Como su propio nombre indica una parálisis facial se caracteriza por la pérdida de movimiento de uno o varios músculos de la cara. Puede afectar tanto a un solo lado de la cara como a ambos lados. Existen varias situaciones que pueden producir una parálisis facial, lo mas habitual es que se deba a un hinchazón o algún otro tipo de daño en el nervio facial (Parálisis de Bell). También un accidente cerebro vascular en ocasiones produce una parálisis facial, aunque en estos casos se suelen afectar otros músculos del cuerpo e incluso algunas funcionalidades importantes del organismo.
Por otro lado, si la parálisis facial aparece lentamente y va acompañada de convulsiones o dolor de cabeza muy probablemente se deba a un tumor cerebral. Otras patologías, como por ejemplo la Sarcoidosis o la Enfermedad de Lyme, como síntoma característico producen parálisis facial. Existen infecciones que afectan tanto al cerebro como al sistema nervioso y en ocasiones producen parálisis facial.
Los síntomas que produce una parálisis facial son muy evidentes, además de la llamativa falta de expresión y el descolgamiento de la cara habitualmente los síntomas incluyen babeo y lagrimeo excesivo por un ojo. Las personas afectadas por una parálisis facial en muchas ocasiones no pueden levantar la ceja, ni cerrar el ojo, ni sonreír y presentan dificultades en mayor o menor grado para hablar. Es muy importante que el médico identifique cual es la causa que ha producido esa parálisis facial. Para el diagnóstico se utilizarán pruebas diagnósticas como análisis de sangre, TAC y RMN de la cabeza. El tratamiento dependerá mucho del agente causal que haya producido la parálisis facial. Para terminar. Hoy quiero reconocer que gran virtud es tener al lado a una persona trabajadora, aun más si resulta ser nuestro ser amado.
