Los antequeranos de sentimiento y los que tuvieron que marcharse a otros lugares se congregan este sábado 21 de mayo en la Ciudad de Los Dólmenes para acompañar al Señor, en la que es la procesión que más alumbrado congrega durante el año.
Antes, a las 13 horas, función religiosa para los peregrinos, donde años atrás saludamos a antequeranos de Francia, Inglaterra, Barcelona, Zaragoza, Sevilla, Jaén, Madrid, Valencia y muchas más provincias españolas, que vuelven a casa para la procesión del Cristo de la Salud y de las Aguas.
Procesión a las 19 horas
A las 7 de la tarde, se abrirá la puerta lateral del templo parroquial, saludando con una ovación el pueblo devoto, a la imagen del Patrón que se asomará a su barrio. Tras el “arriba”, Juan José Sánchez Ramos dirigirá a sus 54 hermanacos, con túnica negra y capuz blanco, que empezarán a subir la Calle Niña de Antequera, dirección Barrio del Carmen (19,50 horas), bajando por la Cuesta de los Rojas para llegar a la Plaza de las Descalzas. Dejará las cuestas y empezará el terreno llano por Calzada, Diego Ponde, Madre de Dios (21 horas), Cantareros, San Luis (21,30 horas), Infante don Fernando con parada ante la Virgen de Los Remedios (21,50 horas) y en San Agustín (22,30 horas).
Al llegar a la Plaza de San Sebastián (22,45 horas), oración ante la puerta del templo colegial e inicio de la subida por las empinadas cuestas, parando ante Santo Domingo a las 23 horas y llegada al Portichuelo a las 23,15 de la noche. Por último, complicada bajada por la Cuesta Real y llegada a su templo a las 24 horas, con la novedad este año de la ofrenda de bengalas frente a la puerta lateral.
Por otra parte, estrenarán dos ciriales de estilo antequerano, realizados por los talleres lucentinos de Gradit y contarán con el acompañamiento musical de la Banda de Música Nuestra Señora de las Angustias de Campillos.
Campaña de cera líquida
Para la procesión de este año, el Ayuntamiento de Antequera y la Real Hermandad del Señor de la Salud y de las Aguas promueven una nueva campaña para pedir a los devotos “a que usen cera líquida para salir alumbrando, mejorando así limpieza y seguridad de las vías públicas”, destacó el teniente de alcalde José Ramón Carmona, que apuesta por mantener la tradición de una forma que no sea sucia, que no manche e impida caídas y daños en el pavimento de las calles.
El objetivo es que para el 2017, no haya ninguna vela tradicional, no sólo con el Señor, sino también en los alumbrados del Señor del Rescate y del Mayor Dolor, los dos que más devotos tienen alumbrando tras las imágenes.
“La cera vertida por las velas de las personas que alumbran en las tradicionales y multitudinarias procesiones como la del Señor de la Salud y de las Aguas o las de Semana Santa provocan daños en el pavimento de las calles que atraviesan dichas procesiones que suponen un riesgo para la seguridad de las personas que transitan las mismas”, destaca el alcalde Manuel Barón.
Desde hace años, indicaron el hermano mayor Tomás Olmedo y el mayordomo Gabriel Robledo, la Hermandad del Señor dispone de botes de cera líquida y de unos portacirios especiales en los que encajarlos al precio de 6 euros en la iglesia de San Juan, así como de 3 euros si se trata sólo del bote de cera líquida en cuestión.