Dominar la exaltación vital requiere el olvido de un estricto racionalismo para dejar paso al completo dominio de la imaginación. Claro que dominar la imaginación sobre la razón propicia la transgresión de normas, es decir, quien lo consiga no se atiene a reglamentos marcados. El chico, con nombre y apellidos tiene un rostro muy favorecido, es guapo, atractivo, muy joven, demasiado joven o tal vez por eso… Su sonrisa atraviesa los medios nacionales, llámense periódicos, pantallas de televisión o redes sociales… Entendemos que la difusión de cualquier suceso es de una rapidez increíble. No huía de nada solo quería coger un tren y aquí, una vez levantado el secreto de sumario, comienzan las conjeturas.
Un tren varado, dormido, casi olvidado en medio de vías. Hierros, cables, señales y calor del sur en ese espacio temporal y logístico, terrenal la temida palabra se cuela con autoridad sobre este decorado real como la vida misma: la catenaria o como prefieren los técnicos ferroviarios LAC (Linea Aérea de Contacto). Lo digan como lo digan, lo lean en singular o plural no va a cambiar para nada los 600 voltios que guardan en su interior, ningún cuerpo humano soportaría esa descarga. Catenaria, mortal influencia en los hechos acaecidos. La redes ferroviaria conectan ciudades, pueblos, países… Van rápidas de un lado a otro y con ellas o para ellas el tendido eléctrico como punto negro. Alta tensión de un tren a otro. Cables suspendidos sobre las líneas ferroviarias, sobre los trenes. Imposible llegar a ellas desde el suelo, pero no desde el techo de los vagones. ¿Cómo se le ocurrió a este chico correr sobre ellos? Creería que podía hacer lo que Tom Cruise en una misión imposible? Las cámaras grabaron el momento de la carrera. Causa accidental. Que en paz descanse su sonrisa y quede en el eco de la vida su nombre.
