Ha tardado, pero Apple Pay ha llegado a España, en concreto, este jueves 1 de diciembre, como primer regalo de unas intensas navidades, para intentar marcar un antes y un después en el pago, con una manera fácil e intuitiva de olvidarte de tarjetas para pagar con tu móvil. Así de simple.
Me explico. La compañía de la manzana habilitó hace ya varios años y tan sólo en unos privilegiados países, la posibilidad de hacer pagos móviles que permite a los usuarios de iPhone (no todos) y Apple Watch pagar su compra usando la tecnología NFC (Near Field Communication) en miles de establecimientos que aceptan el pago sin contacto (sin necesidad de meter la tarjeta en el aparatejo, simplemente pasándola por encima).
Lo destacado es que ahora llega a nuestro país, quizá demasiado tarde, y de la mano del Banco Santander. ¿Cómo hacerlo? Es fácil. Configuras tu terminal y cuando vayas a pagar acercas el iPhone al lector de tarjetas poniendo el dedo en el sensor Touch ID y, tachán, compra completada, sin necesidad de hacer nada más, sin sacar tarjetas ni nada por el estilo.
El reloj inteligente de Apple también acepta esta capacidad: tocas dos veces el botón lateral, lo acercas al lector y, como por arte de magia, todo pagado. Parece ciencia-ficción, pero no lo es. Igualmente, Apple Pay también se podrá utilizar desde casa, haciendo más cómodas las compras desde el sofá y facilitando la a veces compleja operación de compra online.
Esto es sólo el principio del futuro que nos espera. ¿Quién nos iba a decir en el pasado que podríamos pagar haciendo un leve gesto con la muñeca?
