En las obras cinematográficas podemos encontrar grandes referencias a la psicología, en la mayoría de las ocasiones, representadas; aun así, existen películas en las cuales podemos encontrar verdaderas similitudes a trastornos psicológicos reales o críticas a la psicología en sí. Vamos a enumerar algunas de ellas:
Memento (2000): En esta película podemos comprender la vida de una persona que padece amnesia anterógrada, es decir, que es incapaz de generar nuevos recuerdos. La narración y la fotografía hacen un trabajo magistral para meternos en la piel del protagonista. ¿Quiénes podemos ser si los recuerdos no existen?
Mejor imposible (1997): Aquí, Jack Nicholson retrata con humor el trastorno obsesivo-compulsivo, más conocido como TOC, un trastorno que padece el 1,1% de la población española. Es una gran forma de mostrar el trastorno, con gran fidelidad, pero no olvidemos que ninguna persona padece las mismas obsesiones/compulsiones, por lo que puede ser muy diferente según el caso.
El experimento (2001): Esta obra no retrata ningún trastorno, más bien trata de mostrar el experimento real de la cárcel de Standford de 1971 por Philip Zimbardo. En este experimento se asignaron personas de forma aleatoria a dos grupos: guardias o presos; pero el experimento tuvo que ser cancelado por escapar al control de los experimentadores, viéndose así, como el simple hecho de pertenecer a un grupo, podía cambiar el comportamiento y la moralidad de las personas.
Una mente maravillosa (2001): Basada en la vida real del matemático John Nah, esta obra intenta hacernos entender como es vivir e intentar cumplir tus sueños padeciendo esquizofrenia paranoide, un trastorno no tan común, pero sí doloroso e incapacitante. Durante el transcurso, veremos como el protagonista intenta discernir lo real de lo imaginario, no siendo muy fácil en su situación.
Estas cuatro películas son realmente recomendables tanto por su aspecto psicológico como por sí mismas, aunque tenemos que tener en cuenta siempre que el arte intenta expresar la realidad, no ser ésta.