Qué difícil es empezar a escribir desde una página en blanco, pero hay personas que tienen ese difícil ‘don’. Uno de ellos es Miguel Almanza Guerrero (Antequera, 26 de octubre de 1987), que compagina su experiencia del mundo audiovisual con la creación de cortos y largometrajes. Ahora, tiene la mirada puesta en sus dos criaturas, “Las Pesadillas de Alberto Soto” y “Rapsodia”.
Hablamos con él, para que nos hable de esos comienzos en un complicado mundo con el que ha conseguido hacer realidad muchos sueños. “Siempre me ha gustado el tema del cine, de consumir cine a muerte. Empecé a jugar en la ESO con un amigo de Antequera. Empezamos a jugar con las camaritas y haciendo cortos sin pretensiones ningunas, pero empezando un poco a jugar. Tenía esa inquietud”.
Con 16 años, “me fui a Puerto Real, a una escuela de cine que hubo allí. Di ese paso tras acabar la ESO y probé allí. Estuve un año, tuve otro buen colega y empecé a hacer más cortos con otras pretensiones. Yo ahí ejercía como guionista sobre todo y ayudaba al compañero”.
Después de eso, su siguiente destino fue Granada: “Después me fui a Granada e hice Grado Medio de Fotografía, compaginándolo con un curso de edición. Los maestros sabían que estaba estudiando Fotografía, pero lo que me molaba era el vídeo. Como no tenía Bachillerato, no podía acceder directamente al grado de Vídeo. Entonces los profes que sabían que me gustaba el vídeo, en vez de hacer las prácticas en un laboratorio de Foto, me metieron en una productora de televisión y por suerte desde ahí hasta ahora, lo he enganchado trabajando”.
Estuvo “el tiempo de prácticas, me quedé unos meses allí contratado con ellos y después ya dejé de trabajar con ellos contratado, pero sí trabajando como externo. Invertí en mi vicio y empecé a conseguir cosas. Primero los clientes eran ellos y ya ahí empecé a trabajar con fotógrafos, que delegaban la parte de vídeo en mí. Después yo fui el fotógrafo, como freeelance… Fotografía, vídeo, edición, maquetación…”.
En paralelo, “siempre iba haciendo cortometrajes conforme iba teniendo acceso a equipos por la productora o a través de los fotógrafos, pudiendo conseguir un equipo mejor. Como en lo profesional iba trabajando en más cosillas, iba haciendo los cortos. Los cortos iban subiendo poco a poco de calidad conforme avanzaba. Los cortos eran al principio peores, hasta que poco a poco iban cogiendo más y más calidad y así sucesivamente”.
Hace unos 5 años empezó la aventura de su primer largometraje, su gran ópera prima
Almanza ha ido con los años mejorando la manera de grabar, la calidad de sus filmaciones y, por supuesto, la mejora de los guiones. Por eso se planteó realizar un largometraje. “Viendo los cortos y tal, vi que me gustaría hacer una película, el tema del cine, de hacer un largometraje. Fue avanzando la cosa y el nivel de los cortometrajes y pensé que una película con esa calidad, aunque no se dispusiesen de unos medios muy potentes, a mí me vale para contar una historia“, nos cuenta.
“Me metí en el tema de la película, a escribir el guión, empecé a moverlo y fue la aventura de la película que fue creciendo sobre la marcha. Al principio era algo reducido entre conocidos y otros actores. Empezamos a tirar de escuelas de teatro pequeñas como ‘La Sala’ y enganché a gente de clases de teatro. El largometraje comenzó hace unos cuatro o cinco años, cuando empezó a fraguarse. Es algo que siempre estaba en mente. El largometraje se escribió, se reescribió, iban a ser dos cortos juntos, se planteó como una serie de cortos… También pensamos en una idea de un cortijo y un monstruo… Una cosa más fantasiosa. Estuve hablando hasta con gente para hacerlo, pero llegó un momento que a la hora de hacerlo se quedó muy grande”.
Finalmente, “cuadró la historia de ‘Las Pesadillas de Alberto Soto’, que es el título de la película y ya de repente cuadró el texto, el guion, el momento en el que me encontraba. Coincidió que en ese momento entablé relación con actores de Málaga potentes que apostaron por la peli. Después, entraron Macarena Gómez, Salva Reina, Diana Navarro, Álex O’Dogherty, Juanma Lara…”. También forman parte Carmen Vega, Jorge Roelas, Virginia Nolting, Mercedes León, Simón Ramos, Damaso Conde, Ana Janer, Elena Lara, Juan Carlos Montilla y Alejandro Morales.
Una película cuya calidad es indiscutible gracias, entre otras colaboraciones, a la realización de la banda sonora por Antonio Meliveo. Por su parte, “el sonido lo ha hecho ‘La Bocina’, que también ha hecho el sonido a muchas películas de Almodóvar, es una empresa muy potente, la edición la he llevado yo”.
