viernes 26 abril 2024
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Catedrático Juan Benítez: No existía una ciudad tan floreciente en cultura literaria como Antequera

‘Sin Juan de Vilches, posiblemente la leyenda de la Peña de los Enamorados no se hubiese conocido tal cual’ ni la Escuela Antequerana de Poesía hubiera destacado tanto. Éste es uno de los titulares que nos deja el catedrático de Lengua y Literatura, Juan Benítez Sánchez, un referente de la Cultura de Antequera, su Comarca y Andalucía.

 

Recorremos con él la aparición de la escuela de gramática en Santa María, el desarrollo de la Escuela Antequerano-Granadina; el legado de Juan de Vilches, Pedro Espinosa, Cristobalina Fernández… o la relevancia de obras como el ‘Poema del asalto y conquista de Antequera’ y ‘El Abencerraje’.

Juan Benítez Sánchez cumple el próximo mes de septiembre 50 años ligado a nuestra ciudad, fecha en la que obtuvo la plaza de profesor de Lengua y Literatura en el Instituto “Pedro Espinosa”. Tras licenciarse en Filología Románica por la Universidad de Granada, amplía su formación y conocimientos, participando en congresos y seminarios nacionales y pasando por institutos de Antequera, Nerja, Marbella, Málaga y regresar a Antequera, como catedrático de Lengua y Literatura Españolas.

Además, se dedica a la investigación y a la recopilación de todo tipo de manifestaciones literarias y fruto de ello han sido las numerosas publicaciones, entre ellas en nuestras páginas. También ha impulsado la recuperación de fiestas como el Carnaval, presentado libros, organizado las “Lecturas de la canela” y las “Lecturas de primavera” en Antequera. Es miembro y directivo de la Asociación de profesores de Español “Elio A. de Nebrija”. Forma parte de la Academia Gastronómica de Málaga, Académico de Número de la Real Academia de Nobles Artes de Antequera. Una de las personas con mayor preparación y cultura en la ciudad en nuestros días.

Ante este personaje de nuestra Cultura, quedamos con él en el entorno del Arco de los Gigantes para profundizar en lo que fue la Escuela de Gramática, la relación de Antequera y Granada y personajes que pusieron a la ciudad en primera línea del Siglo de Oro. Hablamos del Turismo, pero quizá hay una parte desconocida de Antequera que es su propia historia de la Literatura y la Lengua. “Todo el mundo empieza con la leyenda de la Fuente del Toro de Washington Irving; sin embargo hay otra riqueza y otro monumento que no es material que es la literatura. Hay una riqueza literaria que muchísimos ignoran y que ha sido lo que le ha dado tanta importancia a Antequera que se le llamó la Atenas Andaluza”. 

Una placa se colocó en el cuarto centenario del Arco de los Gigantes, el primer museo al aire libre, traducida del latín por María Victoria Atencia: “Es una gran escritora malagueña que estudió mucho a Juan de Vilches, como lo hizo Alfonso Canales que fue el que tradujo la leyenda ‘De rupe duorum amantium apud Antiquariam sita’, la de la Peña de los Enamorados”. 

Antes de seguir, ¿por qué fue tan importante Juan de Vilches?: “Fue uno de los preceptores más destacados que tuvo la cátedra de gramática. Fue quien escribió ‘La Bernardina’ y además recogió por segunda vez la leyenda de la Peña de los Enamorados. Ha sido muy traducido por un profesor de la Universidad de Málaga, Francisco Talavera; y por la viuda de Antonio Parejo, Carmen del Pino, que también lo estudió bastante”.

Cuando hablamos de preceptor ¿a qué nos referimos?: “En la escuela de gramática, el que admitía alumnos, eran profesores, todos licenciados y expertos en latinidad porque no hay que olvidar que la cátedra se llamaba Cátedra de Latín y Humanidades”. En cuanto a los estudios y traducciones de Juan de Vilches, si hay que destacar alguno ¿cuál sería?: “Me quedo con la traducción de la Peña de los Enamorados. El primero que la cuenta en prosa es Lorenzo Valla, que es un italiano que acompañaba al Infante don Fernando. Pero unos pocos años después Juan de Vilches escribe paralelo a los hechos, en verso y en latín. Y eso es lo que traduce después Alfonso Canales y que por él lo conocemos todos”.

