Es inevitable hacer miles de chistes o memes, como ustedes prefieran llamarles a la situación que se vive hoy día en nuestro país.
Y es inevitable porque o nos tomamos con humor el día a día o éste nos derrumba. Y yo prefiero hacerlo así, bastantes complicaciones se tienen en las familias para ocuparnos de muchas otras que nos llegan y nos ponen los pelos de punta.
Lejos de hablarles de corrupción y cuantos escándalos siguen saliendo, me quiero fijar en cómo esa realidad supera la ficción, dejándonos frases o imágenes para la eternidad, que ni los mejores humoristas podían esperar que llegaran.
No me queda muy lejos la bofetada cariñosa de la esposa de Macron, que lo dejó con una cara ante la puerta abierta que bien merece miles de memes a lo largo y ancho del mundo. Los dimes y diretes de Elon Musk y Trump que me parecen una pelea de niños con dinero. Y sin ir más lejos, eso de “son las cinco y no he comido” que parece sacado del mejor de los sketch de José Mota.
Todo hay que mirarlo con humor, y eso sin dejar la realidad de lado, la que a mí más preocupa y no es de humor, la guerra que continúa en Gaza, con Israel e Irán también en el aumento de los bombardeos.
Es mejor reír, pero qué efímeras son las risas cuando en las pantallas se cuelan historias sobre lo que allí ocurre. Historias que me narran periodistas. No me vale lo que narran los políticos, eso se queda a poca altura con la realidad que se vive en esta zona del planeta día a día. Siempre me gustó el periodismo de guerra y creo que por eso, me fío siempre de aquel que está en primera línea, porque ahí la verdad se palpa lejos de micrófonos y pantallas.
Mientras nuestra perspectiva cambia y nos llega otra frase de algún político aventajado para reírnos, hagamos examen de conciencia, levantemos nuestra mirada firme y decidida para denunciar la muerte y la guerra. Analicen y no se dejen guiar por las malas lenguas. Yo les dejo por hoy, que miren las horas y sin comer…
