La primera impresión, queda para siempre. No me negarán que no lleva razón el título del artículo de esta semana. Por cierto, ¿se han fijado ustedes en la entrada que tiene ahora nuestra Antequera, según se viene deMálaga, antes se entraba a la ciudad subiendo la “cuesta de Archidona”, y ahora se entra directamente a los “Jardines del Rey”.
No me negarán ustedes que la primera impresión, cambia, ¿no? Y ¿no piensan ustedes que se debería quedar así y mostrar la ciudad con esa parte alta en todo su esplendor, con esa Alcazaba, con nuestra Real Colegiata de Santa María, encima ahora que se le ha dotado de una iluminación artística con diferentes tonalidades de color, ¿debería ser esa la entrada a la ciudad?
Un enclave como el nuestro, que cada día llama a más gente a empaparse de sus excelencias, debe contemplar, entre sus ofrecimientos al visitante, con una buena tarjeta de presentación, pero, además y no menos importante, con espacios delimitados y debidamente dotados, como para que se sientan a gusto desde el primer minuto. ¿No creen ustedes que los espacios de “La Moraleda” deben adecuarse como aparcamientos fijos, con instalaciones de servicios, agua, iluminación, reservados para autocaravanas con sus áreas específicas, y con precios módicos, debidamente atendidos por personal, por ejemplo, los amigos de “Singilia Barba”?
Sería una medida muy a tener en cuenta, en este tiempo de promesas. ¡Gracias, siempre!