Si hoy presumimos que Michael Hoskin es quien demostró el valor universal excepcional, entonces no se nos puede olvidar que Juan de Vilches fue el que hizo que la leyenda llegara a nosotros. “Sin Juan de Vilches posiblemente la leyenda de la Peña de los Enamorados no se hubiese conocido tal cual. Y desde luego, lo que sí es cierto es que la Escuela Antequerana de Poesía no hubiese sido al menos como es si él no hubiese existido”.

La Plaza de los Estudios, donde vivían los preceptores

Pasado el Arco de los Gigantes entramos en la plaza que hoy conocemos como de los Escribanos. ¿Cómo podríamos hacer un viaje en el tiempo e imaginarla en la Antequera de los siglos XV y XVI? “Todo lo que vamos a hablar aquí está recogido en la tesis doctoral de Fermín Requena que es digna de estudio porque hizo un estudio fabuloso a través de los datos que recopiló de Quirós de los Ríos, otro olvidado en Antequera. Ahí habla él de la Plaza de los Estudios, que a mí me encaja más porque en los estatutos que tuvo la cátedra de gramática se habla de la dificultad que tenían los preceptores para adquirir viviendas, porque la vivienda llevaba consigo no solo el dormir y el comer, sino el acoger a los alumnos. No existía un lugar donde se impartiese la cátedra de gramática, sino que cada preceptor tenía su casa y a su casa iban los alumnos tanto de Antequera, que por eso los subvencionaba el municipio, como de fuera”.

Entonces esta plaza era como los primeros colegios de Antequera… “Ellos eran profesores, licenciados que tenían alumnos y se impartía el trivium que era Gramática, Dialéctica y Retórica. Es curioso porque Fermín Requena habla de que cada preceptor dividía a sus alumnos en tres grupos: los mayores, los de en medio y los menores, no por la edad, sino por la formación. Lo que hacía el preceptor era imponer unos títulos de la literatura clásica latina y era lo que se traducía primero, luego había la ‘lectio’, después la discusión y  por último la conclusión”.

Estamos en la Antequera del inicio del Renacimiento, en la Antequera después de la conquista, y ante su Colegiata: “En 1503, el papa Julio II concede una bula por la cual se crea la Colegiata de Antequera. Ahí hay un prepósito, doce canónigos, seis acólitos, seis mozos de coro, un maestro de capilla y un organista”. 

¿Por qué en Antequera y no en otros sitios? “Posiblemente por aquello de que hay mucha tradición, hay muchas órdenes religiosas y adquiere una importancia enorme y eso es lo que hizo que se crease la figura del preceptor y entorno a ellos venían muchos alumnos de fuera y eso es lo importante. La mayoría de los que hoy consideramos pertenecientes a la escuela antequerana de gramática fueron alumnos de algunos de estos preceptores. Y por eso lo de la Atenas Andaluza, lo denominó Rodríguez Marín así porque no existía una ciudad en Andalucía tan floreciente en cultura literaria como Antequera”.

Ojalá hoy que el turismo es uno de los nuevos ejes económicos, hubiera alguna administración que dijera: ¡vamos a recuperar esa escuela antequerana! “Yo llevo años haciendo esto, he traído a muchas personas y cuando se lo explico se van encantados porque se desconoce completamente”. Será como lo del nieto de Antonio de Nebrija que montó aquí la segunda imprenta después de tenerla solo Sevilla. “Aquí se hicieron una cantidad de libros… Yo tengo uno donde aparece todo lo que se ha publicado en todas las imprentas relacionadas con Nebrija o sus familias. Allí aparecen todos los libros importantes que se editaron en Antequera, libros que afortunadamente Antonio del Bello ha fotocopiado y cuando la Real Academia tenga disponibilidad estarán a disposición de los antequeranos para que puedan consultarla porque es una joya”.

¿Por qué se llama Escuela Antequerana-Granadina?: “Indudablemente hay que tener en cuenta que Málaga se conquista mucho más tarde que Antequera y Antequera tuvo la suerte de que desde aquí se fraguó la conquista de Málaga y la más importante que es la Granada. La relación con Granada ha sido muy fuerte siempre. Y al tener esta escuela de gramática tan importante y con unos preceptores tan destacados, es lógico que muchos granadinos viniesen aquí. De hecho la primera fase de la Escuela Antequerana-Granadina había más granadinos que antequeranos”.