“De arrancar la película fue medio año más o menos, lo que es empezar a grabar. De grabación en sí, fue un año por lo menos, porque como la he llevado yo a pulmón, sin apoyo ni subvenciones, en vez de abordarla haciéndola del tirón, la hice por partes. Por ejemplo, el personaje de Macarena Gómez, pues acordamos con ella dos o tres días de grabación, afrontaba el tema económico y esfuerzo de esos días de grabación, lo parábamos y así hasta la siguiente fecha. Dos meses después cuadrábamos otra fecha, reponía económicamente y así. No ha sido con un presupuesto cerrado, sino que iba avanzando sobre las necesidades que iban surgiendo. Una película completa, con una forma convencional, de un mes de grabación o dos meses, no podría, era imposible. Era como si a lo largo del año hacía tres cortos, pues me tomo la película como algo así”.
Una grabación que se pudo hacer en diferentes partes: “Es verdad que el tipo de historia daba pie a que se hiciera así. La idea en concreto como la tenía yo pensada tenía esas posibilidades. Depende del tipo de historia te pide una serie de requisitos. Si quieres hacer un reportaje social de historias callejeras, con una cámara y rollo documental, te pega para contar una historia”.
El peso de la historia “caía en dos actores protagonistas fuertemente, el resto eran actores secundarios que a lo mejor uno tenía un día de grabación, otros dos, otros tres o cuatro. Lo que hice fue asegurarme el compromiso de los dos actores principales, Andrés Suárez y Rafa Puerto. La estructura de la forma de grabar la película tenía que cumplir con el compromiso de ellos”.
Cómo no, hay anécdotas de la grabación que no se olvidan. O momentos que quedan siempre marcados en la mente de un director de cine: “Me acuerdo que con Andrés Suárez, una de las veces de grabación, de repente le salía un papel para una serie en un capítulo y a lo mejor lo pelaban. Le salió algo así y lo pelaron, entonces le dije que hasta que no le creciera el pelo no podíamos retomar la historia. El pilar fueron ellos dos y sobre eso íbamos cuadrando”.
Aunque, por muy buena que sea la película, más exigente va a ser su director, ya que aunque Almanza está “contento con la película”, afirma que siempre “se puede mejorar. Es mi ópera prima y estoy orgulloso de lo que ha salido, pero evidentemente he aprendido mucho y se puede mejorar mucho”.
Ahora, “lleva aparcada un año con el tema de la burocracia, de los registros en la ICO y todo lo que es eso. Estoy cerrando propuestas y distribuciones. Mi idea es estrenarla este año. Ahora mismo estoy intentando cerrarla con festivales, después tengo un par de propuestas con plataformas digitales que estoy tanteando y con distribuidoras. Estoy en ese proceso de desayunar con correos electrónicos y viendo a ver por dónde cuaja”. Lo que más le ha gustado hacer de esta película ha sido un poco “todo el proceso. Cosas que veía muy lejanas, de repente me he visto cerca, con contactos, con un conocimiento de la industria que antes no tenía”. La cinta, narra la historia de un joven que ya no es tan joven y sigue atormentado por las graves secuelas de una dura infancia.
En marcha otra película, que ‘dará a luz’ una vez que ya lo haga la primera realizada
Además de “Las Pesadillas de Alberto Soto”, Miguel Almanza cuenta con otro largometraje “en la nevera”, a la espera de la publicación de la primera. En este caso, se llama “Rapsodia, es coral” y habla sobre relaciones de pareja. En este caso, “la tengo grabada y en el tema de posproducción. La hicimos más a nivel malagueño, con esa misma estructura de historias. La fórmula funcionó, los actores quedaron contentos porque los que han participado en la primera película sí la han visto”.
La primera historia “es de Simón Ramos y Carmen Vega, que repito con ellos; luego, sale David Mena y Ana Janer. La segunda historia es un trío de mujeres que es la leche… con Mara Gil, Virginia Muñoz y Carmen Baquero; en esa historia está también Andrés Suárez. La tercera en discordia es con Jessica Saborito y David Ferrero, también Sara Suárez”.
Nos cuenta que está grabada “al completo, lo único que está es pendiente de empezar la posproducción: el tema de la edición de sonido, la música y todo ese tema”. Al hilo de su experiencia cinematográfica, le preguntamos por el cambio de la industria, que lo está haciendo “de una manera muy peculiar. Ya no es lo que era. Hay ahora un quiebro a la hora de hacer cine que está cambiándolo todo. Ahora con pocos medios cada vez se pueden sacar mejores resultados y también es verdad que la cosa se expone a una situación muy precaria, pero tiene la parte buena de que cuando antes hacía falta un presupuesto más elevado, más medios y era todo más complejo, ahora hay medios al alcance y puede resultar más fácil y se puede llegar a salir de la nada y que compita en la liga ‘de los hombres extraordinarios’, por así decirlo”.
