En vivo y en directo. Sin plasma. Al menos al día de hoy, porque visto lo visto entre jueces, fiscales y otros elementos del ramo, Rajoy declarará por el caso Gürtel como cualquier hijo de vecino, en directo, mezclado con el pueblo, bueno no exageremos. En fin usted y yo no declararíamos por este tema, porque no tenemos poderío para ello y tampoco caja B. Tengo una hucha en la que voy echando las monedillas sueltas que me hacen pesado el monedero. La hucha tiene una palabra escrita: viajes. Eso es.
Bueno también podría hacerlo el cabezudo que va a recorrer España como si del mismísimo Rajoy se tratara sintiendo el horror de ser un refugiado ante vallas, alambres e incomprensión política y social. Un ejemplo doloroso y doloso que salta a la palestra, el fiscal jefe de Anticorrupción, el señor Manuel Moix es dueño del 25 por ciento de una sociedad panameña, vamos lo que viene siendo papeles de Panamá. Me imagino que alguien con tanto poder judicial puede mover a su antojo las palabras del vocabulario jurídico y los dictámenes.
Evidentemente él dice que todo es legal, faltaría más, pero ocultó que esto era incompatible con su cargo al organismo que regula estas incidencias. Esto está muy feo, y más en un fiscal anticorrupción.
Por cierto y para liberar carga, las asociaciones de fiscales exigen, piden una explicación. Yo también, pero clarita. “Es perfectamente ético” dice Moix, pues mire lo será, pero me huele a chamusquina. Y es que estamos asistiendo a muchas chapuzas, incendios, engaños, tropelías… Mientras tanto Montoro, ministro, a ver si nos vamos a liar, obliga a votar a los diputados enfermos o con otros tipo, supongo que graves, de problemas, porque necesita incluso a los moribundos para aprobar los presupuestos. Voy a tomarme una infusión a ver si paso esto sin que se convierta en una mala digestión.