¿Dónde estaba físicamente la escuela en sí, dentro de Santa María?: “En el interior estaba lo que era el organigrama religioso, había misa las 24 horas del día. Y en la escuela como tal el preceptor tenía la figura del repetidor y algunos colaboradores que eran los que le ayudaban. Pero la escuela no estaba ubicada físicamente en ningún sitio, sino que era en su casa”.

Mujeres destacadas en la Escuela de Gramática y Poesía

Cerca de Santa María hay una placa que dice que en este lugar tuvo asiento la primera cátedra de gramática creada por la Real Colegiata de Santa María la Mayor donde enseñaron los humanistas Juan de Vilches, Francisco de Medina, Juan de Mora, Bartolomé Martínez, Juan de Aguilar… Cuando habla de humanistas ¿son?: “Expertos en latinidad sobre todo. Eran unos conocedores de la literatura clásica”.

Unos humanistas que dieron lugar a la Escuela Poética del Siglo de Oro: Pedro Espinosa, Luis Martín de la Plaza, Cristobalina Fernández, Agustín Tejada, Juan Bautista de Mesa y Rodrigo de Carvajal. “De alguna manera fueron alumnos, allegados, amigos o discípulos de estos preceptores y en torno a ellos es cuando surge la Escuela Antequerana-Granadina. Aquí es donde se entiende ahora lo que dijo Dámaso Alonso de que si se tenía en cuenta el número de habitantes, Antequera es la ciudad española  que más poetas tenía… Y esos son los que ahora están dándose a conocer”.

Por recordarlos, ¿quién fue Pedro Espinosa? “Se ha tenido como el líder de la escuela porque de alguna manera fue el que la coordinaba. Hay que reconocer que Pedro Espinosa tiene el gran mérito de haber hecho la primera antología poética que se escribe en lengua castellana. ¿Cuántas cartas tuvo que escribir este hombre para recopilar a todos los poetas conocidos de entonces? En Antequera surge la primera antología poética en lengua castellana y encima otra cosa que es importante, que tenga incluida a mujeres que luego desaparecen de la Literatura y no vuelven a aparecer hasta el siglo XIX. Decirte que en “Las flores de poetas ilustres”, hay escritos de Cristobalina Fernández, Hipólita de Narváez y Luciana de Narváez. Además de los mejores poetas conocidos de España entonces: Quevedo, Góngora, Lope de Vega…”.

Luis Martín de la Plaza, quizá uno de los más desconocidos hasta nuestros días y uno de los más destacados por su obra… “La calidad poética que tiene es fenomenal, conociendo su obra, gracias a Jesús Morata que es un experto en la escuela, podríamos decir que es el que tiene más calidad literaria de todo el grupo”. Hoy que se habla tanto de la igualdad, paridad… y ver ahí el nombre de Cristobalina Fernández, que pudiera escribir en Antequera eso dice mucho…“Así es. Pedro Espinosa la expone en sus Flores de Poetas Ilustres y aparte hay algunas publicaciones en revistas y demás… Aquí lo interesante que me gustaría aclarar y es que todo el mundo dice que Cristobalina Fernández fue la amante de Pedro Espinosa o que la despreció… Eso no está muy claro. Todo porque Pedro Espinosa en su obra habla de Crisanta, en uno de sus poemas, y algunos han querido ver en ella a Cristobalina Alarcón. Demostrado no hay nada, pero luego en la obra de Pedro Espinosa no se puede deducir que haya un amor platónico; puede que, si me apuras, haya un amor semimístico o camino hacia la mística. Este hombre se retiró porque era religioso, primero se fue al Convento de la Magdalena y luego al de Gracia a Archidona”.

Otro de los nombres que figuran es el de Agustín de Tejada: “También lo conocemos gracias a la publicación que ha hecho Asunción Rallo con los discursos heroicos de Antequera es una auténtica maravilla. A Santa Eufemia la trata maravillosamente… Estos hombres conocían perfectamente Antequera y la amaban, la idolatraban”. Entre Tejada y Carvajal recuerdo una conferencia que dio en la Real Academia comparaba Antequera con la Ilíada y que pocas ciudades tienen ese poema épico… “En la literatura antequerana de esta época hay tres hitos que no se pueden olvidar. Uno acabamos de decirlo que es ‘Flores de Poetas Ilustres’, otro es el ‘Cancionero antequerano’, la trayectoria de ese manuscrito hasta que a través de José Antonio Muñoz Rojas llegó a Dámaso Alonso. El ‘Cancionero antequerano’ es una de las joyas que no tienen ninguna otra población española ni universal. Y para mí el poema heroico del asalto y toma de Antequera de Rodrigo de Carvajal y Robles es único. No se puede comparar nada más que con la Ilíada, la Odisea y con los Nibelungos… con los grandes poemas épicos de las grandes ciudades como es Roma o Atenas… Una ciudad como Antequera que sea capaz de tener un poema épico que tienen miles de estrofas, escritas en Perú por un miembro de la Escuela Antequerano-Granadina que fue discípulo de Juan de Aguilar y que escriba la epopeya de la Conquista de Antequera y de las raíces de Antequera, es una maravilla”. 

