En verano no hubo feria, la gente venía del campo, de la playa… y en pleno mes de agosto ya pasaban por el Polígono y venía ese aroma, que las fábricas de mantecados ya estaban funcionando. ‘Delicias de Antequera’ arrancó el 9 de agosto y en septiembre alcanzó el gran nivel de producción, donde el polvorón de almendra es su estrella, a los que suma otras variedades, entre ellas las bañadas en chocolate.
Conversamos con su responsable Violeta Rivas, quien destaca el inicio de un buen año tras lo complejo que fue el año pasado por la pandemia. “Ya estamos más relajados, ya no hay tanto miedo. Ya nos podemos reunir, ya vemos la Navidad familiar, como siempre, y la verdad es que hay muchas ganas. La Navidad trae alegría, los mantecados traen alegría y buen comer”.
Dentro de lo malo de la Covid ha sido el aumento de las plataformas digitales, la tienda ‘online’, ha conseguido que se aumenten las ventas: “Sí, a través de tiendadeliciasdeantequera.es entráis y podéis comprar una amplia gama de especialidades, tanto la gama de aceite de oliva (que es súper saludable, son productos 100 por 100 naturales), tanto el producto estrella, que es el polvorón, bañado en chocolate blanco o chocolate negro, y luego está nuestro canela, los mantecados de vainilla, chocolate, limón…”.
No hay envoltorio uno igual a otro, lo que demuestra que están hechos a mano. “Así es, como lo aprendimos y comenzamos a desarrollar. Los distinguimos por los colores: los verdes son los saludables, los llamativos son los de sabores y luego tenemos el azul que es el polvorón, nuestro producto estrella con muchísima almendra. Qué decir de la gama de chocolate, que tiene envoltorio blanco, el amarillo que es chocolate y así diferentes colores para que resalte y la gente los pueda distinguir”.
Veinte años elaborando dulces navideños
Y ya van por 20 años: “Así es; nosotros inventamos, nos gusta la innovación. Hacemos cosas que no hay en el mercado, como vainilla con nueces donde la combinación da un sabor único. O por ejemplo no hacemos un chocolate normal, hacemos chocolate con chips de chocolate, con trocitos. Con el chocolate blanco fuimos los pioneros, no estaba inventado, lo hicimos nosotros. Vamos innovando. Ahora hemos hecho también el alfajor con cobertura de chocolate, que está buenísimo”.
¿Cómo se innova, cómo se preparan las nuevas ideas? “Se nos ocurren, las combinamos y resulta que funcionan. Y como es diferente, a la gente les atrae. Aquí en la tienda tenemos degustación gratuita y quien viene puede probar lo que quiera, le ofrecemos lo que sabemos que no hay para que se vayan de aquí con muy buen sabor de boca”.
Hace 20 años ¿se imaginaban que iban a llegar a esta producción? Porque son 700 mil kilos los que tienen previsto producir este año. “Nosotros empezamos en un obrador de 40 metros cuadrados que casi no cabían dos o tres carros. Los dos por la mañana hacíamos mantecados y por las noches cocíamos. Yo estaba embarazada de mi hija, y fuimos trabajando y con mucho esfuerzo fuimos creciendo, pero todo a través de esfuerzo y de tirarnos a la calle, ofreciendo el producto, y haciéndonos conocer”.
Son historias de superación de familias emprendedoras que con el paso del tiempo, han creado un horno donde elaboran a mano los mantecados, polvorones. roscos y alfajores y sus apuestas por dulces especiales que ofrecen en la tienda.
