Desconociendo en su totalidad la publicidad que maneja Cultura en torno a los talleres municipales, hay mucha gente que no se enteran o que lo hacen preguntando a unos y otros si ofertan alguno de su preferencia. Lo mismo ocurre con eventos que se llevan a cabo en la ciudad. Se podría pensar, que tras la pandemia, somos más apáticos y bastante reacios a congregarnos en un acto por muy interesante que éste sea, pero sinceramente creo que a la oferta de Cultura, por parte del Consistorio, que es muy variada, le hace falta mayor difusión.
Yo me enteré del taller, al que asisto desde antes de la pandemia, por pura casualidad y lo he vuelto a retomar porque el profesor, que además de ser muy bueno en la materia, es un hombre preocupado por enseñar y aportar su voluntariado a esta ciudad. Su preocupación llega hasta el despacho de la concejala de Cultura para pedirle unas mínimas concesiones, como es el tema del aula o un pequeño papel acreditativo al finalizar el curso, para cada una de las personas que acudimos a sus clases. Concedidas, la responsable de Cultura se mostró de acuerdo con las peticiones planteadas y se mostró en todo momento abierta a las sugerencias de quien lleva tiempo poniendo empeño y capacidad, para que el taller sea lo más provechoso posible.
También es cierto que en la inauguración del taller, no hubiese estado nada mal ver a algún responsable municipal alentándonos; siempre es muy agradable dejarnos querer y sentir la presencia de nuestro representantes más cercanos. Reconociendo que son muchas las actividades que se inician las mismas fechas, es posible que a lo largo del curso se encuentre el momento adecuado para recibir esa visita, mejor aún, encontrar el lugar y la manera de clausurar las Escuales Municipales y ver en su conjunto la cantidad de personas que gracias al Ayuntamiento y al trabajo de buenos profesionales, llenamos un tiempo de ocio con formación y creatividad.