La leyenda de la Peña de los Enamorados y El Abencerraje, un hito del siglo XVI

Con ese perfil de la Peña de los Enamorados, que fue el que llamó a los primeros pobladores en El Torcal de Antequera en la Cueva del Toro para venir a darle vida a la fértil de la Vega antequerana. ¿Qué le evoca esta figura que tanto aporta a la Literatura? “Siempre he visto en ella a la mujer. Lo del indio me parece una aberración… Lo bueno que tiene es que no solo es influyente en lo que es los Dólmenes sino en una de las leyendas más importantes que se introdujo en la Historia General de España, la Historia del padre Mariana y que ha sido traducida en todas las historias de Antequera. Desde Lorenzo Valla, a Juan de Vilches, Andrea Navagero que en uno de los libros de Jesús Majada explica que pasó por Antequera. Yo siempre he dicho que deberían haberle puesto el nombre del primero que lo puso que fue Juan de Vilches con Hamete y Tagzona. Lo de Tello se repite más veces, pero el primero es Hamete…”.

Luego está “El Abencerraje”: “Lo que siempre digo al llegar aquí es imaginarnos a Rodrigo de Narváez diciendo: ‘Está esto muy en silencio, vamos a dar una vuelta’. Aquí no había casas, todo un bosque mediterráneo, al fondo la Peña, unos pocos soldados divididos y los que no van con él se encuentran con Abindarráez… Se pelean Cártama y Coín porque ellos se creen los dueños de esa leyenda, pero donde transcurrió fue aquí. Es la novela caballeresca más importante del siglo XVI en España… Todos mis alumnos han leído una versión que tenía hecha López Estrada, eso se tarda media hora en leer, pero es una joya, una riqueza. Y el romancero que trae es tan variado y tan rico, no sé cómo la gente no lo lee”.

¿Cómo podemos recuperar y tener presente esta riqueza literaria de Antequera? “Llevo años diciéndolo precisamente. Es encomiable la labor que está haciendo la Universidad de Málaga, publicando toda esta rica literatura, pero tengo que lamentar varias cosas. Una que desde el punto de vista de Antequera nunca ha habido el más mínimo interés hasta ahora en recuperar esta literatura porque el 90 por ciento de este material está en el Archivo Histórico de Antequera. Siempre he pedido que se potencien becas para que hagan tesis doctorales a los alumnos de la Universidad, aunque sean antequeranos o de la comarca y si no del que tenga interés, pero esto hay que recuperarlo como sea y que se publique y conozca cuanto antes. Y en segundo lugar,  a los profesores compañeros… yo hice lo posible por crear una asignatura que era Literatura Culta y Oral en Andalucía para Segundo de Bachillerato y me parece que el único que la impartido han sido los institutos donde yo he estado. Que no sea solo enseñar a Garcilaso, Góngora, Quevedo y Cervantes… que está la Escuela Antequerano-Granadina. Posiblemente no se hubiese escrito fábulas importantes si no hubiese escrito Pedro Espinosa la ‘Fábula de Genil’… Que un antequerano escriba una de las mejores fábulas que hay en la literatura, después lo superó el Polifemo y Galatea, mucho más cultas, pero no cultas en el sentido de conocimiento son de culteranismo. Posiblemente la literatura de hoy no sería tal como es si no hubiese existido y no hubiese aportado todo esto esta escuela”.

Escuchando a Juan Benítez se nos viene al corazón decir que muchas veces presumimos de nacer en Antequera. Para ser antequerano hay que nacer o querer a Antequera y como decíamos al principio, en el próximo curso cumplirá 50 años en Antequera. Seguro que este trabajo, labor, difusión e investigación sirvan para que cuando paseemos por aquí no nos inventemos cuentos, sino que hagamos caso a la historia, que queda reflejada en nuestra Literatura como nos ha resumido en esta entrevista el catedrático Juan Benítez.

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