Me encanta recordar, ahora que los Oscar están cerca, que Daniel Day –Lewis rechazó el papel de Aragorn en El Señor de los Anillos y lo aceptara Viggo Mortensen, ¡aleluya!– hay una diferencia, lógicamente para mí, por eso me alegro. Por cierto la película de Viggo ha ganado la estatuilla. No la he visto, pero sí vi Roma y no le noté ese toque mágico. En otro orden de cosas, la de cosas que pasan en este mundo de Dios.
No lean sólo titulares, porque esa frase les venderá sólo lo que ellos quieran decirle. Los políticos a ellos me refiero. Es una opción claro está. En estos días de precampaña oiremos de todo y leeremos en letras grandes los que estos señores quieran especificar hasta taladrar el cerebro. El mío, no. No me siento víctima propicia de propaganda electoralista. Evidentemente la máxima es ganar elecciones a toda costa. Sí, no nos engañemos todos quieren parte del pastel, los que están, los que pretenden estar y los otros. No conviene olvidar que nosotros ustedes y yo somos parte del pastel.
Nos dirán que unos son mejores y que los otros son más auténticos y desde luego que defienden nuestros derechos, que podemos cazar o ir a los toros como si esto fuera prioridad nacional. Obviamente, lo sabemos más que intuimos que habrá un tema central que será Cataluña y en este tema como en cualquier otro los intereses serán dispares. Se oirá más al que más grite o al más patriota según definición de la RAE.
Por cierto al Patriota que yo recuerdo en estos instantes a Mel Gibson y su guerra de la independencia, la americana claro. Un misógino, el tal Gibson, pero a estas alturas seguro que ya lo sabían. Y sí, la tercera mujer de la que quería hablar no tiene un nombre concreto pero podría opinar mucho y mejor sobre un embarazo que el propio Casado que cuando abre la boca ofende al género femenino.