jueves 25 abril 2024
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Va por ustedes

Con estas palabras tan escuetas, muchos toreros que participan en esa fiesta de vida, muerte, arte, sabiduría y –si algunos lo prefieren– crueldad, que es la fiesta de los toros, brindan al público o a un grupo de personas, la muerte del toro que les ha tocado en suerte, antes de iniciar la faena. En esas cosas pensaba yo cuando presenciaba en canal sur TV las novilladas sin picadores de muchos sábados en distintas plazas andaluzas -todas bellas-, la novillada con picadores del pasado domingo desde la preciosa plaza de Cazalla de la Sierra y, ¡cómo no!, la corrida número 100 del año taurino de Morante de la Puebla desde la Plaza de Toro de Ubrique. La retransmisión de esos espectáculos taurinos por Enrique Romero, ayudado por los comentarios del maestro Ruiz Miguel, es un auténtico lujo; también fue un lujo para Antequera tener al propio Enrique Romero como pregonero de su gran feria, en aquella espléndida noche del 17 de agosto pasado en el patio central del Ayuntamiento…

Empecemos por la novillada con picadores de Marcos Linares, Diego Bastos y Fernández de la Puebla; los novillos bien presentados y buenos para los novilleros fueron de Manuel Ángel Villares. Pues bien, Marcos Linares, debió pensar aquello de Va porustedes, cuando brindó su último novillo a la cuadrilla completa que le ha acompañado en esta etapa. Preguntado el gran diestro Ruiz Miguel por la importancia en las etapas de alguien que llega a ser torero recalcó como grandes etapas la primera tarde que se pone frente a un becerrete, la tarde que un novillero debuta con picadores y, por supuesto, la tarde en la que un novillero, ya cuajado, recibe la alternativa.

Mi gran afición al mundo del toro me ha hecho vivir todas esas emociones en el pasado con toreros que llegaron lejos como Enrique Ponce, Jesulín de Ubrique y El Cordobés. Otros, también grandes toreros, que no llegaron tan lejos fueron para mí Pepe Luis Martín, cuya carrera quedó a medias, a pesar de la buena acogida que siempre tuvo en plazas como la plaza de toros de Vista Alegre en Bilbao; y otros, como el caso de Angelete, novillero número 1 del escalafón que no quiso o no pudo llegar a más; me confesaba un día el propio Angelete que sus pesadillas nocturnas pudieron con él: soñaba noche tras noche con toros en su habitación y en su propia cama, y decidió dejarlo todo. En los años 90 le acompañé a alguna tienta y pude comprobar su categoría de gran torero…

¿Qué decir de estos novilleros que se aventuraron a torear con picadores en Cazalla de la Sierra? Son, por ahora toreros muy aseaditos que “hacen bien casi todo”. Como decía el gran maestro Ruiz Miguel van hacia el toro andando como si fueran ya “toreros mayores”. Creo que estos toreros que empiezan aprenden bien y rápido en las escuelas taurinas; aprenden tanto que torean muy bien, mejor de lo que deberían hacerlo por su edad y conocimientos. En el caso de Fernández de la Puebla, le recomendaría alargar más la mano en sus naturales: debe aprender a torear más largo y evitar de esta forma que el toro se le quede en la cara…Y a los tres les recomendaría que aprendieran a estoquear mejor. Todos los toreros vistieron trajes de estilo siglo XVIII; la novillada trató de revivir el ambiente de las corridas previas a las goyescas del siglo XIX. La presidenta de la corrida, concejal de Cultura del Ayuntamiento vestía de época. También se vieron por los tendidos algunas señoras vestidas según el estilo del siglo XVIII.

Y ahora, dediquemos algunas líneas al gran Morante de la Puebla y a su corrida número 100 de este año. Fue una corrida celebrada en la plaza de toros de Ubrique en la que rejoneó Andrés Romero dos toros de Fermín Bohórquez. El rejoneador, que sustituía a Alfonso Cadaval, mostró sus buenas dotes de caballista en ambos toros, matando muy bien a su segundo de un certero rejón de muerte. Completaron el cartel cuatro toros de Carlos Núñez para Morante de la Puebla y Pablo Aguado, dos toreros de arte.

Morante ha cambiado su forma de estar en el ruedo y su confianza en lo que hace. Su faena al segundo toro fue digna de recordar; no sólo obligó al toro a embestir por donde él quería, sino que le sacó con maestría y belleza los pases que quiso. Toreó con verdad, belleza estética, y con pases y figura de torero de otra época. Estoy seguro de que Morante, en más de una ocasión ha debido dedicar la lidia y muerte de un toro con el escueto: Va por ustedes. Pablo Aguado es un torero de arte, aunque a veces, parece que torea desganado; debe convencerse de que hace un toreo bello y puro.

Permítanme, mis queridos lectores, que yo también les deje con un escueto Va por ustedes. Me voy con este adiós tan taurino, diciéndoles que, durante veinte años, dediqué mi tiempo libre a aprender de la historia y cultura subyacente en el mundo de los toros; me paseé por España, y asistí a muchas corridas de toros; leí mucho sobre la llamada “fiesta nacional”; conocí a muchos toreros, críticos taurinos y ganaderos; participé en muchos coloquios taurinos, y destacaré la invitación que me hicieron en la plaza de Vista Alegre en Bilbao a la comida que solían hacer en aquella plaza el día conmemorativo de la “liberación” de la ciudad. Allí tuve de compañera de mesa a Dolores Aguirre, con la advertencia de que Dolores estaba invitada como ganadera, no como mujer… Aquella invitación mía siguió a uno de mis artículos publicados en la revista taurina del club Cocherito, de título “Toros y Cultura en la Aste Nagusia”*, es decir doblemente Cultura.

Y, al tiempo que escribía estas líneas, no pude dejar de pensar en Tito Pepe, aquel personaje que se nos fue habiendo sembrado en Antequera, con su peculiar estilo, la semilla de la tauromaquia: la Peña Los Cabales. Colaboré con Tito Pepe en los actos que organizaba y que eran motivo de admiración de otras Peñas taurinas, como pude comprobar en Madrid en una de las reuniones de Peñas taurinas de España a la que asistí en calidad de representante de la Peña Los Cabales; fui tratado como alguien especial, por asistir en representación de Los Cabales. En ese acto fui consciente de lo mucho que era apreciado y respetado Tito Pepe a nivel nacional. La peña que él había formado era respetada en la reunión nacional de todas las Peñas taurinas; y todo el mundo sabía que se trataba de lagran Peña taurina de un pueblo llamado Antequera…

He visto recientemente que los Cabales tiene un lugar reservado en La Plaza de Toros de Antequera, con entrada por los jardines que llevan el nombre Tito Pepe. Es un bonito local, aunque me ha dado la impresión de que no existía la amistad y camaradería de antes; deseo que los Cabales de ahora sean conscientes de que todo se fue fraguando por aquel hombre sencillo, que tanto luchó para que “su” Peña fuera grande dentro y fuera de Antequera.

*Aste Nagusia es el nombre dado a la Semana Grande de Bilbao. He sido durante más de veinte años un asiduo asistente a todo lo relacionado con el mundo del toro en Bilbao: sorteo de los ejemplares de cada corrida acompañando al presidente, coloquios taurinos en los principales hoteles, charlas con la gente del teatro. Todo giraba en torno a la corrida del día.

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