En estos días, la comunidad carmelita celebra los 500 años de su venida a Antequera, efemérides que se cumplirá exactamente el próximo sábado 19 de octubre. Entre tanto preparativo, conversamos esta semana con uno de sus embajadores en Antequera: el padre Antonio Jiménez López, que lleva 26 años destinado en nuestra ciudad.
Natural de Valdecaballeros, un día el padre Miguel García, visitó su pueblo para mostrar la vida que ofrecían en el Seminario de Hinojosa del Duque, en Córdoba, aceptando junto a once amigos, empezar su aventura, de “la que yo sólo terminé el Seminario y ejercí mi servicio al Señor posteriormente”.
Fue una llamada de Dios especial: “Pues a través del Deporte, recibí la llamada de Dios porque me llamó la atención que se practicaba deporte en el Seminario. Yo era jugador, defensa, llegué a jugar en el Osuna cuando estudiaba BUP. Y tras escuchar al padre Miguel García, ingresé en el Seminario el 5 de agosto de 1970, descubriendo la llamada del Señor. ¡Y aquí sigo, al servicio de Dios!”.
Su pasión por el fútbol, le hizo entrar en una etapa de formación, a través de la cual fue conociendo y sintiendo esa forma de vida carmelita. Se formó en BUP, COU, Filosofía y Letras, terminando su formación en Teología. En 1987 se ordenó y fue cuando “llamé al provincial Luis Ruano, y me comentó que si tenía alguna idea de a dónde me enviaría, y le dije que me daba igual, ya que el primer destino le pedí que me lo diera él, porque si se equivocaba, él sería quien errara y no yo. Pero antes de colgar, me dijo ¿qué te parece Antequera? No supe qué contestarle. Y, hoy, 26 años después, digo muy orgulloso que no se equivocó con mi primer, y de momento, único destino”.
Una comunidad que en su última transformación en Antequera, decidió dedicarse a la enseñanza. “El padre Manuel Granados, cuando regresamos, vio la necesidad del Barrio del Carmen, que necesitaban que les enseñaran a leer y escribir, y así fundamos el colegio”.
Hasta la Desamortización del siglo XIX, ellos estaban vinculados a la iglesia del Carmen, “que sigue en pie gracias a la familia García Berdoy, quienes la atendieron tras nuestra expulsión. El Carmen es nuestra y nos la podrían devolver, porque fue quitada por Mendizábal, el convento de vendió, y la iglesia, pasó a ser del Obispado. A don Antonio no paraba de pedírsela, y a don Jesús, aún no se lo he hecho, pero con todos los respetos, no estaría mal. Es complicado reactivar la parroquia, pero con las bodas, bautizos y celebraciones especiales, como la imposición de escapularios a los niños el próximo 18, podríamos atender nuestra iglesia”.
El padre Antonio, muy conocido, popular y querido en Antequera, basa su vida en el carisma carmelita: “Primeramente el amor a la Virgen del Carmen, ya que es nuestra Madre, nuestra Patrona y Guía. Desde su amor, seguimos a Jesús, al igual que hizo Ella”.
Ahora viven su quinto centenario, una fecha que “Ismael Martínez Carreteros, historiador carmelita del Buen Suceso de Sevilla, me dijo que no se nos pasara el 2013, y yo le dije que no se nos iba a pasar, y aquí estamos, a unos días del día 19”.
500 años de los Carmelitas, 26 años del padre Antonio en Antequera, “donde nunca olvidaré mi primer curso, con 46 niños en la clase, donde yo empecé a ser maestro en la vida. Estoy muy agradecido a la Virgen del Carmen por permitirme ser maestro en la vida”. Un antequerano más, al servicio de su comunidad, de los alumnos y amigos de su segunda casa: Antequera.
De Valdecaballeros a Antequera
Nació el 2 de febrero de 1957 en Valdecaballeros (Badajoz). Estudió Educación Primaria, BUP, COU en Jerez, Filosofía y Letras en Madrid y concluyó con Teología en Sevilla. Fue ordenado sacerdote por el obispo Antonio Montero, en su pueblo de Badajoz, lo que fue además de una experiencia personal inolvidable, un día muy grande para su familia.
Su primer destino fue Antequera en 1987, y desde entonces reside aquí. Se ha encargado de Jucar (Juventudes Carmelitanas), así como de enseñar Religión, catequesis, Primera Comunión, capellán de las Descalzas y confesor de las Mínimas, entre otros menesteres.