En los tiempos actuales donde estamos preocupados, entre otras cosas, por la meteorología –ya que sufrimos desde hace tiempo una considerable sequía–, cuando te levantas y contemplas el cielo “encapotado”, y caen esas primeras gotas, notas cierta sensación de alivio porque puede suponer una notable mejora para nuestra vida.
Preocupaciones que se mantienen en el tiempo y que si echamos la vista atrás podemos contemplarlas en la diferente documentación que se conserva y muestra, obviamente, la importancia del agua para nuestra supervivencia. En el caso concreto de Antequera, en dos documentos muy diferentes, de épocas muy distintas, podemos corroborar la importancia del líquido elemento.
En el primer documento a analizar, se trata de una Real Provisión concedida por el emperador Carlos V, fechada el 22 de noviembre de 1540 en Madrid. La ciudad de Antequera, a través de sus regidores, expone al emperador Carlos la necesidad de construir una nueva fuente de agua en la nueva plaza debido a que “la ciudad tenía mucha falta de agua a causa que en los pozos de ella son de poco agua y se han secado…”. (1). Ante tal situación, el emperador decide conceder la oportuna licencia para su construcción así como accede a la petición del concejo municipal para pedir la recaudación del importe necesario entre la población de la ciudad: “…damos licencia e facultad para que podáis repartir o echar por sisa entre los vecinos de la dicha Ciudad…” (2).
El coste, según refleja el documento, ascendía a unos doscientos mil maravedíes y la construcción de esa nueva fuente vendría a solucionar los problemas de abastecimiento de la ciudad, estableciendo la importancia del agua como principal medida para el buen devenir de la ciudad.
No sólo podemos contemplar esta tipología de documentos solicitando nuevas construcciones para dotar a la ciudad de un correcto y adecuado abastecimiento de agua. En otros momentos históricos, podemos contemplar cómo la posesión del agua y aprovechamiento deriva en situaciones que llegan a provocar pleitos y litigios entre diversos sectores. Un ejemplo de esta situación lo refleja el pleito mantenido por el Duque de Osuna contra los conventos de Santa Eufemia y Santa Clara, ambos de Antequera, entre 1777 y 1783.
Los antecedentes de este conflicto se sitúan en el aprovechamiento del agua que procede del Río Guadalhorce a su paso por el término de Archidona y que, según expone el Duque de Osuna, le pertenece debido a una donación realizada por el monarca Enrique en 1464. En el caso del Convento de Santa Eufemia contaba con un arrendamiento de una serie de tierras en la vecina localidad de Archidona y el pago de un tributo que les correspondía por el aprovechamiento y uso del agua en las huertas que tenían en esas tierras. Según expone el Duque, un tributo que se venía abonando desde tiempo atrás “…a razón de los 50 maravedíes por aranzada de tierra…” (3) y que dejaron de abonar.
Ante tal situación y la negación de ambos conventos a abonar el citado tributo alegando que no les corresponde abonar tal impuesto, el Duque decide llevar ante el Tribunal Eclesiástico su demanda. Estos documentos sobre el litigio que abarca de 1777 hasta 1783, se conservan en el Archivo Histórico Nacional, y exponen con detalle un largo pleito cuya sentencia, después de varias apelaciones, resulta favorable a ambas comunidades religiosas. Dicha sentencia se expone de la siguiente forma: “el citado convento de Santa Eufemia justificó sus excepciones bien y cumplidamente…y en consecuencia de ello, administrando justicia debemos absolver y absolvemos al referido convento de darle y damos por libre de la dicha demanda y pretensión” . (4).
Analizados ambos documentos, podemos comprobar que se corresponden a dos momentos muy diferentes en el tiempo, dos etapas históricas muy distintas pero un único elemento común que pervive: el agua y su aprovechamiento. Este elemento, indispensable para nuestras vidas, constituye un bien que, como se ha comprobado, ha tenido desde tiempos inmemoriales un importancia primordial para cualquier civilización.
(1). Archivo Histórico Municipal de Antequera. Fondo Municipal » Gobierno. Disposiciones Y Autoridades Supramunicipales. Disposiciones Recibidas. Reales Cédulas y Provisiones.Signatura. C – 34 – 148
(2). Ibídem
(3). Archivo Histórico de la Nobleza.”Testimonio de los autos seguidos a instancia del [VIII] duque de Osuna, [Pedro Zoilo Téllez-Girón], contra el convento de religiosas de Santa Eufemia de Antequera (Málaga) sobre el pago de 50 maravedís por arar una huerta que poseía dicho convento en la villa de Archidona y por el aprovechamiento del agua del rio Guadalhorce que pasa por dicha villa.” Signatura OSUNA,C.67,D.198.
(4). Ibídem