cómo no, le preguntamos si estará presente y formará parte del seguimiento de un proyecto que redactó y ha trabajado y luchado desde hace una década: “Estoy pendiente de tener una reunión con el alcalde y la concejala pertinente para hablar de este tema”. Un proyecto que para él supone “una gran satisfacción, porque ha supuesto muchos años de trabajo, de esfuerzo, de entrega, de alegría y de desilusiones. Nunca se ha perdido la esperanza, porque se ha conseguido esta subvención. Luego, hubo otras con las que no hubo oportunidad y se perdieron. Como ha sido tanto tiempo, han habido muchos momentos y, evidentemente, cuando uno lo ve es una satisfacción”. Espera que el resultado de la obra “refleje lo que se estudió en el proyecto”.
Campos también nos destaca que, durante la obra, “dependiendo de cómo estén los restos arqueológicos, en qué estado se encuentren ahora cuando termine el desbroce, hay una serie de detalles constructivos que se han estudiado y se acordaron con los técnicos de la Consejería de Cultura y que quedan abiertos al estado del yacimiento”.
Así, según ocurra una u otra cosa, “tenemos diferentes cálculos realizados y acordados con Cultura para poder apoyar incluso la estructura encima de muros antiguos, porque no habría otro remedio, evidentemente”.
La continuidad natural de un proyecto es la ejecución de la obra, “pero hay una serie de detalles más complejos que sí hay que resolver en obra y ya están previstos”, algo importante y que podría evitar cualquier retraso en la misma. Una obra de dimensiones destacadas, ya que hay “más de 400 metros cuadrados de mosaicos, calculados por mí”, tal y como subraya Manuel Campos.
Eso sí, “realmente no se saben en qué estado van a estar actualmente, porque la protección que se les hizo era para cinco años y fue aproximadamente en el año 2003. Es decir, han pasado más de diez años de lo que se estimó, por lo que no sabemos en qué estado realmente se podrán encontrar”.
La Villa Romana de nuestra ciudad “es de tipo peristilo, que son villas romanas que se articulan en torno a un patio central. El peristilo es justo las dos basas que se ven de un estanque debajo de la curva de la carretera. Es decir, está semi excavado, porque la carretera pasa por encima”. Luego, “están descubiertas las estancias al oeste del peristilo y al norte del mismo, faltarían por excavar las del sur y las del este y no sabemos si incluso se extiende más”.
Aunque se vaya a poner en valor gran parte de los yacimientos encontrados, la Villa Romana de la Estación “no está excavada del todo. Evidentemente, lo que se va a hacer ahora es al perímetro que tenemos, pero se seguirá excavando en un futuro. Cuando esto se siga excavando, el proyecto prevé que los sistemas de cubiertas y pasarelas de los que hemos hablado se puedan continuar para que crezca conforme crece la excavación de la Villa Romana. Está pensada la aplicación porque se utiliza un sistema modular”. De esta manera, “dependiendo del tamaño que necesitemos de cubierta, se puede seguir ampliando, al igual que las pasarelas, que son sencillas de continuar”.
Esa ampliación de la excavación, recalca Campos, “está incluido en el Plan General, que estudia soluciones para todo esto. Ya estudia la estación de AVE y el desvío de la circunvalación para liberar la zona de la Villa Romana. Estudia el desvío por la actual vía de ferrocarril cuando entre en desuso. Como ya no se utilizará, se puede desviar la circunvalación nada más que desde aproximadamente la actual estación de ferrocarril, que crea un nudo, hasta donde termina el recinto ferial. Es decir, entre la Villa Romana y La Verónica, en el punto medio. Entre esos dos puntos se desplazaría y se podría quitar esa curva”.
Estudio de arquitectura con mucho recorrido
Aunque ha pasado mucho tiempo desde ese primer proyecto que realizó, siempre confió en que se fuese a llevar a cabo, destacando la figura del arqueólogo municipal Manuel Romero, que le ha apoyado en cada uno de los pasos que se han dado hasta el momento: “Ha estado siempre y me ha causado una gran tranquilidad. Siempre he pensado que se podía hacer”.
Igualmente, subraya una anécdota que vivió con su tío, el historiador Juan Campos: “Él me vaticinó hace años que este proyecto se podría llevar a cabo, pero que sería un trayecto lento y difícil. Me lo dijo cuando estaba yo redactándolo, en 2010. Es decir, justo diez años después de que el me dijera eso, me he dado cuenta de que no se equivocaba”.
El arquitecto Manuel Campos Mira, de Manuel Campos Arquitectos, es arquitecto superior por la Universidad de Sevilla y la Politécnica de Madrid, siendo el colegiado número 1.435 del Colegio Oficial de Arquitectos de Málaga. Entre los proyectos más destacados de su estudio de arquitectura en Antequera está el Parking Centro, la Plaza Castilla, Centro Cultural ‘Santa Clara’ junto con el arquitecto Félix Jiménez Zurita, gran cantidad de viviendas, Hotel Los Dólmenes, reforma de la iglesia de San Pedro. Igualmente, recientemente Campos Mira realizó el proyecto de mejora de accesibilidad y reforma de la Alcazaba. También, hemos trabajado mucho en la Costa del Sol. Cabe destacar que tienen varios proyectos de viviendas premiados, aunque para Manuel Campos, “el culmen y a nivel personal, el proyecto más especial de todos es este, por tema sentimiental, por ser el proyecto final de carrera…”.
Díaz Cubero, adjudicataria de las obras
La empresa adjudicataria de las obras, Díaz Cubero, está realizando una fase preliminar de limpieza. La instalación de pilares para las plataformas sobre las que se podrá visitar sería el siguiente paso.
La Villa tiene su origen a la segunda mitad del siglo I d. C., detectándose su abandono a finales del siglo IV o principios del V. Se caracteriza por un suntuoso matiz residencial, destacando la calidad de la estatuaria aparecida, principalmente, en el ámbito del peristilo y relacionada con la decoración de fuentes y estanques, siendo relevantes los mosaicos que incorpora.
El proyecto lleva “en parón” unos 21 años, tras finalizarse una de las fases de excavación arqueológica que permitió descubrir gran cantidad de mosaicos. Entre los enseres encontrados, la ‘Venus de Antequera’, apliques de bronce, pequeñas esculturas y, anteriormente en la obra de las vías, el busto de ‘Nero Germánico’.
Ahora, se espera que por fin dé comienzo una de las actuaciones arqueológicas más importantes de la ciudad de los últimos años. ¡Y lo que aún nos queda por descubrir! Más información, edición impresa sábado 28 de septiembre de 2019 (pinche aquí y conozca dónde puede adquirir el ejemplar) o suscríbase y recíbalo en casa o en su ordenador, antes que nadie (suscripción).