Presencia de las películas de Almanza en diferentes festivales de cine
En festivales “sí he tenido presencia. Por ejemplo, ‘Saca el horno del pan que se está quemando’ nos lo cogieron en el Festival de Granada. Ese es de los primeros, de los más antiguos. Después, ‘Desmanes bebiendo cerveza’ también nos lo han cogido en unos cuantos. Por ejemplo, los más recientes: ‘Sustancia mortal’ lo hemos metido para ‘Notodofilm’, con Carmen Baquero y Jessica Saborito. Después, ‘Preboda’, con Ignacio Suárez de protagonista, David Ferrero, Carmen Vega, Rafa Puerto y Silvana Bonnato. Suelo trabajar mucho con los mismos actores. Otro de los últimos cortos con los que estoy muy contento y que tuvo difusión y muchas visualizaciones es ‘La Perra’, con Saborito y Víctor Castilla”.
Ahora, no podemos dejar de preguntarle qué tiene pensado realizar en el futuro, así como en el presente. Actualmente, “cortometrajes tengo varios ya planteados, con Rafa Puerto. Tenemos un par de guiones pendientes de sacarlos y queremos estrenarlos en la Filmoteca de Córdoba. Después, me han propuesto dirigir otro corto y luego de proyectos de películas, tengo cositas abiertas. Con Víctor Castilla estamos en el proceso creativo de elaborar un guion y la idea de grabarlo con él. Y luego pues mi trabajo de freelance. Ahora estoy haciendo televisión con una cadena local, corporativos, reportajes sociales, publicidad, teatro…”.
Los Goya se celebrarán este año en Málaga
La ceremonia de los Premios Goya se celebrarán en Málaga el próximo 25 de enero, lo que supone todo un empujón para la industria de nuestra provincia.
“Es algo que va a dar visibilidad a la ciudad. Algo que da visibilidad al gremio y al sector audiovisual de Málaga, que lo disfruta. Ya no solo son los Goya, son los premios Max de Teatro, que son como los Goya del teatro. Después, de series de televisión se han hecho muchas en Málaga: ‘Malaka’, producción malagueña y con muchos actores malagueños. Se ha hecho ‘Toy boy’, se ha hecho ‘Warrior Nun’, que hasta una parte se ha grabado en Antequera, ‘Brigada Costa del Sol’. Un montón de cosas que al gremio, a nivel de actores, de equipo técnico… está muy bien que haya ese movimiento. Son unas posibilidades que a lo mejor normalmente tenerlas tan cerca es complicado, está bien que eso pase cerca”, nos cuenta.
De referentes del cine le preguntamos, ¡cómo no le íbamos a preguntar! “Casi te daría un referente que no se conoce lo suficiente, para promocionarlo. Chiqui Carabante, director malagueño me parece que no está en el sitio en el que debería estar. Creo que tiene dos películas que me parecen dos maravillas, que a nivel de guión me tocan mucho la patata porque tienen una mezcla muy buena entre comedia y drama, con mensaje. Las obras que le he visto, tanto en cine a nivel de cortometraje como en teatro, me parece un máquina como creativo, no solamente como director de cine. Me toca la sensibilidad que tiene a la hora de contar historias, cómo las cuenta, desde la comedia siempre, desde lo divertido y el entretenimiento, desde la energía. Todo lo que hace suele tener mucha energía y ser muy entretenido y con mucho fondo”.
¿A quién le gustaría parecerse?
Nos dice: “El cine de Woody Allen… ni me gusta ni me disgusta. Pero me gusta ese rollo de película por año, me gustaría hacer eso. Él graba una, la produce y la estrena. Este ritmo de hacer cine y no ese tipo de modelo que hace una película cada tres años. Me molaría ese punto de tener una filmografía de película por año, poder centrarme en eso”.
Finalizamos la entrevista sobre el futuro y las plataformas digitales, que por lo menos, “permite que la película no muera como morían antes. Que queden ahí en un punto en el que resuciten algún día, que llegue a un público… Hay películas que en el momento de su estreno no tienen éxito, que han sido un fracaso en taquilla y después han acabado como un icono cultural. A nivel de cine, con las plataformas digitales, está habiendo más oferta que demanda, se está haciendo más cine del que se consume y si hablamos de series… ni te cuento. Con las plataformas sabes que vas a tener esa posibilidad, que vas a ser una ventana para hacer llegar tu trabajo de forma fácil. Todo tiene sus pros y sus contras, pero está bien”.
Ahora, a seguir muy de cerca a un director y guionista que seguirá dando que hablar con sus producciones cinematográficas. Más información, edición impresa sábado 25 de enero de 2020 (pinche aquí y conozca dónde puede adquirir el ejemplar) o suscríbase y recíbalo en casa o en su ordenador, antes que nadie (suscripción).
