Antes de nada, hay que tener muy claro que las glándulas sexuales también se pueden denominar gónadas, siendo los ovarios en las mujeres y los testículos en el hombre. De esta forma, el hiopogonadismo ocurre cuando las glándulas sexuales producen hormonas en muy pequeña cantidad o incluso no las producen.
El hipogonadismo es central cuando el problema reside en los centros de regulación de las glándulas sexuales, que son el hipotálamo y la hipófisis. Esto puede ocurrir por tumores, infecciones, cirugías, problemas genéticos, cirugías e incluso algunos medicamentos. La anorexia nerviosa y la pérdida muy rápida de mucho peso también pueden ser causas de hipogonadismo central. Por el contrario, el hipogonadismo puede ser primario cuando el problema reside en los propios ovarios o en los testículos. El hipogonadismo primario, de igual manera, puede deberse a infecciones, cirugías y problemas genéticos.
En cualquier caso, los síntomas que se producen son muy característicos y bien diferenciados entre hombres y mujeres. Los hombres sufren pérdida del vello y de barba, agrandamiento de las mamas, impotencia, reducción del tono grave de la voz y pérdida muscular. Las mujeres, por su parte, pierden la menstruación, tienen la líbido baja y sufren sofocos, algo parecido a lo que les ocurre en la menopausia.
El diagnóstico pasa por medir los valores de la hormona folículoestimulante, la hormona luteinizante y los estrógenos en mujeres y la testosterona en los hombres. Este diagnóstico se complementa con pruebas genéticas y otras pruebas como la ecografía, el TAC y otros análisis como el perfil tiroideo y el seminograma en los hombres.
El tratamiento lógicamente intenta restablecer los valores hormonales artificialmente, el pronóstico suele ser bueno aunque dependerá mucho de la causa que lo produzca. Para acabar, les recomiendo que disfruten de lo bien que huelen las diosas en primavera, más aún si están en casa.
